Recuperando documentos:
Recuperando documentos del Movimiento de Resistencia.
-Contra la ley anti-terrorista y la criminalización de la prensa. 1983.
Comunicado de la AFAPP de Cádiz.
Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos. En Cádiz a 26 de Octubre de 1.983.
La A.F.A.P.P. de Cádiz ante las declaraciones y acontecimientos que más abajo relatamos cree necesario, manifestarse ante la opinión pública en los siguientes términos:
Desde hace algunos meses nuestra Asociación viene siendo sistemáticamente provocada por la policía y por diversas instancias de la Administración.
En primer lugar denunciamos al artículo aparecido hace poco en Cambio 16 en el que se acusa, atribuyendo la información a fuentes policiales, a los miembros de nuestra Asociación de ser informadores de los G.R.A.P.O.
En segundo lugar denunciamos la negativa de la Permanente del Ayuntemiento de El Puerto de Santa María (compuesta por Socialistas, Comunistas y Aliancistas -AP-) a conceder permiso para pegar carteles de nuestra Asociación, asumiendo funciones de censura política que en ningún momento son de su competencia sino de la del Ministerio del Interior. Para ello adujeron informes negativos del Gobierno Civil. Según este, nuestra Asociación no es legal pese a llevar más de seis meses en espera de inscripción en el Registro de Asociaciones, sin recibir del Gobierno Civil ningún tipo de respuesta.
En el mismo sentido se sitúa la denuncia presentada por la policía contra nuestro compañero Francisco Javier Cuadrado Delabat, hermano de un Preso Político, por propaganda ilegal al pegar carteles firmados por la A.F.A.P.P. De nuevo ponen en cuestión la legalidad de nuestra Asociación, ya legalizada por silencio administrativo.
De todos es sabido que durante la trayectoria de A.F.A.P.P. hemos sufrido una serie de detenciones por defender las justas reivindicaciones de los Presos Políticos. Estas detenciones han sido, a veces, presentadas ente la opinión pública como desarticulación de Comandos de Organizaciones que practican la lucha armada. Por todo esto nos tememos que las declaraciones de la policía en el diario El País del 19-10-83 sobre una pasada infraestructura de los G.R.A.P.0. en El Puerto de Santa María intente preparar el ambiente para nuevas detenciones y acciones represivas contra la A.F.A.P.P.
En último lugar queremos manifestar nuestro rechazo e inquietud ante las últimas manifestaciones del ministro Barrionuevo de las que parece desprenderse una declaración de guerra contra toda organización que no acepte los planes represivos del Gobierno.
Queremos manifestar que si defender los derechos de los Presos Políticos y luchar por su liberación es para el Sr. Ministro apología del terrorismo, entonces la Democracia y la Constitución son papel mojado.
Nuestra Asociación es totalmente legal y cualquier intento de relacionarla con otro tipo de acciones no propias de nuestra forma de trabajo no es sino una provocación destinada a crear sobre nosotros «puntos oscuros» y «misterios» que luego Justifiquen la acción policial.
Creemos que no sólo nuestra Asociación se va a ver afectada por las medidas que en este campaña se tomen y por ello vemos en el deber de alertar a toda persona o grupo progresista, demócrata y de izquierdas para que no caigan en estas burdas maniobras.
Esto es un recorte más a la libertad de expresión, asociación y reunión y todos debemos luchar por que el Gobierno dé marcha atrás en este sentido.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN, REUNIÓN Y ASOCIACIÓN
NO A LA LEY ANTITERRORISTA
AMNISTÍA TOTAL.
-Otro preso político muerto.
Comunicado de los presos políticos del PCE(r) y de los GRAPO
Prisión de Soria, 28-6-1984
(Octavilla repartida durante el verano de 1984. Edita: AFAPP)
Un nuevo crimen del socialfascismo
Luis Rodríguez Martínez, ex-militante de los GRAPO, ha aparecido ahorcado en su celda de la prisión de Segovia. Nunca sabremos con certeza las circunstancias que han rodeado su muerte, pero a todos se nos ha venido a la cabeza el caso de los miembros de la RAF en cárceles alemanas, de Agustín Rueda y de tantos y tantos asesinatos que, disfrazados de «suicidios» y «accidentes» han sido perpetrados por los regímenes democráticos en la persona de los presos antifascistas.
Luis Rodríguez Martínez llevaba cerca de seis años en prisión. Durante este tiempo tuvo que soportar largos períodos de aislamiento en las cárceles de máxima seguridad de Zamora y Herrera de la Mancha, esto, unido a los apaleamientos y las repetidas huelgas de hambre, le condujeron a un estado de abatimiento síquico tal que solicitó un traslado de prisión, incapaz de soportar por más tiempo el duro régimen a que estábamos sometidos todos en el centro de exterminio de Herrera de la Mancha.
Desde entonces, su estado mental ha ido empeorando progresivamente, habiendo pasado algunos periodos en el Centro Psiquiátrico Penitenciario de Madrid. Para todos sus compañeros de la prisión de Segovia, donde estaba últimamente, resultaba evidente que no podría soportar por mucho tiempo la situación de reclusión penitenciaria y así lo denunciaron en alguna ocasión. Por otra parte, él mismo solicitó repetidas veces que le fuera concedida la libertad provisional o en su defecto, el traslado a una cárcel catalana, donde pudiera ser atendido por su familia; incluso intentó presionar por medio de huelgas de hambre, lo que no supuso otra cosa que empeorar su salud aún más.
