Recuperando trabajos en prisión:
-Supervivencia
José María Sánchez Casas. Preso político de los GRAPO.
Guión de teatro y radio.
Prisión de Soria. Febrero 1985.
-SUPERVIVENCIA-
LOCUTOR: Interrumpimos nuestra emisión para darles una noticia de última hora. Al parecer comienzan a tenerse algunos datos aclaratorios sobre el extraño descubrimiento de los cuerpos devorados que han aparecido en varias fincas y barrios señoriales de Andalucía. Como ustedes ya sabrán, por las noticias que hemos ido dando a lo largo del día de ayer, aparecieron cuerpos totalmente devorados de los que sólo quedaban los huesos, observándose que los pertenecientes a bebés y lactantes habían sido incluso semidevorados y masticados.
Los casos, que ya podemos catalogar de antropofagia, sólo se han dado en zonas residenciales y algún que otro cortijo. En el triángulo Cádiz-Sevilla-Huelva ha cundido el pánico entre las familias pudientes y próceres de la zona. Los que mayormente sufren el salvaje ataque son personas obesas y niños de tierna edad.
Nuestro enviado especial o la zona de Jerez nos informa que ha sido detectada uno mancha enorme formada por seres depauperados y vestidos de andrajos que avanzan de forma irresistible, atravesando ciudades y cortijos. Se ha podido observar que la línea que forma su marcha dibuja un extraño zig-zag que pasa, precisamente, por esas zonas residenciales donde, tras su paso, aparecen los truculentos y demenciales hallazgos de huesos, aún frescos, a los que se les ha arrancado a dentelladas hasta la última fibra de carne.
Tenemos conexión directa con el señor Gobernador de la provincia donde están ocurriendo estos lamentables y salvajes actos. Señor gobernador, ¿puede usted darnos la versión de los hechos?
GOBERNADOR: No cabe duda, no cabe duda, se trata de una maniobra de las bandas terroristas.
LOCUTOR: Pero podría decirnos si tienen datos precisos sobre los elementos que integran estas bandas.
GOBERNADOR: Los tenemos o todos controlados. Se saben sus nombres pero por razones de eficacia policial no puedo dárselos, como comprenderá.
LOCUTOR: Díganos, señor gobernador, ayer al parecer fueron enviadas fuerzas de la guardia civil y del ejército a detener a los terroristas, pero las versiones que se dan sobre lo ocurrido son confusas.
GOBERNADOR: ¡Yo no mandé a mis hombres a luchar contra los elementos!
LOCUTOR: ¿Cómo dice, señor gobernador?
GOBERNADOR: Algunos elementos malsanos de la sociedad han lanzado calumnias contra la guardia civil y el ejército. (Chilla hasta desgañitarse). ¡Es una campaña orquestada por los enemigos de la democracia, ¡y no voy a consentirlo! ¡Se va a detener a todo el que propague falsos rumores! Van a caer todos, ¡¡los cogeré!! Si quieren democracia la van a tener. Bajaré al centro de la tierra pero los cazaré. Agggrrrrttttttttrrrrrrrrrrreeeeeeeeee…
LOCUTOR: … Sí, sí, señor gobernador… Nos disculparán, señores radioyentes, pero se ha cortado la conexión. Al parecer el señor gobernador al referirse a falsos rumores, habla de las malintencionadas noticias que algunos periódicos han publicado… ¡ATENCIÓN, ATENCIÓN! Nuestra unidad móvil, destacada en el Hospital Militar, nos pide paso.
LOCUTOR 2º: Sí, sí, …tenemos en nuestros micrófonos a uno de los números de la guardia civil que intervino en la maniobra tendente a detener el avance de lo que llaman ya la MANCHA NEGRA DEL HAMBRE. ¿Díganos su nombre por favor?
GUARDIA CIVIL: No, no, de nombre nada que me juego el pellejo. No sabe usted cómo se las gastan en el Cuerpo.
LOCUTOR 2º: Díganos lo que vio.
G.C.: Yo no vi ná, no me dio tiempo. Lo único que sentí es que caían sobre mí cientos de garras de niños feroces que me arrojaron al suelo y comenzaron a comerme a dentelladas.
LOCUTOR 2º: ¡Hombre, a comérselo!…
G.C.: A comerme, ¡coño! La suerte mía es que estoy en los huesos y al darse cuenta me dejaron para lanzarse sobre otros compañeros de más buen ver que yo.
LOCUTOR 2º: ¿Qué sintió?
G.C.: Que me bajaba por las piernas un líquido caliente y de muy mal olor.
LOCUTOR 2º: Tendrán que disculpar las expresiones del miembro de la Benemérita, pero aún se encuentra bajo los efectos de la conmoción del momento. ¿Díganos cuántos compañeros suyos fueron víctimas de esos caníbales?
