Mujeres luchadoras y sabias
que quizás no conocías.
Agenda
Celia Sánchez Manduley
Cuba 1920 – 1980
Hija de un médico rural. Siendo asistente de su padre, al practicar este una medicina humanista atendiendo a los pacientes pobres sin aceptar pago a cambio, puso a Celia en contacto con la pobreza y con el humanismo y prácticas de su padre. Desde pequeña estuvo influenciada por el pensamiento de José Martí -del que su padre era partidario- y ya desde joven se vinculó a la lucha popular y revolucionaria. Se incorporó al Movimiento 26 de Julio en 1955 llegándose a convertir en una figura fundamental en los preparativos de la expedición del Granma y los inicios de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra.
En Manzanillo, junto a Frank País, organizó a los campesinos de la zona para que le ofrecieran apoyo a los expedicionarios. Creó una red de colaboradores campesinos en las cercanías donde debía desembarcar la expedición dirigida por Fidel Castro. Desempeñó un papel fundamental durante la clandestinidad en esta zona para el sostenimiento del Ejército Rebelde en sus inicios.
En 1957, en la Cuba dominada por la dictadura de Batista, Celia, fue la mujer más buscada del país. El 19 de marzo subió a la Sierra Maestra y se incorporó como combatiente al Ejército Rebelde, en el que prácticamente asumió la responsabilidad de jefe del Estado Mayor del Comandante. Fue promotora de la atención médica a las familias campesinas y de la creación de hospitales rurales en las zonas montañosas, en las que también actuó como enfermera de los combatientes heridos, así como cocinera. A decir de Fidel… fue la hermana más respetada y querida de todos los revolucionarios; escribió cientos de mensajes, de cartas, de notas, de actas; fue la colaboradora constante de Radio Rebelde.
En mayo de 1957, Celia participó por primera vez en combate, fue en El Uvero como integrante del pelotón de la comandancia, convirtiéndose en la primera mujer que ocupó la posición de soldado combatiente en las filas del Ejército Rebelde.
El 4 de septiembre de 1958, en la Sierra Maestra, promovido por ella, se creó en La Plata, el pelotón Mariana Grajales, formado por mujeres combatientes y conocido como las “Marianas”, de lo que la guerrillera y actual general de brigada Teté Puebla expresó: «Nada he olvidado. Recuerdo… que Celia… apenas descansaba para estar siempre pendiente de todo. Ella era así. No tenía descanso. Estaba al tanto del último detalle de lo que necesitábamos las Marianas, los soldados del Ejército Rebelde, los niños que encontraba… ».
Cuando triunfó la Revolución Cubana participó en todo tipo de actividades. Daba importancia a la estética, buscaba la belleza en las cosas más insólitas, tenía habilidades para las artes manuales y artesanales. Participó en el diseño de los uniformes escolares, las guayaberas femeninas, los safaris, así como con el decorado y concepción de lugares tan importantes como la Comandancia General de la Plata, el Parque Lenin y el Palacio de las Convenciones. En su apego por la naturaleza, le gustaban las flores, pero no las había usado en el cabello por casualidad, ni por gusto, sino para poder llevar mensajes sin levantar sospechas.
En marzo de 1962 fue nombrada Secretaria del Consejo de Ministros (1962-1976) y posteriormente fue Ministra de la Presidencia. Cuando murió era miembro del Comité Central del PCC, Secretaria del Consejo de Estado y diputada del Parlamento. Falleció de cáncer de pulmón en La Habana.