Crónica de las XI Jornadas por la amnistía.
Madrid. 27 de mayo. CSO La Atalaya.
Se celebraron las Jornadas por la Amnistía, en su XI edición, este pasado sábado, en un día en el que habían anunciando mal tiempo por fuertes tormentas en Madrid y cuando la crisis económica golpea con dureza los bolsillos de la clase obrera y la juventud para poder realizar estos gastos extra. Pero todo ello no impidió que 210 solidarios y solidarias venidas de Madrid, Guadalajara, Cádiz, Córdoba, Alicante, Valencia, Barcelona, Lleida, Cantabria, Euskal Herria, Zamora y Galiza se concentraran en la Atalaya para participar en las Jornadas. Destacar la asistencia de dos compañeros sardos.
Lo de la crisis, reflejado por ejemplo en grupos solidarios venidos de fuera de Madrid, donde «veníamos 6, pero este año hemos venido 3 en representación, la cosa está jodida de pelas». O de otras localidades que años atrás han asistido y éste les ha sido imposible venir. La delegación de otra localidad no pudo asistir por encontrarse en otros actos.
Tras las llegadas, saludos, emociones, y presentaciones de nuevas caras a un Centro Social decorado con pancartas y banderas, y con mesas con materiales de colectivos, al mediodía se había preparado una comida popular para todos los asistentes. Llovió, pero la Atalaya tiene un enorme espacio cubierto. Tras el café, las y los solidarios se fueron sentando para escuchar las intervenciones.
La presentación de las intervenciones y comunicados de las Jornadas se llevó a cabo por parte de una compañera del Movimiento Antirrepresivo, MAR Madrid, que ofreció el programa de aportaciones que esa tarde se iba a disfrutar y compartir.
Se inició con la lectura de varios comunicados:
*Grupo de Apoyo a Pablo González.
Las solidarias y solidarios que forman el Grupo de apoyo al periodista encarcelado en Polonia desde el 28 de febrero de 2022, leyeron una carta de la compañera de Pablo, Oihana Goiriena, dirigida a las Jornadas por la Amnistía, donde denuncia la tremenda situación que están haciendo pasar a González sus encarceladores Polonia y la complicidad criminalizadora del Estado español. Quince meses después de su encarcelamiento, se sigue obstaculizando toda relación con su familia, consintiendo solamente una visita de Oihana en esos 455 días de secuestro por delitos que la prensa y el ministro polaco y español señalan como «muy graves», sin aportar una sola prueba si no la de que tiene la doble nacionalidad (rusa-española). Ante tal barrabasada, le aplicaron la situación de total incomunicación, por «riesgo de fuga» y «obstaculización del proceso». No le han concedido llamadas, y sus hijos siguen sin saber nada de él en todos estos meses.
Esa es la libertad de expresión de la que presume España, y de la brutal represión que Polonia está demostrando con un periodista independiente.
La solidaridad, la denuncia con el caso criminalizador contra Pablo González debe de seguir sumando fuerzas, hasta lograr que Pablo sea liberado por la injusticia polaca y que pueda seguir desarrollando su trabajo, informar desde sus independencia claramente demostrada, y para que la libertad de expresión no sea (otra vez más) un trapo arrastrado por los suelos.
¡Pablo González libertad! ¡libertad de expresión!
*Internacionalismo. Contra el 41bis.
A continuación, un compañero sardo leyó las circunstancias y lucha contra el sistema represivo penitenciario italiano, y más en concreto contra el artículo 41bis, conocido internacionalmente por la reciente huelga de hambre del preso anarquista italiano Alfredo Cospito. En próximos días transcribiremos la información aportada por los compañeros, dada la importancia en la lucha por el internacionalismo combativo y revolucionario y la grave situación represiva que se vive en las cárceles italianas.
*Para terminar la lectura de comunicados, una expresa política comunista compañera del SRI leyó un sentido comunicado, que reproducimos a continuación.
En las Jornadas del año pasado recordábamos que hacía unos meses habíamos perdido a nuestro querido Elipe. En esta ocasión nos toca acordarnos de otros dos compañeros que han marcado la vida y los recuerdos de muchos de los aquí presentes. Son dos de los imprescindibles que lucharon hasta el último aliento para contribuir a la gran causa de la revolución proletaria. Como todos sabéis, hablamos de Manuel Arango Riego y de Carmen López Anguita. Ambos, ponentes en otras Jornadas por la Amnistía.
