Luchas obreras rescatadas del olvido.
Agenda.
EEUU -1892-
La Huelga de la Homestead.
FUEGO SUBTERRÁNEO, Sharon Smith – extracto
«La violencia de los patronos ha contribuido históricamente a que la lucha de clases en los EEUU tuviera un carácter explosivo. La huelga de la Homestead Steel de 1892 es un ejemplo de la intensidad que experimentaba la guerra de clases a finales del siglo XIX. Henry Clay Frick, un reconocido anti-sindicalista, recortó drásticamente los salarios en su acería de Pittsburg para provocar deliberadamente una huelga. Durante la misma, Frick contrató a trescientos detectives Pinkerton y los trasladó en barcazas a las factorías Homestead, ubicadas junto al río. Inicialmente una multitud de trabajadores armados impidió que los Pinkerton llegaran a la orilla. Como narra Brecher:
Los huelguistas, acompañados de un gran número de simpatizantes armados venidos de otras ciudades, trataron de hallar el modo de echar a los Pinkerton de las barcazas. Primero construyeron barricadas de acero y hierro en bruto desde donde poder disparar sobre las embarcaciones, tirando a quemarropa. Lanzaron cartuchos de media libra de dinamita contra ellas, abriendo agujeros en los costados pero sin lograr hundirlas (…) Los trabajadores echaron gasolina al agua del río junto a ellos, pero no lograron prender fuego. Enfilaron una balsa en llamas hacía ellos, pero la corriente la arrastró más allá. Apuntaron con un tubo de gas natural hacía las barcazas y prendieron el gas con petardos de la festividad del 4 de julio, pero solo se generó una pequeña explosión (…) Al final del día los Pinkerton tuvieron que enfrentarse a un motín de sus propios hombres.
Cuando acabó la batalla, cuarenta trabajadores habían sido alcanzados por las balas y nueve habían muerto. Pero fueron abatidos veinte Pinkerton y siete de ellos murieron. A pesar de recibir la solidaridad de otros trabajadores, los obreros de la Homestead acabaron perdiendo la batalla. La milicia de Pensilvania ocupó la ciudad y pocos meses después los huelguistas regresaron a su trabajo, con su sindicato destruido.»