Luchas obreras rescatadas del olvido.
Agenda
Viene del domingo 16 de julio.
Reino Unido -1926-
Huelga General -y II-
… /… desbordando las previsiones del gobierno e incluso del TUC que por momentos perdió el control sobre los huelguistas. A destacar fueron las acciones de los trabajadores del transporte que consiguieron paralizar todo el país en este sector.
Mientras el gobierno puso en marcha una milicia de agentes especiales denominada Organización para el Mantenimiento de Suministros, voluntarios que debían mantener el orden. Grupos de fascistas formaron la División Q, bajo el mando de Rotha Lintorn-Orman con el objetivo de combatir y reprimir a los huelguistas.
El 8 de mayo, se sucedieron los altercados en los muelles londinenses. Las mercancías eran protegidas por el ejército dentro de los puertos mientras los piquetes impedían la salida de carga. El ejército consiguió romper la línea de los piquetes y transportó mercancías hasta Hayde Park. Winston Churchill, llegó a decir que “las ametralladoras deberían ser usadas contra los huelguistas”. La polémica más aguda en torno a Churchill llegaría cuando comentó que el régimen fascista en Italia de Benito Mussolini había “rendido un servicio al mundo, pues había enseñado como se combaten la fuerzas de la subversión.”
El 11 de mayo, el Flying Scotsman (tren que cubría la línea Londres-Edimburgo) fue descarrilado por los huelguistas cerca de Newcastle. El 12 de mayo, el Consejo General del TUC visitó el 10 de Downing Street para anunciar su decisión de suspender la huelga, siempre que las propuestas elaboradas por la Comisión Samuel fueran respetadas y que el Gobierno ofreciera una garantía de que no habría persecución de huelguistas. El gobierno declaró que no tenía “ningún poder para obligar a los patronos a readmitir a los obreros despedidos que habían secundado la huelga”. Así, el TUC acordó poner fin a la huelga sin llegar a ningún acuerdo con el gobierno.
Los mineros se mantuvieron en la lucha algunos meses más antes de ser obligados por sus propias necesidades económicas a volver a las minas. A finales de noviembre una amplia mayoría de mineros estaban de vuelta en sus puestos de trabajo. Aun así, muchos mineros fueron despedidos y los empleados se vieron obligados a aceptar salarios más bajos y más horas de trabajo. Los huelguistas se sintieron traicionados. El efecto sobre la minería británica fue profundo. Los conflictos laborales disminuyeron y la agresiva Ley sindical de 1927 prohibió los piquetes y las huelgas obreras que tuvieran un objetivo de solidaridad.