Nuevo artículo de Pablo Hasél: «Arte, protesta y libertad de expresión». O se está con los inquisidores o con la libertad.

Foto. Pablo, detenido, puño en alto.

Muro de solidaridad y denuncias:

-Artículo de Pablo Hasél.

Micro ardiendo.

Arte, protesta y libertad de expresión.

Cuando era adolescente, en la primera década de siglo, una parte importante de los raperos más conocidos de este Estado tenían cierta reivindicación en sus letras. Sin llegar a difundir planteamientos revolucionarios, incitaban a la reflexión, denunciaban algunas injusticias y ponían nombre a varios culpables de estas. Por ello, pese a que el rap ya era una música masivamente escuchada, apenas aparecían en los grandes medios. Menos aún esas canciones críticas con el sistema. Hoy, pese a que las condiciones de vida han empeorado tanto y aún existen más motivos para reflejar y denunciar lo que sucede, la inmensa mayoría de los raperos más seguidos carecen de ese contenido o enaltecen la drogadicción, el pasotismo, el consumismo, el machismo y el individualismo. Precisamente por la agudización de la crisis capitalista y de régimen, ahora los grandes medios fomentan ese tipo de rap (u otros géneros con letras similares) porque con este contexto les interesa más que nunca se escuche nada que ponga en tela de juicio su opinión.

La juventud, especialmente golpeada por la falta de oportunidades dignas y con mensajes nefastos. Los opresores conocen bien la enorme influencia que ejercen sus artistas esbirros que llegan a tantos miles, cuando no a tantos millones de personas. Las vidas de lujo que narran no tienen nada que ver con las de sus oyentes. Lo que genera frustración en muchos, algunos de los males delinquen para intentar alcanzar el nivel de vida de sus admiradas estrellas que presumen de marcas caras. Son igual que la publicidad que llama a consumir compulsivamente mientras su sistema capitalista impone sueldos de miseria y no garantiza ni un alquiler asequible. Aquellos raperos conocidos que hace años denunciaban -aunque con la boca pequeña- este tipo de cuestiones, han sido corrompidos por grandes sumas de dinero y por la vanidad. Ahora algunos incluso son patrocinados por bancos y empresas que criticaban. La ausencia de escrúpulos y principios está tan extendida que hasta se han atrevido a anunciar casas de apuestas o a blanquear a los cuerpos represivos sin que a penas escandalice.

Tal es la decadencia -ligada a la del capitalismo- que tampoco escandaliza mucho en la escena del rap y en la del arte y la cultura en general, que Valtonyc lleve 4 años exiliado, yo 2 encarcelado y que otros tantos raperos hayan sido condenados por letras reivindicativas. Con contadas excepciones, la solidaridad (es decir, hacer más que poner un tuit y olvidarse) ha brillado por su vergonzosa ausencia. A parte de por el individualismo excarcelado, contribuyen otros factores como lo normalizados que están estos niveles de represión en un Estado que no rompió con el fascismo y que vulnera sistemáticamente todos los derechos y libertades. Pero no por ello es menos indignante que quienes en teoría más deberían defender la libertad de expresión estén mirando hacia otro lado. Ayudando con su complicidad a que se perpetue su grave vulneración, algo que cabe recordarles. Limitarnos a lamentarnos de lo domesticado que está el panorama artístico y cultural no ayudaría a avanzar, por ello creo que los artistas que no queremos permitir la falta de libertad de expresión, necesitamos implicar a más en la defensa de la derogación de los delitos que la suprimen.

La represión contra el arte revolucionario es muy conocida pero no tanto que esta se ejecuta con un Código Penal y unos tribunales (Audiencia Nacional, Supremo y Constitucional) herederos del fascismo. Es imprescindible denunciarlos como parte del problema, como lo es el Gobierno de PSOE-Unidas Podemos que prometió derogar los delitos de expresión y que no solo les ha apuntalado, sino que además lo ha ampliado con leyes como la “Mordaza digital” o la de “Seguridad Nacional”. Como en tantos otros asuntos, estos farsantes han demostrado que no son necesarios PP y VOX en el Gobierno para pisotear las libertades más fundamentales. Mientras reducen las condenas a violadores mantienen las cárceles llenas de antifascistas, esa es su “democracia plena”. A diferencia de ellos, PP y VOX jamás se han comprometido a defender nuestra libertad de expresión. Que gran parte del mundo del arte y la cultura esté silenciando el encarcelamiento de artistas y otras atrocidades porque el Gobierno dice ser progresista y de izquierdas, es intolerable. Precisamente lo que acontece adquiere mayor gravedad por imponerse en nombre del cambio. Aunque hay que reconocer que la situación ha cambiado a peor. Si sucediera exactamente lo mismo con PP y VOX, muchas que callan pondrían el grito en el cielo y hablarían de fascismo. Porque sí, estas leyes son fascistas y las rejas no son regalices si las perpetúan partidos que pintan como chupiguay esta dictadura reaccionaria.

Con la situación general que padecemos y la que se avecina, la protesta – sea musical o no – es y será una necesidad de primer orden. Por eso la batalla por la libertad de expresión no es cosa menor. De esta libertad dependen muchísimas cosas, pues lo primero que hacemos para defender algo es expresarnos. El pánico a acabar en prisión está impidiendo que millones de artistas, usuarios de redes sociales u otros, manifiesten su rechazo tajante a lacras como la monarquía, la brutalidad policial, los politicuchos de la farsa parlamentaria, etc. Esa autocensura a la que empujan es una represión más invisible e incuantificable que pone en evidencia el secuestro de la democracia y de lo que se habla poco. A parte de para desenmascararlos, creo importante hablar de esta para que nos planteemos la desobediencia que requiere la conquista de cualquier libertad y derecho. Solo así obtendrán el efecto contrario que buscan y saldrán perdiendo. El arte y la cultura comprometidos con la causa popular siempre han desempeñado un importante papel en la lucha por el auténtico progreso y toda su represión que quiere aniquilarlo recuerda que o se está con los inquisidores o con la libertad. No hay punto medio por más que la colaboración con los inquisidores quiera disfrazarse con postureo progre.

https://pablohaseldesdeprision.wordpress.com/2023/03/03/arte-protesta-y-libertad-de-expresion/

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