Antes que de su amigo Núñez Feijóo, el narco Marcial Dorado salió indemne de su relación judicial con Grande-Marlaska.

Foto con narco y mentiras encubriéndolo.

Fascismo y Guerra sucia:

-Grande-Marlaska desestimó un recurso de Fiscalía contrario a la absolución del narco relacionado con Feijóo.

Antes que de su amigo Feijóo, el narco salió indemne de su relación con Marlaska.

El juez vasco, ministro de Interior del Gobierno de Pedro Sánchez, desestimó en el año 2000 un recurso de la Fiscalía y la Abogacía del Estado contra la absolución del narcotraficante gallego Marcial Dorado y dos guardias civiles acusados de intentar introducir tabaco de contrabando en Santurtzi.

Cinco años después, Marcial Dorado fue condenado por intentar sobornar a dos guardias civiles para tratar de introducir tabaco de contrabando en Galicia.

Alberto Núñez Feijóo, sobre las fotografías en las que aparece el candidato del PP junto a Marcial Dorado en 1995, tomadas en el yate del narcotraficante gallego. Según documentación judicial recabada, fue un juez vasco, Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior del Gobierno socialista, quien en 2000 desestimó un recurso de la Fiscalía y la Abogacía del Estado contra la absolución de Marcial Dorado y dos guardias civiles, acusados de liderar una red de contrabando a la que se decomisaron en Santurtzi cinco millones de cajetillas de tabaco en 1992. Este dato no se había hecho público hasta el momento.

La Guardia Civil detuvo en 1992 a Marcial Dorado al estar reclamado por un juzgado de Barakaldo por su presunta implicación con un alijo de cinco millones de cajetillas de tabaco rubio incautado en el buque alemán Eugen Rothoenhoeper. Previamente, en 1990, Dorado había sido detenido en el marco de la Operación Nécora contra el narcotráfico gallego, aunque días después de su encarcelamiento fue puesto en libertad sin cargos.

Paralelamente, el Servicio de Información de la Guardia Civil detuvo en Santurtzi a dos capitanes de este cuerpo a los que presuntamente había sobornado Marcial Dorado, considerado por las Fuerzas de Seguridad del Estado uno de los jefes históricos del contrabando de tabaco en Galicia, con el objetivo de que permitieran la descarga del tabaco en el puerto del municipio. Los agentes estaban acusados de percibir cerca de dos millones de pesetas por su presunta conducta delictiva. Durante el juicio comparecieron 27 testigos, entre ellos un capitán de la Guardia Civil, quien aseguró que la organización acusada de contrabando le ofreció 150 millones de pesetas si permitía la entrada del tabaco en el puerto vizcaíno.

El fiscal solicitaba un total de 30 años de prisión, así como 23.000 millones de multa. Sobre Marcial Dorado, acusado de liderar la organización, pesaba una petición fiscal de tres años de cárcel y más de 2.300 millones de pesetas de multa. El valor del tabaco incautado en Santurtzi se estimó en 1.166 millones de pesetas. Una hábil defensa, frente a una instrucción calificada en su día de “penosa” y “vergonzante”, dio como resultado una sentencia del juzgado de Barakaldo absolutoria para los diez acusados. Los dos guardias civiles acusados habían ascendido a comandantes.

Foto. Marlaska.

Como indica la documentación judicial recabada, la Fiscalía y el Abogado del Estado recurrieron la sentencia absolutoria, pero la Audiencia Provincial de Bizkaia, con Fernando Grande-Marlaska como presidente, decidió desestimar el recurso en el año 2000. Pese a estar acompañado de dos jueces para la deliberación, Grande-Marlaska se postuló como magistrado ponente que expresó el parecer de la Audiencia Provincial para desestimar el recurso contra la absolución de los acusados dictada por el juzgado de Barakaldo en 1999.

La intervención de Grande-Marlaska en las investigaciones judiciales sobre Marcial Dorado no terminó en el año 2000. Nueve años después, Marcial Dorado fue detenido por orden de Fernando Grande-Marlaska, entonces juez de la Audiencia Nacional, por un presunto delito de blanqueo de capitales. Dorado era arrestado por inspectores de la Agencia Tributaria a las puertas de la prisión de A Lama, donde iba a pasar la noche en cumplimiento del tercer grado de una condena de tres años por intentar sobornar a dos guardias civiles entre 1997 y 1998 a fin de que le facilitasen la introducción de tabaco ilegal en Galicia. Por este asunto había sido condenado en 2005, cinco años después de que Grande-Marlaska desestimase el recurso contra la absolución de la acusación de intentar sobornar a guardias civiles en Santurtzi para introducir tabaco en el llamado “narco-oasis vasco”.