Podríamos decir infinidad de cualidades de Manuel y Carmen pero, si algo les caracterizó a los dos fue el tesón, la capacidad de sacrificio y el entusiasmo con los que abordaban cualquier tarea que se les encomendaba. Eso sí, ambos tenían tan poco afán de protagonismo que no nos perdonarían que convirtiéramos estas Jornadas en «un velatorio»… ¡Y no lo haremos!, sobre todo, porque ellos nos enseñaron que, cuando cae un camarada lo que hay que hacer es recoger la bandera que nos ha legado para defenderla, como ellos, con orgullo hasta el final. Estos dos militantes comunistas dedicaron toda su vida a la causa de la clase obrera y resultaría imposible resumir su trayectoria en unas pocas palabras. Pero queremos aprovechar la ocasión que nos brindan estas Jornadas para dar a conocer algunos de los momentos más significativos de sus largos años de lucha.
Manuel nació en Villaseca de Laciana (León), en el seno de una familia obrera que trabajaba en la minería del carbón. Las duras condiciones de vida, la influencia de las huelgas mineras y las ideas políticas antifascistas que recibió de su familia y de los trabajadores más combativos, fueron gestando en él los deseos de organizarse para la lucha contra el fascismo y la explotación capitalista. Desde su juventud trabajó en varias ciudades y distintos sectores productivos, de todos ellos vamos a destacar su paso por la SEAT de Barcelona, porque es allí donde entra en contacto con la OMLE y comienza su militancia. Su compromiso con la causa del comunismo le lleva a participar en el Congreso reconstitutivo del PCE(r) y desde entonces, durante más de 45 años, su vida ha estado ligada al desarrollo del Partido. La dura represión que el Estado fascista ejerce contra los revolucionarios consecuentes, le obliga a pasar largas temporadas en la clandestinidad, desde donde participó en la celebración del III y del IV congreso del PCE(r) y colaboró en la reorganización del Partido, en distintas etapas, realizando tareas en la propaganda central, en labores de logística, hasta formar parte de la dirección política. Pero como la represión es implacable, fue detenido, torturado y encarcelado en distintas etapas, siempre por su militancia en el PCE(r), bajo la acusación de «asociación ilícita y propaganda ilegal». Aunque los años en prisión no suponen un parón en su militancia. El compromiso prosigue y desde el otro lado de los muros continua con la lucha, participando en distintas protestas como motines y huelgas de hambre. Durante la estancia en prisión son muchas las situaciones que le toca vivir, desde la fuga de cinco destacados dirigentes del PCE(r) y de los GRAPO de la prisión de Zamora, seguida de las represalias del enemigo, hasta los mejores años de las comunas de los presos políticos. En los pocos periodos que pasó en libertad haciendo un trabajo legal, colaboró en la puesta en marcha del boletín «Amnistía» de las AFAPP y en la edición de las revistas democrático-antifascistas «Área Crítica» e «Historia Crítica».
Su última detención fue en 2007, condenado esta vez a casi 14 años de cárcel por su militancia en el PCE(r). Este último periodo está claramente marcado por sus problemas de salud y, por el fallecimiento en prisión de su compañera y camarada Isabel Aparicio a causa de la desatención sanitaria. Fueron varias las campañas que se realizaron para que fuera puesto en libertad por su deteriorado estado de salud pero finalmente cumplió su condena integra. Los 22 años que en total pasó en las prisiones fascistas pasaron una alta factura a su salud y solo año y medio después de su puesta en libertad, el 28 de diciembre, Manuel fallecía en Madrid tras más de media vida entregada a la causa del proletariado.
La trayectoria de Carmen comienza en su Madrid natal, en un barrio popular, oyendo las historias de sus abuelos y tíos, todos ellos trabajadores y republicanos represaliados. Esos ejemplos de lucha marcan su carácter y condicionan el que va a ser el compromiso que la acompañe toda su vida. Aunque son los fusilamientos de 5 antifascistas el 27 de septiembre de 1975, los que la impactan de tal manera que piensa que ya nada va a ser igual. Con esa inquietud ingresa en la Universidad Autónoma de Madrid, en la Facultad de Ciencias Económicas, donde contacta con militantes de la Organización Democrática de Estudiantes Antifascistas, la ODEA, e inicia su militancia política. Durante este tiempo se desencadena una campaña represiva contra el Partido y las organizaciones antifascistas y varios militantes de ODEA son detenidos mientras que otros se ven obligados a pasar a la clandestinidad como en el caso de Carmen.
