Recuperando materiales:
Archivos históricos revolucionarios:
-De la OMLE al PCE (r) a través de la documentació del CRAI Biblioteca del Pavelló de la República.
–https://blocpavellorepublica.ub.edu/2021/05/28/de-la-omle-al-pce-r/
Rescatando dibujos de J. M.ª Sánchez Casas:
-Obreros en el banquillo: el PSOE los condenó. 1983
2022: Sigue la represión del PSOE a los obreros.
-Por los caídos. 1983.
2022: Felipe González perro fiel de la OTAN.
Manualidades tiempos de las Comunas:
-Presos políticos del PCE(r) y GRAPO. Prisión de Soria. 1988.
Cristal pintado y sujeto a peana. Un hombre y una mujer desnudos, les salen estrellitas y flores.
Peana elaborada con pasta de papel y luego pintada. Base de tela, con firma presos políticos Soria.
Se elaboraron varios dibujos diferentes.
-Pins elaborados por los presos políticos del PCE(r) y de los GRAPO en la cárcel de Almería, en 1988.
Escayola, tallarla, ponerle un imperdible. Pintarla. Se envió a la mesa de Tirso de Molina, a familiares y a colectivos solidarios.
-Pins elaborados en la Comuna Carlos Marx de la prisión de Soria. 1988.
Con múltiples motivos reivindicativos. Ésta, de apoyo a las radios libres «¡Libertad de emisión!»
-Pins elaborados en prisión por los presos políticos del PCE(r) y de los GRAPO. Sobre 1988-1989.
Logo del PCE(r).
Poesía hecha en prisión:
-Poemas de M.ª José Baños Andujar.
Aparecidos en la revista “Grito de libertad”. Revista hecha por las y los presos. n.º 0. 1998.
-Relojes.
Relojes de horas perdidas
en el último rincón del tiempo.
Relojes hastiados de la vida
caídos en el más profundo sueño,
ya no queda dolor, ni odio, ni ira
sólo polvo, silencio y olvido.
Relojes parados, muertos en vida
minutos abrazados entre mágicas caricias.
enredando sus invisibles hilos
fueron cayendo hora tras hora
en los más oscuros vacíos.
Relojes parados, relojes sin vida
acariciando el polvo
en algún rincón del camino,
ya no queda dolor, ni odio, ni ira
sólo polvo, silencio y olvido
para viejos relojes que con un sueño
dejaron las horas perdidas.
-Silencios.
Rojo fuego de cristal
negro cielo sin luna
fría noche de metal.
Piel levemente dormida
profundamente desnuda,
acarician las uñas el alba
sin llegar nunca a despertar.
En puntillas, en silencio
como el luto de un muerto
que nadie recuerda ya.
Hipócritas mentes dormidas
escondiendo en rincones la verdad.
Voces esclavas del miedo.
quemaron al rojo fuego
frágiles mundos de cristal.
-Mentes.
Mentes rotas de diabólicas ideas.
corazones vacíos
envueltos en monotonía
almas vagando en un cuerpo sin vida
queriendo gritar, callada agonía.
Es un laberinto, no hay salida.
Estúpidas lágrimas, estúpidas sonrisas,
siempre presentes como únicos testigos
es un mundo real gobernado por el vicio,
inyectándonos el odio con dulces caricias.
Ignorantes de la vida juzgan el bien y el mal
cobardes héroes simbolizan la balanza.
Mentes rotas que intentan olvidar
infieles del pasado, infieles de la eternidad.
Mentes rotas, corazones vacíos,
almas vagando, gritos de agonía,
enormes vacíos fríos como el metal.
La balanza se inclina
nadie la puede pasar
porque alguien un día dijo
saturarlos de soledad.
-Destrucción.
Negras palomas le pintaron al cielo
vómitos de odio a las estrellas
pusieron la luna en el suelo
y a Cupido en las tinieblas.
Negras palomas, negras sin vuelo
levantaron cien muros al aire
con dulce olor de muerte
pero oscura y callada legó la noche
que señaló a un inocente.
Psicópatas de alta cuna
con palomas negras al frente,
conciencias dormidas con la luna
quedaron los sueños para siempre.
Negras palomas, negras sus mentes.
escondidas entre laureles
esperando otra noche
que señale a un inocente.
-Bailó la muerte.
Bailó la muerte
nacieron de mi piel mágicas alas
y siete estrellas en mi alma
sentí la fuerza de un viento
cuando bailó la muerte sobre mi cama
pisando los finales de algunos sueños
siguió el compás de una música lejana.
Bailó la muerte y bailaron los muertos
vistieron de luto mi cama con mi sábana blanca.
Bailó…
bailó en mis canas,
en mis ojos cansados.
Fue como volar
sentir en la piel dos cuerpos pegados.
Y bailé con la muerte,
bailé hasta el alba,
hasta que la última estrella se hubo apagado
frente a un nuevo día
la muerte se apartaba.
Se fue la muerte, se fue bailando
llevándose mi sábana blanca,
jurando volver cada noche junto a mi cama.
para poner en mi piel mágicas alas
y siete estrellas en mi alma,
volverá la muerte,
volverá porque me ama.