Luchas obreras rescatadas del olvido
Agenda
HUNGRIA -1919-
La República Soviética Húngara -y II-
Viene del domingo 14 de mayo.
… /… los socialtraidores iniciaron una campaña de calumnias contra los dirigentes del PCH, lo que aprovechó el gobierno “liberal” para organizar una provocación y detener, torturar y encarcelar a sus principales dirigentes.
Pero todo eso no sirvió más que para aumentar el prestigio de los comunistas entre las masas populares. El conde Karolyi se vio obligado a dimitir. Como decía Lenin: “La burguesía húngara admitió ante el mundo entero que renunciaba voluntariamente y que el único poder en el mundo capaz de guiar a la nación en un momento de crisis, era el poder de los soviets”. El 21 de marzo de 1919 se proclamó la República Soviética Húngara.
Los socialdemócratas, faltos de apoyo para formar un nuevo gobierno, se lo demandaron a los comunistas, que se negaron a ello. Inmediatamente les ofrecieron fusionar los dos partidos. Aceptar esa propuesta fue el primer error del PCH, tal como les advirtiera Lenin: “La primera comunicación que hemos recibido sobre el tema (la unificación) nos hace temer que, quizás los llamados socialistas, socialtraidores, han recurrido a alguna artimaña, para embaucar a los comunistas, aprovechándose de que estos estaban en prisión”.
Se formó un gobierno con miembros del partido recién fusionado. Se nacionalizaron los bancos y las empresas que contaran con más de cincuenta trabajadores. Se colectivizó toda la tierra y aunque esta pertenecía en buena parte a la aristocracia, permitió que los campesinos pobres, que hasta entonces habían apoyado la revolución, pudieran ser atraídos al campo contrarrevolucionario.
Se decretó la jornada laboral de ocho horas y se igualaron los salarios. Se garantizó el voto universal, la enseñanza y la sanidad públicas y gratuitas. Se redujeron los alquileres y se repartieron las lujosas viviendas entre los trabajadores más necesitados.
Pero junto a estas y otras muchas medidas democráticas y revolucionarias hubo otras que no pudieron llevarse a cabo por la negativa de los “socialtraidores” que formaban parte del gobierno. Estos se opusieron a la separación de la Iglesia y el Estado. Se opusieron igualmente a desarmar a la gendarmería y lo más grave: los soviets de soldados dirigían la situación interna en los cuarteles, pero ante la necesidad de combatir a los ejércitos que rodeaban a Hungría (checos, serbios, rumanos y, dirigiéndolos a todos, el francés) se volvió a contar con los antiguos oficiales del que fuera ejército imperial.
La suerte de la joven República Soviética Húngara estaba echada. Fue ahogada en sangre. Había durado 141 días.
Circular del Ministerio de Guerra húngaro del 3 de mayo de 1918:
“Las mujeres obreras no solo interrumpen con frecuencia e incluso paralizan la producción en las fábricas, además hacen discursos inflamatorios, participan en las manifestaciones, marchan en primera línea con sus hijos en brazos y se comportan de una forma insultante hacia los representantes de la ley”.