Corría el año 1979, el tiempo de la mal llamada transición, y solo unos pocos se atreven a desenmascarar la farsa, Carmen está entre ellos y da un paso más al frente e ingresa en los GRAPO en un comando operativo. Pocos meses después es detenida y brutalmente torturada en la DGS durante 10 días, tras los cuales ingresa en la cárcel de Yeserías. Allí se incorpora a la comuna de mujeres y participa en la elaboración de un estudio sobre la cuestión femenina desde posiciones marxistas leninistas que luego quedaría recogido en el libro La mujer en el camino de su emancipación. Con la llegada de la dispersión impuesta por los pesoistas a finales de los años 80, Carmen participa en la huelga de hambre más larga que se ha realizado en este país, por la reunificación de los presos políticos del PCE(r) y los GRAPO en una sola prisión. Son 13 meses de continua tortura, el enemigo se niega a acceder a las reivindicaciones de los huelguistas y les aplican la alimentación forzosa.
A su salida de prisión en 1999 colabora con AFAPP dando charlas sobre la situación en las cárceles y la lucha por la amnistía y posteriormente participa en relanzar el proyecto del SRI hasta que es nuevamente detenida junto a militantes de organizaciones antirrepresivas permaneciendo en prisión hasta 2012. Y nuevamente continúa dando charlas sobre la Amnistía, la República Popular o la cuestión femenina desde posiciones marxistas-leninistas. En varias jornadas por la Amnistía celebradas en Barcelona y Madrid participa como miembro del SRI exponiendo y difundiendo su proyecto de programa y la situación de los camaradas presos.
En 2017 empieza a perder movilidad y tras múltiples pruebas y diagnósticos, en noviembre de 2020 le confirman que padece ELA y en ese momento comienza su lucha por conseguir una muerte digna que llegaba el pasado 13 de Abril. Hay que recordar también que, en el transcurso de su enfermedad, Carmen continuó su aportación a la causa revolucionaria, recopilando textos, entre otros, sobre las luchas de las mujeres trabajadoras a lo largo de la historia, para su divulgación.
Tanto Carmen como Manuel, vivieron muchos años en durísimas condiciones por enfrentarse a este Estado fascista. Perseguidos, torturados y encarcelados. Tuvieron que utilizar su vida como arma durante largas huelgas de hambre en las que exigían un trato digno centro de las prisiones.
En esas mismas prisiones son muchos los camaradas que aún continúan presos. Y hoy no podemos dejar de recordarlos. Especialmente a aquellos que se encuentran enfermos o a los que por su avanzada edad están condenados de facto a morir encerrados, si no conseguimos remediarlo. Sin olvidar a ninguno de ellos, hoy queremos hacer especial mención a Manuel Pérez Martínez. Por ser el secretario general del PCE(r) representa a todos sus camaradas y además esa misma condición, la de comunista intachable, es la que ha llevado al Estado a ensañarse especialmente con él. De sus 78 años, ha pasado 29 en prisión, ha sufrido tortura, aislamiento y vivido largo tiempo en la clandestinidad perseguido constantemente. Ha combatido consecuentemente durante 40 años a este régimen siendo un claro ejemplo de resistencia además de un referente para miles de comunistas a nivel internacional por sus inestimables aportaciones teóricas.
Jamás ha renunciado a su lucha por el socialismo y el comunismo, él mismo reivindicaba así su compromiso en uno de sus escritos:
Me siento «culpable» del «delito» de ser comunista desde los 14 años y de haber combatido desde entonces, junto a mis camaradas, el «orden» injusto de la burguesía. Quiero que conste igualmente que no tengo ni la más remota intención de renunciar a mi condición de militante comunista y, menos aún, como se podrá comprender, de «arrepentirme» de haber combatido consecuentemente durante 40 años a un régimen tan tiránico como el que continúa dominando en España.
