Cartas desde prisión:
Mónica Refoxos Pérez.
León, Octubre de 2022
Muy buenas, queridiños!
(…)
Nosotros estamos adaptándonos al nuevo emplazamiento; todos los cambios traen cosas buenas y también malas, pues cada cárcel tiene su propio funcionamiento y sus propias particularidades. Por ahora, nosotros estamos observando, analizando y, después, ya actuaremos para obtener una solución a algunos problemas. (…)
En el módulo solo estamos ocho mujeres, con lo cual, la tranquilidad está garantizada por ahora. Pero ya sabes cómo van estas cosas, solo falta que venga alguien un poco trastocado para que todo se vaya al garete. El sábado pasado estaba yo sola en el módulo; unas estaban arriba, aquí te dejan quedar en la celda por las tardes y las otras estaban en misa. Alucinante. El módulo es muy parecido al de Soto del Real. Hay un taller de manualidades, pero tienen más material que en Jaén. Hay un gimnasio que aún no usé; te encierran en él y, por lo que pude ver, no hay mucha cosa y las bicis son del año catapún; es lo malo de estar tanto tiempo en Jaén haciendo spinng con bicis buenas, tengo un poco de elitismo, je, je…
En fin, vamos adaptándonos. Para mí, una novedad fue la ventana de la celda, que es grande, y estando de pie, puedo ver los campos que hay alrededor; en Jaén era tan minúscula y tan mal situada, que era imposible disfrutar de las vistas. Aquí veo el amanecer todos los días, cómo va saliendo el sol por el horizonte, y por las noches, en la fase de luna creciente, voy viendo la trayectoria de la luna hasta que se hace llena. La ducha en la celda, algo tan básico y que ahora tengo a mano. El tiempo, aunque parece que el calor nos persigue, es distinto; en el cielo, aunque esté bueno, siempre hay nubes y ya puedo decir que cogí la primera mojadura. Pequeñas cosas de las que no eras consciente, hasta que las ves de nuevo y las aprecias con mucha ilusión y felicidad; también supongo que, pasado un tiempo, ya no les haré caso pero, por ahora, a disfrutar. Fíjate, aquí dejan salir un día al campo de fútbol. Fue empezar a caminar por la tierra y me invadió una sensación de felicidad impresionante. Era una sensación de escuchar las pisadas al caminar por la tierra, lo blandiña que era la tierra y el espacio tan abierto, pues es mucho más grande que el patio. Claro, de los 19 años que llevo, no volví a pisar tierra, siempre caminando por estos patios de hormigón, verdaderos destructores de zapatillas, rodillas, espaldas. Volví al módulo como una niña con zapatos nuevos y sintiendo las pedriñas que se colaron en los tenis. Sin más, porque después la realidad carcelaria te vuelve a la realidad en la que te encuentras, pero siempre hay pequeñas ventanas por las que evadirse.
Por lo demás, poniendo al día todo lo que anda aconteciendo por el mundo mundial y por esta tierra de pandereta tan particular. Leía en “Nos Diario” que la banca ganó 10.000 millones y las energéticas 6.000 millones en el primer semestre de 2022. Ambos sectores estaban poniendo el grito en el cielo por la tasa que el Gobierno está intentando implementar. Haciendo las cuentas, lo que el Estado quería recaudar (3.000 millones) con este impuesto, solo sería un tercio de los beneficios conseguidos en estos seis meses. Cuanto más tienen más quieren y menos están dispuestos a repartir, pero cuando sus “pérdidas” les restan sus beneficios, entonces echan mano de la socialización de las “pérdidas” y hay que sacarlos a flote y, si no, cierran sucursales y echan a la calle a los trabajadores. No tienen vergüenza, pero se les llena la boca hablando de ética y moral, de compromisos sociales, de energía verde, pero cuando una familia no puede pagar la hipoteca o la factura de la luz hablan de derechos y deberes a cumplir. Nada nuevo que no sepamos y cada vez lo harán más descaradamente.