G.C.: No sé, yo salí corriendo por si las moscas.
LOCUTOR 2º: O sea, que según usted ha sido un fracaso la operación y la MANCHA NEGRA sigue avanzando.
G.C.: Que los jefes no saben lo que se hacen, que ellos no son los que van a dar el callo…
LOCUTOR 2º: Bueno, bueno, parece que se encuentra usted un poco nervioso…
G.C.: Qué nervioso ni qué cuernos, estoy hasta las pelotas de… (Se oye ruido de contarse la conexión)
LOCUTOR: Lamentamos que por deficiencias técnicas se haya cortado la conexión con nuestra unidad móvil. De todas formas podrán ustedes observar que las noticias son contradictorias y aún no sabemos a qué atenernos. El estado mental de los guardias es alarmante, balbucean palabras ininteligibles y algunas, que se pueden entresacar, hablan da banquetes sangrientos, garras, dientes afilados y de niños feroces que los golpean y una vez caídos los devoran en un santiamén. Lo que no cabe duda es que el terrorismo internacional se haya implicado en estos luctuosos hechos. Se sabe que últimamente hubo una reunión de terroristas en Libia, donde, al parecer, se estudió la forma de frenar el proceso democrático en España. Sabemos que el gobierno se halla reunido en sesión extraordinaria y que el ministro del interior es optimista sobre el final de este asunto que hoy asola los campos y ciudades andaluzas. ¡¡ATENCIÓN SEÑORES, ATENCIÓN SEÑORAS!! Noticias de última hora. Nuestro enviado especial en la zona en conflicto ha conseguido, con riesgo de su vida, entrevistar a uno de los terroristas que componen la MANCHA NEGRA DEL HAMBRE. Lo tenenos en nuestras antenas. Adelante Juan García. Bueno, no tenemos mucho tiempo, dinos ¿cuántos conforman la MANCHA?
ENVIADO ESP.: Son muchos, cientos, miles. Niños, mujeres hombres; todos famélicos y con los ojos brillantes. La mayoría son familias de parados. Son muchos y por cada sitio que pasan arrancan a más que se les unen. Esto es terrible. No podéis haceros una idea de lo que aquí está pasando.
LOCUTOR: ¿Es verdad que se comen a personas vivas?
ENVIADO ESP: Yo lo he visto con mis propios ojos. Sólo se comen a gente de buena posición, pues según me han dicho son los que están mejor alimentados y añaden que los pobres no se van a comer entre sí.
LOCUTOR: ¿No podrías poner al micrófono a alguno de ellos?
ENVIADO ESP.: Voy a intentarlo, aunque ya te digo que esto mete miedo al más valiente. ¡Oiga, oiga, sí, a usted! ¿podría venir un momento, por favor? Díganos, ¿por qué hacen esto?
PARADO: Ya estamos hartos de hablar, hemos hablado mucho y no nos ha servido de nada. Ahora solo queremos comer, ademas es una forma nutritiva de acabar con los ricachones y los explotadores, ¿no le parece?
ENVIADO ESP: Hombre, yo, ¿qué quiere que le diga?, pues… no sé. Pero, dígame, ¿qué es lo que pretenden?
PARADO: Pues lo que ya le he dicho, hombre: alimentarnos y de camino acabar con tanto cabrón de chupasangres como hay en este país.
ENVIADO ESP: ¿Pero cuándo piensan parar?
PARADO: Pues cuando se acabe la carne, pero me parece que aún queda mucha, no hemos hecho más que empezar.
ENVIADO ESP: Cuénteles a los radiooyentes algún hecho curioso que les haya ocurrido.
PARADO: Pues hombre, cuando el otro día nos comimos a esos guardias civiles resulta que a las pocas horas se dieron varios casos de intoxicacíón, por lo que hemos pensado no volverles a hincar el diente, no es buena carne. Si vienen otra vez les convenceremos para que se larguen con viento fresco, aunque no creo que vuelvan a por otra.
(Se oye un fuerte griterío: ¡CARNE, CARNE FRESCA, CARNE!)
PARADO: Me voy, me voy, que hay trabajo.
ENVIADO ESP: Ya han oído ustedes, señoras y señores.
LOCUTOR: Cortamos la conexión con nuestro heróico enviado especial. Como habrán podido comprobar, la situación es delicada aunque no alarmante. Sabemos que el gobierno y nuestra policía acabarán con esta chusma de indeseables y serán detenidos los propagadores de ideas antidemocráticas. El terrorismo en este país no tiene razón de ser y…
(Se oye rotura de puertas y muebles, muchos gritos de ¡CARNE, CARNE FRESCA, AQUÍ HAY MÁS!. El locutor grita desesperado. Se oye masticar y deglutir. ¿Qué coño estará pasando?, ¡cielos!)
*Descarga:
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