Por todo ello Arenas, ha sido condenado a pasar el resto de sus días en prisión. Pero en nuestras manos está el impedirlo. Durante meses hemos llevado a cabo una campaña para dar a conocer su figura entre los obreros de todo el Estado, para impedir que el régimen pueda silenciarlo. Los fascistas que mantienen encarcelado a Arenas son los mismos que nos condenan a los obreros y obreras a unas condiciones de vida y de trabajo cada día más miserables. Por ello, defender la libertad de Arenas es defender nuestro derecho a luchar con todos los medios contra la opresión y la explotación capitalistas. Y vamos a continuar con la denuncia de sus condiciones. Y seguiremos movilizándonos y organizándonos para exigir su liberación y la de todos los camaradas presos.
CAMARADA ARENAS ¡¡LIBERTAD!!
PRESOS POLÍTICOS ¡¡LIBERTAD!!
¡¡AMNISTÍA TOTAL!!
Recibida la lectura con una fuerte salva de aplausos y con la asistencia a las Jornadas puesta en pie en modo de homenaje, se dio paso a las intervenciones de los colectivos asistentes a las Jornadas.
*Represión a CNT Xixón.
Comenzó las intervenciones un compañero de la CNT Xixón, que narró el caso represivo de «los 6 de la Suiza», un conflicto laboral que ha acabado con la criminalización contra las propias trabajadoras y sindicalistas, sin carga de prueba alguna, y con actitudes mafiosas por parte del empresario y las fuerzas vivas de Xixón.
En 2017 el sindicato CNT comenzaba una campaña de denuncia contra un establecimiento de la ciudad de Gijón debido a las condiciones abusivas y deplorables a las que se encontraba sometida una trabajadora. Esta campaña de denuncia presentaba un carácter informativo y de presión, mediante la celebración de distintas concentraciones frente al establecimiento. Estas comenzaron a contar con gran presencia policial y lo que en un comienzo se cristalizó en tensión y diversas identificaciones, culminó en 2021 con un procedimiento penal en el que se condenaba a CNT a indemnizar con miles de euros al empresario y a 8 personas a penas de 3 años y medio de prisión. En 2022, el Tribunal Superior de Justicia se ratifica en estas penas para 6 de los integrantes de CNT Gijón.
Cómo, del archivo judicial de la denuncia de una trabajadora por acoso laboral, se pasa a las denuncias empresariales por ‘injurias, coacciones y calumnias’, a la ‘obstrucción a la justicia’, y criminalización para la trabajadora.
Cómo sigue las acusaciones de delitos, y se sigue incriminando a las trabajadores y los solidarios con ellas.
Cómo, dos compañeras son detenidas sin necesidad alguna (solo la de infundirles miedo) cuando a otra compañera le llegó la notificación por carta.
Cómo se llega a una condena por el lanzamiento de una bomba fétida tras las amenazas del hijo del empresario, militante del PP «Moveremos hilos en la Brigada de Información», y la Brigada denunció, con peregrinas excusas.
Cómo se están dando juicios y más multas por las denuncias del hijo del empresario contra solidarios, como considerar delito decirle «Estás hecho un pincelín».
Cómo se acepta como prueba el testimonio de «un policía que escuchó una grabación», pero no se aporta dicha grabación.
Cómo se lleva ya más de 5 años con el caso represivo contra estas trabajadoras y los solidarios, y cómo no se va a abandonar a los compañeros, y cómo se les va a a seguir apoyando.
Ahora la sentencia está en recurso, y llegarán al Constitucional y a Europa para seguir defendiéndoles, pero ya se produciría estando los compañeros en prisión.
*Olvidados de la Transición.
Las intervención siguiente dio paso a Javier, hermano de Ángel Almazán Luna, un joven de 18 años que murió el 20 de diciembre de 1976 en Madrid, 5 días después de haber sido golpeado brutalmente por la policía durante una manifestación. Ángel recibió el impacto de una pelota de goma policial y, pese a su estado, la policía le dio una paliza y le custodiaron los cinco días que agonizó en un hospital. La Justicia militar determinó que había muerto al golpearse contra una farola.
