Repaso a la historia:
EE.UU.
-¿Quién crea las crisis alimentarias?
Tres grandes multinacionales de Estados Unidos, Cargill, Dupont y Monsanto, adquirieron 17 millones de tierras agrícolas en Ucrania, equivalentes al 40% de la tierra cultivable.
Se trata de las empresas que patentan plantas y semillas con caducidad para obligar a pagar por ellas.
En India, decenas de pequeños campesinos se suicidan tras arruinarse absolutamente por la caducidad de las semillas transgénicas, que les impiden renovar de forma natural sus cultivos.
«…Dependía totalmente de la recogida de la cosecha para soportar todo el resto del año y poder pagar las semillas nuevas, pues caducan para no poder usarlas al año siguiente. El Monzón le mató la recogida aún sin realizar. Totalmente arruinado, apareció ahorcado en la aldea…»
(En una revista de Misiones).
Escocia
-Siempre fútbol y antifascismo.
En el clásico frente al Rangers, hinchas del Celtic hicieron un tifo con la icónica imagen del niño irlandés con una máscara antigas y una mecha de la Batalla de Bogside.
La frase de Bernadette Devlin, socialista irlandesa, dice: «Ayer me atreví a luchar. ¡Hoy me atrevo a ganar!»
Bertolt Brecht
-Una crítica marxista de la clase social burguesa y el capitalismo, «La ópera de los tres centavos» de Bertolt Brecht.
«¿Quién es criminal mayor? ¿El que roba un banco o el que funda uno?».
EL 31 de agosto de 1928 se estrenaría, en el «Theater am Schiffbauerdamm» de Berlín, la obra teatral cantada «La ópera de los tres centavos» («Die Dreigroschenoper») -o «La ópera de cuatro cuartos»-, con música de Kurt Weill y letra de Bertolt Brecht.
Una adaptación de la parodia musical inglesa, del siglo XVII, titulada «La ópera de los mendigos», del autor inglés John Gay.
Un libreto de Bertolt Brecht, en el que desarrolla una crítica marxista al sistema, y el mundo capitalista por un lado, y que también, trata de la corrupción y de la pobreza.
Además de dramatizar, mediante una serie de sentencias, en los que reflexiona sobre algunas de las bases fundamentales del capitalismo. Así se convierte en una crítica mordaz y acerada de la clase social burguesa de aquella Alemania:
- «Señores que pretenden reformarnos, venciendo nuestro instinto criminal: primero traten de alimentarnos ¡comer primero, luego la moral.»;
- «¡Posible debe ser, que hasta el más pobre pueda, del pan del mundo, cortar su pedazo!»;
- «Me he dado cuenta de que los poderosos pueden, sí, provocar la miseria, pero no pueden contemplarla.».
- «El mundo es tan canalla, que es necesario gastarse los zapatos dando vueltas para que no te los quiten de los pies.».
- «El hombre debe hallar en este mundo, (pues la vida es muy breve) su felicidad. Que goce de los placeres de la tierra y que en lugar de piedras pueda comer pan. Son éstos sus derechos primordiales, ¿más quién ha visto nunca que eso pase?».
Obra escrita cuando Bertolt Brecht había abrazado ya el marxismo, y en la que se sentía adherido a las ideas y acciones del KPD (Partido Comunista Alemán), aunque nunca llegaría a militar en el Partido.
*Inversión teatral del submundo
Desarrollando una propuesta de representación teatral, donde se conformarían un teatro épico, y en el que pretendía significar un «alejamiento del espectador», con la intención de que éste aparte la sensación de meterse en la obra de un modo emocional, para que se sienta zaherido y se dedique a pensar y reflexionar.
Bajo la idea de crear un ambiente didáctico y dialéctico en la persona que asiste a la representación teatral.
*Sinopsis:
Enmarcada en el Londres victoriano, la figura central de la obra es un hombre amoral y todo lo contrario a un héroe, que se llama Macheath (Mac Navaja), quien se casa con Polly Peachum.
Sin embargo esto enfada al padre de ésta, que domina y organiza a los mendigos londinenses, y maniobra para que Macheath sea detenido y colgado por la horca, hecho este que se verá obstaculizado ya que Tiger Brown, jefe de Policía, es un viejo amigo de armas de Macheath.
No obstante tras diversas maniobras y haciendo valer su influencia en las calles londinenses hacen que se cumplan los deseos del padre de Polly, siendo Macheath detenido y sentenciado a la horca.
Cuando se va a cumplir la sentencia, poco antes de su ahorcamiento, Macheath consigue escapar.
En una escena de simulacro y sátira burlesca, aparece en el escenario del patíbulo un mensajero real con un orden de la Reina que declara el perdón para Mecheath, además de concederle el título de barón.
Durante el transcurso de la obra aparecen varias baladas. Transcribimos la siguiente:
«BALADA DE LA VIDA AGRADABLE». BERTORT BRECHT.
«Diga un poco, señor, ¿esto es vida?
Ningún sabor le puedo ya encontrar.
Desde pequeño tuve por divisa:
«Debemos defender el bienestar».
Nos hablan de los filósofos famosos,
los que devoran libros -no comida-
en medio de la mugre y los ratones.
¡Al diablo con tal género de vida!
La vida austera déjale al simplón,
que a mí me dejen ir viviendo en paz:
yo vivo en haragán, en comilón
y los ideales dejo a los demás.
¡Lograr ser libre mucho ha de costar!
«Debemos defender el bienestar».
El valeroso héroe que se arriesga
y goza en el peligro cotidiano,
diciendo de a puñaladas las verdades
que luego leeremos en los diarios.
Al verlo diariamente enflaquecer
y con su esposa siempre pernoctar,
sin otro anhelo que llega a ver
un mundo nuevo que no llegará.
Le preguntamos: «¿Héroe, para qué?».
«Debemos defender el bienestar».
A mí me hubiera sido muy posible
llegar a ser un verdadero sabio,
mas viendo qué terrible es esa vida
opté por el camino más amable.
Pobreza siempre implica el gran saber,
y el pobre sólo sabe el dolor.
¿Has sido héroe, sabio, pobre, tú?
¡Entonces ya sabrás lo que es sufrir!
Y la divisa debes recordar:
«Debemos defender el bienestar».
Albert Einstein
-‘Solo el socialismo salvará la humanidad… ¿Por qué socialismo?…’ (1949).
‘Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar los graves males del capitalismo, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una economía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño. La educación del individuo, además de promover sus propias capacidades naturales, procuraría desarrollar en él un sentido de la responsabilidad para sus compañeros en lugar de la glorificación del poder y del éxito que se da en nuestra sociedad actual’ .