Luchas obreras rescatadas del olvido
Agenda
Chile -1903-
Masacre en la Huelga Portuaria de Valparaíso
En abril de 1903, los trabajadores portuarios de Valparaíso remitieron en varias ocasiones tímidas peticiones a la compañía inglesa Pacific Steam Navigation Company (PSNC), que era la encargada de la explotación económica del puerto chileno. Nada excepcional: mejores salarios, una jornada más reducida, limitación del peso de los bultos y sacos, mayor tiempo para el descanso y protección a los estibadores titulados. La empresa no quiso ni sentarse a negociar, rechazó cualquier entrevista con el comité de representantes de los trabajadores y los portuarios declararon la huelga el 17 de abril. La respuesta de los capitalistas ingleses fue inmediata; habían aprendido en su país cómo ejercer la represión contra el movimiento obrero y esta vez iban a “exportar” las viejas tácticas de la burguesía a Latinoamérica: contrataron 100 rompehuelgas y ordenaron a la policía su protección, provocando grandes enfrentamientos entre los huelguistas y las fuerzas represivas. La violencia se desarrolló rápidamente, a la par que los obreros comprendían la necesidad de elevar el nivel de combatividad.
De este modo, el 12 de mayo los huelguistas acudieron en masa a los muelles para impedir el acceso de los esquiroles. El gobernador pidió a Santiago que mandara tropas, pero cuando la marinería llegó a Valparaíso los soldados se negaron a disparar contra los obreros. Los huelguistas tomaron el edificio de la Compañía Sudamericana de Vapores, lo incendiaron y el gerente tuvo que huir por el tejado. Acto seguido, descargaron su rabia contra el edificio de uno de los principales diarios burgueses, El Mercurio. Allí fueron recibidos a tiros por los empleados del periódico, asesinando a siete obreros. Estos periodistas mercenarios habían propagado las más infames mentiras sobre los huelguistas. Las páginas de estos periódicos dejaban entrever el verdadero pánico que los burgueses tenían a los obreros, ya que, sin que fuera ese su propósito, marcaban un sentido correcto al curso de la huelga: “Si simultáneamente los obreros de Mancomunal de Iquique, los de Valparaíso,los de Maestranza y Ferrocarriles Santiago, los de Viña de Mar (…)se hubieran alzado contra el orden constituido, ¿de qué medios habría echado mano la autoridad para mantenerlo? ¿Con qué tropa de línea habría contado para restablecerlo?”
También se llevaron a cabo intentos de ocupación de la casa de uno de los accionistas mayoritarios de la PSNC. La policía era impotente: la ciudad estaba en manos de los obreros. Sin embargo, la madrugada del 13 de mayo, llegaron varias unidades militares con la orden de matar a los portuarios. Así lo hicieron. Más de 100 obreros mueren fusilados y varios centenares fueron heridos. Sus cuerpos sin vida ―a veces decapitados― quedaron tirados por las calles y cerros de Valparaíso. Tras la matanza, algunas de las exigencias de la huelga, como la reducción de la jornada, el pago de las horas extraordinarias y un incremento de salario, fueron finalmente conseguidas.