Javier denunció el silencio de la llamada Memoria Histórica oficial cuando de crímenes del fascismo se trata, exigiendo la verdad sobre todos los asesinatos llevados a cabo por la policía o bandas parapoliciales y mercenarias en la mal llamada Transición. De reivindicar y luchar por la verdadera Memoria histórica, «que de una maldita vez tengan que reconocer que fueron crímenes de lesa humanidad». Y de abrir un verdadero debate sobre la Transición y su sangriento reguero. «A la juventud le han negado ese conocimiento».
De cómo en defensa de esta reivindicación imprescindible, el Colectivo por los Olvidados de la Transición no se cansa de difundir y denunciar estos asesinatos ‘olvidados’, esa impunidad que la amnistía farsa otorgó a tantos y tantos asesinos. También denuncian internacionalmente, y están recibiendo numerosos apoyos. «Reconocer a los asesinados derriba la trayectoria de los asesinos».
En España, los medios de comunicación, salvo honradas excepciones, apoyan ese ninguneo que el Estado y sus diferentes gobiernos han ido tejiendo a lo largo de estos 48 años de impunidad. Hemos tenido que oír cosas como que «eran daños colaterales para afianzar la democracia», «los mataron ¡y qué!», «caminaban a la contra». Y se refieren a 150 personas asesinadas por la policía, a otras 150 por las bandas parapoliciales, a una vergonzosa ley de memoria que deja fuera de reconocimiento a miles de víctimas del fascismo y la represión de las últimas décadas…. mientras no se cansan de repetir memoria para los muertos por ETA. Nunca reconocerán a las otras víctimas, a las asesinadas por los aparatos del Estado. «Y esa es nuestra lucha, el reconocimiento, la memoria, la verdadera justicia para los asesinados olvidados por la Transición. Si la juventud actual los recuerda, habremos vencido»
*El compañero Diego, de la Plataforma Antirrepresiva de Guadalajara.
Hace más de cinco años desde la detención y posterior imputación de ocho activistas de la PAH por intentar frenar un desahucio dentro de una entidad bancaria de Caixabank en Cabanillas del Campo, Guadalajara. Enfrentan penas de hasta tres años y medio, acusadas de delitos de resistencia a la autoridad y desobediencia, incluso a pesar de que los policías que los detuvieron hablaron de “resistencia pacífica”.
Les han arruinado la vida a los compañeros, todo por un montaje consecuencia de una protesta, y ante esto «Preguntamos, ¿estamos preparados para enfrentar la represión?». Y más en este ‘a corto futuro’, donde la única realidad del Estado es y será el intento de aumentar la tasa de ganancia del capital, y eso traerá más represión, desánimo y desorganización. «¡Hay que trabajar contra el desánimo, fortalecernos ante la represión, organizarnos!».
El objetivo de la represión es enviar un mensaje principal «que nadie se organice», y hay que luchar y luchar contra todo ese mensaje derrotista, contra el desánimo que causa el sufrir criminalización.
En el caso de «Los 8 de Caixabank», los compañeros no se van a presentar al juicio «porque ya está la sentencia escrita» «y porque nuestro objetivo es político, no es un juicio solo por un hecho social, el de intentar evitar un desahucio». «La impunidad de la Banca, el blanqueo que hacen del dinero, los desahucios…, todo, ¡hay que aceptar las reglas que imponen!!».
«No vamos a juicio porque los juzgados han demostrado ser los tribunales del enemigo. Hay colectivos que creen que la justicia puede ser ‘neutra’, y eso es un error, pues todos los casos donde se ha conseguido la absolución lo han sido por la solidaridad, por la presión popular»
«Lo que hicimos lo volveríamos a hacer».
Terminó la exposición llamando a apoyar la desobediencia civil, la solidaridad con la clase obrera, y mandó «todo el cariño y afecto a todos los represaliados»
*Una compañera de Extinction Rebellion, Xr, nos habló sobre los 15 procesamientos debido a la represión que han sufrido en su militancia en denuncia de la crisis climática.
Extinction Rebellion protestó ante el Congreso de los Diputados contra la crisis climática. Por ello, les detuvo la Brigada Antiterrorista y les llevaron a juicio un año después. ¿Y qué hicieron? Repetir la acción el mismo día del juicio. Porque la represión del Estado no debe hacernos parar nuestras luchas.
