Memoria histórica imprescindible:
-Niños republicanos ahorcados por el bando fascista en Badajoz, durante el inicio de la guerra civil.
No se publicó en ningún medio Español, hay constancia de ello gracias a los periódicos mejicanos y franceses.
Enfants Espagnols. Enfants espagnols pendu par les troupes d’invasion fasciste dans la province de Badajoz. Leurs parents avaient été fusillés pour avoir défendu l’indépendance de l’Espagne.
Niños Españoles. Ahorcados por las Tropas de invasión fascista en la provincia de Badajoz. Sus padres habían sido fusilados por defender la independencia de España.
Fotografía obtenida por un evadido de la zona rebelde y publicada en el periódico “Ahora” de México del 20 de agosto de 1937.
-Pruebas de ADN en Manacor para identificar víctimas de la Guerra Civil de Son Coletes.
Familiares de represaliados por el franquismo citados en Manacor.
Una veintena de familias que sospechan que pueden tener algún familiar víctima de la represión franquista enterrado en una fosa en el cementerio de Son Coletes (Manacor) y a los que todavía no se les ha tomado ninguna muestra de ADN pudieron hacerse la prueba el 5 de febrero.
-Horacio Hermoso Serra: “A mi padre lo asesinó la inquina de la Iglesia”.
Entrevista a Horacio Hermoso Serra, hijo del último alcalde republicano de Sevilla, para recordar la figura de su padre, Horacio Hermoso Araujo, a quien los golpistas llevarían al paredón de fusilamiento en septiembre de 1936.
-El ejemplo del «Pollo Florido»
«(…) Por tu boca truculenta empujaron a Florido, el luchador formidable, el de los brazos fornidos. Al de las anchas espaldas, al de la burra certera, tumbó fuera del terrero la agachadilla trapera…»
Que José Santana «Pollo Florido», sigue en la Sima de Jinámar es un hecho demostrado, la historia oral lo dice, lo ratifica, lo confirma hasta con testimonios de falangistas arrepentidos que al verse viejos y enfermos, ante la cercanía de la muerte, han llamado a familiares de asesinados para pedirles perdón confesando el momento preciso de cada crimen.
Incluso el prestigioso ingeniero e investigador de la historia isleña, Jesús Cantero Sarmiento, cuando descendió en el 68 de forma clandestina al fondo de la chimenea volcánica, encontró varios restos humanos, cráneos con agujero de bala en la nuca que siguen «escondidos» en los sótanos del Museo Canario, observando también, uno al lado del otro, dos esqueletos, uno con correajes y simbología fascista, otro de huesos fuertes, con una muñequera de las utilizadas en la brega del deporte vernáculo de las Islas Canarias en aquellos años.
La acción heroica de Florido tuvo testigos directos, nazis de Telde y de Las Palmas, que vieron como se soltó las ataduras y se fue a por ellos con aquel cuerpo atlético de más de ciento veinte kilos, puro musculo, un fenómeno de la naturaleza, un portento de técnica y fuerza, miembro del Club de Lucha Adargoma, puntal renombrado, reconocido, de los que no perdía una agarrada.
Ahí están sus testimonios, aunque los gobernantes actuales de la isla lo pretendan silenciar, ni un homenaje nos dejaron hacer, cuando en 2017 quisimos que dos selecciones del Norte y del Sur de Gran Canaria se enfrentaran rindiendo tributo a un luchador dentro y fuera del terrero, comunista, revolucionario, de los mejores deportistas de la historia de Canarias.
El ejemplo memorable del «Pollo Florido», supone un hito de suma importancia para nuestro pueblo, el símbolo de la resistencia hasta el último instante de una vida, llevándose al fondo del agujero del horror a los asesinos, a todo lo que representaban en su genocidio, su particular Holocausto, respaldado por una oligarquía sanguinaria y una Iglesia Católica criminal.
Florido sigue vivo para quienes seguimos pensando que un mundo mejor es posible, que algún día, más temprano que tarde, personas decentes que se dediquen a la gestión de lo público de forma imparcial y honesta lo sacaran de esa fosa común, uno a uno, hombre a hombre, hueso a hueso, hasta el armazón cálcico y femenino de la maestra republicana Maribel Castro, asesinada en noviembre del 36, a todas las cientos de personas de bien que fueron arrojadas al abismo por defender la libertad.
–https://viajandoentrelatormenta.com/el-ejemplo-del-pollo-florido/
-Curas y frailes violadores.
Internos del orfanato de San Cayetano, en León, con dos de los frailes acusados de abusos, José Francisco Dobón, a la izquierda, y Julio Martínez, en el centro, que era el director de la entidad, en los años sesenta. ¡Cuánto horror!.
En redes.
-Las memorias del bibliotecario clandestino de Mauthausen.
Pagès Editors recupera las memorias inconclusas del exdeportado Joan Tarragó, acompañadas de las reflexiones de su hijo Llibert.