Lo mismo pasa con el tema de la fiscalidad; mucho ruido para ver qué comunidad baja más los impuestos, parecen vendedores regateando para atraer a los posibles compradores, cuando seguro que existen exenciones fiscales para no tener que tributar tanto. Los impuestos recaen en su mayoría en las familias obreras, no en las empresas, ¿o es que en las nóminas ya no se retiene una parte para el IRPF o la seguridad social? ¿Acaso ya le quitaron el IVA a los productos básicos? Qué más les da que estén exentos de hacer la renta, si al final aportan todos los días su plus al Estado. Y además tengo la duda de estas guerras estériles pues, de dónde va a salir el pago de la deuda con la UE o de dónde va a salir el reembolso de los fondos Next Generation. No creo que a la gente de a pie les interese mucho el tema, estarán más preocupados por el alza de los precios en los productos básicos, en la luz, en el gas, en la cuota de las hipotecas o por la disminución y estancamiento de los salarios para afrontar los elevados precios, y doy por hecho que estarán preguntándose por qué no se expropian a los beneficios escandalosos de los bancos, las eléctricas y los grandes patrimonios. Claro, como todo es culpa de la guerra de Ucrania o del malvado Putin, pueden seguir haciendo barbaridades recortando en sectores sociales, laborales, pero en Defensa no. ¡¡Malvado Putin!! (…)
Siguiendo con el periódico “Nos Diario”, me di cuenta que en las noticias relacionadas con la operación especial militar, no son tan pro-occidentales como otros medios. Hay un chaval que manda las crónicas desde el Donbáss, y remarca las atrocidades que sufre la población por parte de los ucranazis y también los sabotajes que hacen. No es solo contar lo malos que son los rusos; pone también la otra parte; no sabía por ejemplo que la misión del Organismo Internacional de Energía Atómica, avalada por la ONU, fue retenida por el ejército de Ucrania durante tres horas bajo la excusa de que Rusia estaba atacando Zaporiya, la central nuclear, y no era cierto. Además, algunos colaboradores del diario también tienen alguna opinión que no sigue lo dictado por la OTAN, sino que hace algo de crítica. También hay otros reporteros a los que se les ve el plumero, pero son pocos. Me acuerdo de un artículo donde hablaba de la supuesta masacre cometida por los rusos en Izium con 440 muertos. Resultaba que, según Reuters, una parte de los cuerpos fueron víctimas de combate y el resto civiles asesinados por el ejército ruso. Sin embargo, la zona era un cementerio militar donde, en el mes de mayo, soldados rusos y personal civil con el brazalete de la Cruz Roja, enterraban los cuerpos de los fallecidos porque Ucrania no recogía sus militares muertos. Reuters tuvo que retirar la noticia. Es decir, que sigue produciéndose la intoxicación informativa, dando noticias falsas y con un carácter emocional-psicológico, para que impacte mejor en los ciudadanos y piensen que los rusos son unos malvados dispuestos a destruir los Estados democráticos, hundir las economías de los países y capaces de apretar el botón de destrucción masiva del mundo. Es constante, siempre hay alguna noticia sobre cortes de gas, amenazas radicales de Putin con las armas nucleares, masacres, torturas y destrucción de escuelas, hospitales… que les vienen muy bien para justificar el aumento de presupuesto en Defensa, el envío de armamento a los ucranianos o partidas de dinero para que la guerra continúe.
Es verdad que el foco está puesto en Putin, pero no hay que perder de vista a los chinos, donde los EEUU están aumentando la tensión para ver hasta dónde llega la paciencia del dragón asiático. En la cumbre de la OTAN de este año, tanto Rusia como China, pasaron en diez años de socios fundamentales y potenciales a ser amenaza directa (Rusia) y desafío sistémico (China) por ser su único y gran rival y porque abarca todos los ámbitos, desde el económico y el tecnológico hasta el militar e internacional. Son los que están abanderando unas nuevas formas de relaciones comerciales e internacionales, que ponen en cuestión la hegemonía americana en todos los ámbitos por lo que, más pronto que tarde, veremos cómo se va tensionando todavía más la situación en la zona del Indo-Pacífico. Habrá que estar atentos y, sobre todo, leer entre líneas los movimientos que se van produciendo, porque hay sabemos que los yanquis no dan la cara, sino que van abriendo frentes, implicando a otros actores para llevar a cabo sus planes.
(…)
Mónica.