Defienden un cambio en la acción política desarrollado desde abajo, desde la desobediencia civil sostenida en el tiempo. Además, desde la resilencia, cuidar a los y las activistas, preparando muy bien las acciones.
Saben que el mensaje represivo que les han mandado, 8 años de prisión para cada una de las 15 activistas, les hace prepararse ante la etapa represiva. Contó la compañera cómo la represión al colectivo británico ya ha empezado, con las primeras encarcelaciones. «Pero no nos está parando». Saben que con la represión los Estados y los gobiernos «quieren desmontar todo lo que les molesta». De ahí vienen las implicaciones policiales, la infiltración de policías en colectivos no violentos, los montajes, la criminalización. «No están para servir al pueblo», y por eso consideran un peligro para el sistema a activistas contra la crisis climática.
*Pasó al micro un compañero de «Los 11 de la Subdelegación», que habló en nombre de la la PAP.
El pasado mes de noviembre, se juzgó en Lleida a 11 personas acusadas de desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y lesiones, ascendiendo las penas a 58 años de cárcel y más de 40.000 euros de multa, por manifestarse contra la detención de Puigdemont y la represión del 1 de Octubre. Fiscalía les ofreció un pacto para que condenaran su propia lucha. Su juicio fue una farsa donde se pudo ver la persecución a los anti-fascistas en este Estado, y gracias al apoyo solidario la sentencia ha resultado absolutoria para todos ellos.
Pero ellos no agacharon la cabeza ni un momento, defendiendo ante el tribunal la dignidad y desplegando una gran campaña de solidaridad en la calle. Gracias a ello salieron absueltos, dando ejemplo de que lo único útil ante un juicio político no es renunciar a nuestros principios, sino seguir luchando.
Tras la criminalización en 2018, a militantes y jóvenes conocidos en la ciudad, empezó una campaña para denunciar la represión y denunciar a los partidos que vendieron el 1-O.
Durante el juicio, ellos sintieron como no se juzgaba a 11, sino a los cientos de militantes criminalizados, así que reivindicaron «Si manifestarse es delito, nosotros somos culpables». Se sintieron también como cabezas de turco, en un juicio sin pruebas, ya criminalizados. Pero ante el apoyo popular, lograron la absolución. Les queda el recurso a los represores, pero por el momento solo pueden estar muy contentos por la gran respuesta popular de solidaridad.
Para reprimir en Catalunya, se han puesto de acuerdo ERC, el PSOE y Podemos, así que ven como imprescindible el tejer y consolidar una amplia unidad antirrepresiva. Porque en Catalunya hay 4.500 represaliados, desde unos ya en prisión como Pablo Hasél, a otros con sentencia de cárcel como Adrián Sas, a juicios, casos represivos, multas…
«Desde 1939 no ha habido ni un solo día sin presos políticos en las cárceles del Estado español».
Ante todo el panorama represivo, resistir y seguir resistiendo, que es vencer. El silencio ante la represión es complicidad, y por eso nadie de ellos nos representa, pues ninguno de ellos defiende al pueblo. A por la amnistía total.
*Para terminar las ponencias y como cierre de las charlas, el compañero Marco, del MAR, ató broches en lo hecho y en lo que queda por hacer.
«¿Qué tienen en común todos los represaliados? Que todos, por muy diferentes motivos, son perseguidos políticamente.
Aquí, con este Gobierno, es él quien reprime, quien ampara a los nazis, quien ordena los desahucios, quien ha infiltrado policías entre los colectivos populares y el que sigue negando el derecho de organización. Quien en 4 años no ha movido una sola coma de la Ley mordaza. Qué poco importa quién gobierne, si unos u otros, si la represión siempre la sufren los mismos.
