Memoria histórica imprescindible:
-Ministerio de Orden Público:
Uso obligatorio del español en las predicaciones religiosas.
Orden del Obispado de Vitoria de 1937 para que en todas las iglesias se use exclusivamente el «español» en las predicaciones.
Exceptuando algunas zonas de caseríos o zonas de montaña donde no hay escuelas y no entienden perfectamente el español, y siempre a disposición de lo que ordene en esos casos el delegado de Orden Público.
-Entierro familiar para Daría González Pelayo, arrojada al mar en 1938 por un grupo de falangistas.
Conocida como una de «Les Candases», fue asesinada junto a otras seis mujeres y cinco hombres en los acantilados del Cabu Peñes.
-‘Illote P, Barraca 16’: las memorias del gallego que dibujó el horror en los campos de concentración franceses.
Santiago Rodríguez Salinas contó antes de morir su historia en los campos de Saint Cyprien, Le Barcarès y Argelès-Sur-Mer.
«Cada mañana retiraban varios cuerpos rígidos envueltos en sábanas. Eran los cadáveres de los más débiles, ancianos o enfermos».
La vida de Santiago Rodríguez Salinas podría ser una historia más nacida de la Guerra Civil, pero en realidad es otra cosa. Santiago vivía con su madre Antonia en Madrid en 1936 cuando se alistó al Frente del Ejército Popular. Las cosas no salieron como esperaba y, tras la caída de Barcelona, tuvo que cruzar la frontera francesa en un periplo que le arrastró por tres campos de concentración. Fue una experiencia tan amarga para él, que hasta más de cuatro décadas después, en 1985, poco antes de fallecer en Redondela (Pontevedra), no la plasmaría en unas memorias.
En el libro ‘Illote P, Barraca 16’ (editorial Galaxia), que acaba de publicarse de forma póstuma, Rodríguez Salinas relata las condiciones de vida deplorables de los exiliados en los improvisados campos de concentración franceses. Hacinados en barracones, carentes de ropa de abrigo y sin apenas alimentos ni agua potable, cada amanecer son testigos de escenas desoladoras.
-«De Cuenca a Mauthausen. La historia de nuestros paisanos olvidados». Editada la segunda parte.
A través de sus páginas retomamos su historia allí donde la dejamos en el anterior fanzine, en el convoy del 27 de enero de 1941 cuando entraron más de 20 conquenses y llegamos desgranando convoy por convoy hasta el día de la liberación del campo de Mauthausen el 5 de mayo de 1945. Conoceremos la red de subcampos y kommandos donde estuvieron nuestros paisanos y seguiremos conociendo retazos de sus historia personales.
A todo el que quiera seguir conociendo la historia de estos grandes hombres de la historia de nuestro país, a nuestros vecinos, familiares, a nuestros luchadores antifascistas más olvidados le animo a que se haga con estos fanzines escritos con todo el cariño y admiración profunda hacia estos valientes conquenses.
Para conseguirlos escribid a ARMH Cuenca a través de Facebook en la página Hospitalillo de Tarancón o a través de correo electrónico en ar********@gm***.com
-Gracias, mujeres combatientes.
Gràcies a totes per ser el nostre millor exemple de lluita contra el feixisme.