Marcial Dorado intentó, sin éxito, que los tribunales obligaran al Estado a resarcirle por la incautación de aquel alijo de tabaco en Santurtzi en 1992. Un contrabandista de origen gallego afincado en Bilbao, que habría ejercido de lugarteniente de Dorado en Santurtzi, denunció al Estado, buscando una indemnización por funcionamiento anormal de la Administración de Justicia que fue rechazada.

Foto. El narco Marcial Dorado.

El negocio de mentir y la ruta de la impunidad

En la década de los años 90, las madres que denunciaban la connivencia de personalidades del PP, miembros de las Fuerzas de Seguridad y jueces, con el narcotráfico, aludidas recientemente por Yolanda Díaz en su reproche a Alberto Núñez Feijóo por su relación con el narco Marcial Dorado, llegaron a desplazarse en autobús a un juicio celebrado en Donostia contra una red vasco-gallega de narcos que se acercaban al PP.

Entre los acusados de pertenecer a la organización liderada por Marcial Dorado en Santurtzi se encontraba un histórico contrabandista de origen gallego afincado en Bilbao. A principios de 2002, dos años después de ser absuelto, la Ertzaintza lo acusó de liderar una red de narcotráfico. Para entonces, este contrabandista ya había concedido una entrevista al periodista gallego ya fallecido Pepe Rei, quien meses antes entrevistó a otro tótem del narcotráfico gallego, Laureano Oubiña.

En el año 2000, Rei dirigió un documental sobre las relaciones de las cloacas del periodismo con la policía patriótica del PP, titulado Periodistas, el negocio de mentir. Un año después dirigió otro documental, Narcos, la ruta de la impunidad, del PP a Intxaurrondo, cuya emisión estuvo vetada en la televisión pública vasca hasta 2019.

https://www.elsaltodiario.com/corrupcion/grande-marlaska-desestimo-recurso-fiscalia-absolucion-narco-relacionado-feijoo

Foto del narco y su amigo en un yate.

-La íntima relación de Feijóo con el narco, y las mentiras para despejar las gravísimas acusaciones.

Que se volviera a desenterrar el pasado de Feijóo junto al narcotraficante Marcial Dorado en elecciones, era esperable.

Yolanda Díaz lo conoce bien, pues es una historia que la enfrentó hace diez años con el mismo oponente y por el mismo tema en el Parlamento de Galicia. Díaz era entonces la portavoz de Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) y Feijóo, un presidente en apuros por las comprometedoras fotografías que acababa de publicar el diario El País y que revelaban años de amistad de un alto cargo de la sanidad gallega con un capo de las Rias Baixas. Aquellas imágenes del líder del PP navegando con el narcotraficante en la ría de Vigo en 1995 o viajando por las montañas de Asturias un año después estuvieron a punto de truncar la carrera política.

Sin embargo, Feijóo consiguió salir a flote y lo hizo sin dar prácticamente ninguna explicación: enredado en numerosas imprecisiones y con la técnica del victimismo. Cuatro días después de la publicación de ese álbum Feijóo acabó con la sobreexposición mediática, repartió 900.000 euros de ayudas de la Xunta entre la prensa gallega y proclamó: “Se acabó la infamia”.

Antes, el presidente de la Xunta había dado algunos datos sueltos de cómo había surgido la relación. Admitió que a Dorado se lo había presentado Manuel Cruz, un chófer de la Xunta al servicio del jefe de Feijóo entonces, José Manuel Romay Beccaría, por aquella época conselleiro de Sanidad. Cruz tenía un segundo empleo más oscuro como testaferro de Dorado. Fue otro de los habituales de las excursiones al mar y a la montaña de Feijóo y el narco.

Feijóo dijo que había cortado toda relación con Dorado cuando empezó a desconfiar. Pero el juez José Antonio Vázquez Taín, que por aquella época investigó al narco, dio un dato que contradecía la versión del presidente de la Xunta pese a intentar defenderlo. En una entrevista en El Mundo señaló que en las conversaciones de Feijóo y Dorado no había visto nada delictivo. Problema para Feijóo: esas conversaciones se habían producido después de la fecha en la que el dijo haber cortado la relación. Todo quedó en medio de la nebulosa que rodea a aquellos años de Feijóo como número dos de la sanidad gallega.

Tras varias comparecencias públicas que solo acrecentaron las sospechas sobre aquella relación, el 24 de abril de 2013 Feijóo se enfrentó a una sesió de control. Los tres grupos de la oposición –la AGE de Díaz y Beiras, el Partido Socialista y el BNG– le reclamaban información sobre su relación con Marcial Dorado, al que toda Galicia conocía como uno de los capos de las Rias Baixas y que antes de que Feijóo se subiese a sus yates ya había sido detenido en la Operación Peseta Connection. Era la segunda vez que el asunto salía a relucir en el Parlamento de Galicia.