Nos toman el pelo, se ríen del pueblo. Ofrecen una reforma de ley de secretos oficiales, pero ponen todo bajo llave y mayor secreto lo acontecido desde 1973. Promulgan una ley de memoria democrática, que acota fechas hasta 1978, ya después no son siquiera crímenes de Estado. El compañero pone unos cuantos ejemplos de toda esta impunidad, blanqueamiento y escarnio: Ursino Gallego, joven de Parla de 14 años asesinado en marzo de 1979 de un balazo de goma policial, cuando se manifestaba con todo el pueblo pidiendo agua. Juan Carlos Delgado de Codes, militante del PCE(r) asesinado por miembros de la Brigada Central de Información en abril de 1979. Abelardo Collazo, dirigente de los GRAPO asesinado en 1980. Joseba Arregi, asesinado por torturas en 1981. El «caso Almería» donde 3 jóvenes fueron torturados, asesinados y quemados por la G.C. Lasa, Zabala, y sus asesinatos, y el GAL. Y Lucrecia Pérez, asesinada por un guardia fascista. O Guillem Agulló. O Isabel Aparicio, presa comunista exterminada en prisión. O Gonzalo, obrero de Reinosa, muerto en la lucha contra la reconversión. O los asesinatos en la valla de Melilla… ¡Todos en el olvido!
Y como jamás quedarán en el olvido, el Estado ya nos deja claro de que lado está. Y que por tanto de nada valen sus instituciones. Y que la única alternativa es luchar, y con autodefensa si fuera necesario. Y no hay que olvidar la lucha de los trabajadores de Tubacex, y tomarla como ejemplo. Y alzar bien alta la bandera por la verdadera memoria histórica… Son banderas de todos, y hay que reivindicarlas y levantarlas. No vamos a olvidar ni a perdonar los crímenes del Estado terrorista, ni a los represaliados. Tampoco vamos a blanquear las farsas electorales, en las que se da permiso a la represión, al exterminio de los presos políticos, a la opresión de los trabajadores. Ni votando, ni pactando, ni pasando la fregona en las cárceles venceremos.
Como en los ejemplos de las ponencias de hoy, donde ha habido muestra de claros ejemplos de represión, pero también de resistencia y organización.
Porque no hay libertades políticas, porque todo son ‘delitos’ que las acotan. Porque no hay derechos laborales, porque hay servicios mínimos ante cada huelga. Y así etc, etc. Y cada día debiera quedar más claro que los derechos no se mendigan, se luchan y ejercen.
Como mayor ejemplo de resistencia frente a toda esta brutal situación, el militante del MAR puso el ejemplo de las y los presos políticos. Y cómo son al mismo tiempo la muestra de que aquí no hay democracia como venden.
Y esa es una de sus tareas, repetir y repetir, explicar y denunciar, que aquí hay presos políticos porque no hay democracia.
Y por eso la importancia de la lucha por la amnistía. De la libertad para todos los presos políticos sin importar el método de lucha que hayan empleado. Por su dignidad, por sus principios ideológicos, pues aún de ser exterminados en prisión no bajan la bandera ni la cabeza. ¡¡Pues nosotros tampoco!! Ellos han dado su libertad y su vida contra este sistema de terror. Han luchado y luchan por la clase obrera. La cárcel es una trinchera más. Y por eso exigimos y luchamos por lograr la amnistía para que los presos políticos estén en la calle luchando con nosotros. Y por eso usamos la lucha antirrepresiva como herramienta de movilización, denuncia y organización. Una vez más, se demuestra que «la legalidad la tendrán ellos, pero nosotros tenemos la legitimidad».
Y el gran valor que significa la unidad antirrepresiva, donde luchen juntos las y los compas contra el cambio climático, los represaliados por desahucios y desalojos, los obreros represaliados, las organizaciones criminalizadas, etc, etc. O sea, la Unidad antirrepresiva ante el enemigo común.
¡El Estado está preparado para la represión, preparémonos nosotros!
¡Por la amnistía total!
Terminaron las ponencias, que no las Jornadas. Con servicio de barra y bocatería, los grupos de gente comentaban las charlas, conseguían material en las mesas de los colectivos, se pinchó música…
A última hora asistieron más solidarios y gente joven que no pudo asistir a lo largo de la tarde. La lluvia amenazó fuerte, se desmontaron puestos de materiales, se fue marchando la gente de fuera de Madrid, pero quedaba la pinchada musical. Y allí se quedó la gente joven. Gracias al techo, porque llovieron mares en Madrid, pero el baile no faltó como punto final a estas Jornadas por la Amnistía, que siguen abriendo camino, fortaleciendo la lucha, aclarando postulados, y organizando la unidad anti-represiva, más necesaria que nunca.
Pancarta: «Nos lo han dejado claro: La Ley mordaza, la reforma del código penal y todas las leyes represivas se tumban luchando en las calles».