Como es natural, el gobierno del PSOE hizo caso omiso a cualquiera de estas peticiones, despreciando cualquier consideración a su situación mental o personal y empujándole así, inexorablemente, al suicidio. Con esta actitud, el gobierno de Felipe González prosigue la carrera criminal que inaugurara con el asesinato de Juan Martín Luna, añadiendo así un eslabón más a la larga cadena de represión que está caracterizando su mandato: los registros de barrios y pueblos, las detenciones masivas de trabajadores, la tortura sistemática, la guerra sucia, las cárceles de exterminio y la ley de fugas. Ahora se abre el nuevo capítulo de las condenas a muerte de los prisioneros antifascistas.
Los presos políticos del PCE(r) y los GRAPO de la prisión de Soria denuncian ante la opinión pública este nuevo crimen de los socialfascistas, con el convencimiento de que si su actitud vengativa, represora y canallesca ha sido la que ha impulsado a Luis Rodríguez Martínez a ponerse la soga al cuello, mañana, si no lo impedimos, van a ser ellos mismos los que intenten ponérnosla a cualquiera de nosotros haciéndolo pasar, como ya es normal, por un mero «suicidio».
-La policía del PSOE apunta a la cabeza del Movimiento de Resistencia Popular. 1985.
Presos Políticos del PCE(r) y los GRAPO
Prisión de Soria. 12 de Febrero de 1.985.
Entre los días 19 y 20 de Enero, en una operación policial de gran envergadura, fueron detenidos tres militantes del PCE(r), quince guerrilleros de los GRAPO y el familiar de uno de éstos. Para llevar a cabo estas detenciones, el gobierno no ha escatimado medios ni tiempo, empleando miles de policías en el control de familiares y amigos de los revolucionarios, pisos de alquiler, contratos de compraventa, intervención de teléfonos, violación de correspondencia, control de poblaciones y transportes públicos, etc, Todo, para esperar el descuido o el error del combatiente y poder, así, llegar a su captura.
A pesar de lo que a primera vista puede aparecer como una operación policial destinada, una vez más, a presentar la enésima «desarticulación» de los GRAPO, esta redada policial va más lejos. En realidad, el gobierno del PSOE intenta asestar un golpe a la vanguardia revolucionaria de un Movimiento de Resistencia que le está poniendo contra las cuerdas día a día. Para ello, no duda en apuntar directamente contra dos elementos que aparentemente, no están en el centro de la operación policial: el PCE(r) y los presos políticos.
Entre torturas e interrogatorios salvajes, a los detenidos se les ha intentado en todo momento hacer firmar declaraciones que implicaban directamente al PCE(r) en la estructura orgánica y la actividad militar de los GRAPO.A Jaime Simón Quintela, se le quería hacer firmar una declaración en la que el PCE(r), y especialmente su Secretario General, Manuel Pérez Martínez, Arenas, aparecía como dirigente de los GRAPO.
El odio de la policía contra el PCE(r) y el camarada Arenas, así como sus deseos de hacerles desaparecer de la circulación para siempre, liquidándolos, se reflejaba, por ejemplo, en los comentarios que le hacían a Luis Cabeza Mato en el sentido de que «a Arenas tenemos órdenes de arriba de liquidarlo» o «fue un error que no nos permitieran matarlo cuando salió de la cárcel».
Tampoco nosotros, los presos políticos de estas dos organizaciones, nos vemos libres de la amenaza policial; está muy claro que sus deseos serían tenernos, ya que no muertos, por lo menos así enterrados en vida, aislados completamente, que no llegase a la calle ningún aliento de nuestra existencia, ni un asomo de nuestro ejemplo de luchadores comunistas. Para preparar la coartada «legal» que les permita todo esto, a Rodríguez Veloso le hicieron firmar que Calero Arcones le puso la cita con los GRAPO desde Carabanchel, o, a Laureano Ortega, que Hierro Chomón, Brotons Beneyto y Sánchez Casas le obligaron a pasar a la lucha armada.
Pero no tiene toda su confianza el Ministerio del Interior en que con estas detenciones y las que puedan venir puedan acabar con el PCE(r) y los GRAPO. En todo momento, la policía ha intentado empujar a estos luchadores detenidos hacia la claudicación, poniéndoles como «modelos» a imitar a los 14 «arrepentidos» que en noviembre abandonaron nuestras filas. «Tenéis que hacer como ellos; sólo sobre esa base se puede negociar» Apuntaros a la reinserción, como los trece de Soria; si no lo hacéis, pronto van a empezar los «suicidios»de presos como en Alemania»; con éstas y parecidas frases les han bombardeado continuamente durante los diez días me permanecieron en comisaría.
Este es el resumen del «lo tomas o lo dejas» que lanzó Felipe González a los mejores hombres y mujeres del pueblo, a su vanguardia política y militar: 0 claudicar, abandonando toda la lucha contra los planes antiobreros y antipopulares, o la represión más bestial de todo el aparato policial y militar del Estado.
Precisamente el no aceptar la claudicación, el desafiar la represión y el adoptar por seguir la lucha hasta el final es lo que une hoy día estrechamente a todo el pueblo trabajador, y su vanguardia, desde los obreros de astilleros, hasta las organizaciones políticas y guerrilleras, pasando por los presos políticos. Ni la clase obrera y el pueblo van a permitir que asesinen a sus dirigentes más decididos y esclerecidos, ni éstos van a cejar en sus esfuerzos para conducirles a la victoria. Contra esta unidad y solidaridad combativa, nada pueden GEOS ni guardias civiles; contra ellos se estrellarán irremediablemente cuantos planes liquidadores tramen los socialfascistas.