Foto. Madres de toxicómanos gallegos, contra los narcos.

La primera había sido unas semanas antes, en formato de comparecencia y con una intervención en la que el histórico dirigente nacionalista, Xosé Manuel Beiras, sucumbió a las lágrimas al recordar a un familiar cercano atrapado por las drogas. Ese día Beiras lloró y en el segundo debate sobre el mismo tema Feijóo usó aquello para tratar de ridiculizarlo. No hizo falta mucho más: Beiras se levantó y caminó hasta el escaño de Feijóo mientras en el hemiciclo se cortaba la tensión. A apenas un palmo de su nariz golpeó la mesa de un puñetazo mientras espetaba: “Es usted indigno de ser presidente de la Xunta”.

La siguiente en intervenir aquel día fue Yolanda Díaz, pero Feijóo ya no iba a decir apenas nada más, salvo para exigir que se disculpasen con él. El dirigente conservador se amarró al victimismo y se confesó amedrentado por la actitud previa de Xosé Manuel Beiras frente a su escaño.

Pese a que Díaz le recordó que todo el mundo sabía a qué se dedicaba Dorado en la época de sus escapadas con Feijóo (fueron media docena de viajes en un par de años), el político del PP se negó a dar ningún tipo de explicación. “Quien no era conocido en los años 90, señor Feijóo, era usted. Marcial Dorado era conocido para todo el mundo en nuestro país”, Feijóo respondió ofreciendo más silencio: “Como no se merece ninguna respuesta, remitiré los datos por los que usted me pregunta a la cámara, a la Justicia y a Galicia”. No cumplió esa promesa.

La oposición quería saber aquel día cuántos contratos había firmado el Gobierno de Fraga con Dorado y por qué importes. Y es que el de los encargos de la Xunta a las empresas legales del narcotraficante es quizás uno de los capítulos menos conocidos de la historia entre Marcial Dorado y Alberto Núñez Feijóo.

El Gobierno gallego tenía la obligación de custodiar toda esa documentación y se la reclamaron por la vía parlamentaria. Para cuando los papeles llegaron a la Cámara, lo que se encontraron fue una sucesión de elipsis y ni un solo contrato de la época en que Feijóo era alto cargo de la Consejería de Sanidad. ¿Qué había sucedido? Según el equipo de Feijóo, los contratos con las empresas legales de Dorado se habían perdido en una inundación que afectó al almacén en donde se custodiaban.

El tema quedaba así resuelto y Feijóo ganaba minutos al reloj por la publicación de su biografía conjunta con Dorado en imágenes, en un tiempo en el que él era directivo del Servizo Galego de Saúde (Sergas), un departamento que se encarga de la gestión sanitaria y también la lucha contra las drogodependencias.

En cualquier caso, en aquel marzo de hace diez años, cuando El País reveló aquella estrecha relación, el propio Feijóo prefirió no comprobarlo directamente. Mientras media Galicia se pasmó con la exclusiva, él decidió poner tierra de por medio y viajar de visita comercial a México. El diario Vanguardia, editado en aquel país, recibió su llegada con el siguiente titular: “Político vinculado con el narco visita a Peña Nieto”.

https://www.eldiario.es/galicia/estrecha-relacion-feijoo-narcotraficante-marcial-dorado-irrumpe-campana_1_10385359.html

No haría falta una línea más de datos, fechas u opinión para que si hubiese jueces verdaderamente independientes en este Estado establo, más de uno se vería preso por las relaciones íntimas con un personaje al que conocía toda Galicia (menos Feijóo, claro), y que causó la ruina a miles de familias con toxicómanos enganchados a su farina. El delito que ha cometido Feijóo, y que al antagónico e irreconciliable de toda esta basura, el Camarada Arenas, le aplicaron para encerrarlo de por vida, es el de la «omisión del delito». A Arenas se lo aplicaron sin prueba alguna, las de Alfredo con Marcial inundan las redes.

El otro, el que miraba a otro lado cuando se le presentaban detenidos torturados, resulta que también blanqueó el expediente de este narcotraficante.

Que sirva esta denuncia de homenaje a Pepe Rei, un verdadero periodista de investigación, que tanto desveló del terror del narcotráfico, y su siempre relación con los cuerpos de seguridad y la indulgencia de los jueces. Y pagó caro por ello, cárcel, guerra sucia, criminalización.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.