Movimiento obrero. Su brutal situación:
Explotación laboral:
-La plantilla de Bon Preu anuncia nuevas protestas: «Es el peor supermercado para trabajar».
Trabajadores de la cadena de Joan Font denuncian despidos «irregulares» y aseguran que se movilizarán en los próximos meses.
El convenio pactado, que llegó tras múltiples protestas, contemplaba un incremento salarial del 10,5%. En concreto, el texto estipulaba que en 2022 el incremento sería del 4% -con efectos retroactivos-, de 2,5% en 2023, del 2% en 2024 y del 2% en 2025. Gran parte de los empleados consideran que es «insuficiente» y exigen una subida del salario en base al incremento real del IPC. No obstante, las demandas de los empleados van mucho más allá de la reivindicación económica: denuncian despidos irregulares, acoso laboral e incumplimiento del Código Laboral y de la Seguridad Social.
Mientras, Bon Preu ha tenido un beneficio neto de 33,7 millones de euros. Y sus buenos balances de resultados han situado a Font en el puesto noventa de la Lista Forbes de millonarios del mundo, con un patrimonio de 325 millones de euros.
Huelga con acuerdo:
-Trabajadores y Certio firman el acuerdo y se acaba la huelga indefinida en la ITV de Menorca.
La empresa se ha comprometido a aumentar el personal y a cubrir las vacantes, incorporando a nuevos trabajadores que están a punto de llegar a la isla.
Tras 71 días en huelga indefinida, los trabajadores logran de TÜV Rheinland Certio, una subida de un 5%, que se complementará con otra posterior de otro 5% en mejora de servicio.
Se ha contado con la mediación del Consell Insular de Menorca, que se encargará de poner en marcha la normalización del servicio de ITV tras los casi dos meses y medio de huelga.
Despidos:
-Los 62 trabajadores de Telnet Zaragoza pierden su sustento a la espera de la ejecución del ERE.
Dejaron de percibir en julio el permiso retribuido que sustituía a su nómina mientras esperaban a quedarse por fin en la calle para cobrar la indemnización y buscar una nueva forma de ganarse la vida. No cobran ni un euro de la empresa porque lo poco que queda de la original está ahora gestionada por la administración concursal, que no puede hacer frente al pago porque no tiene apenas nada que vender.
El proceso se irá hasta septiembre con más de seis decenas de familias en un limbo legal que exigen solucionar.
Después de seis ertes a lo largo de tres años en los que Telnet acumuló pérdidas, la empresa fundada por Manuel Villarig hace 30 años y una de las señeras de las tecnológicas en Aragón se decidió a adelgazar un 40% de su plantilla con el despido de 65 trabajadores. Sin embargo, cuando la negociación entre la dirección y el comité de empresa estaba a medio hacer, Telnet entró en concurso voluntario de acreedores.
Trampas empresariales:
-“La Ley Rider no está funcionando”: los repartidores organizan huelgas y critican las irregularidades de Glovo.
Dos años después de la aprobación de la norma critican la precariedad en el sector y que se den prácticas “abusivas”. Desde los colectivos alertan del bloqueo de cuentas para sancionar a los trabajadores.
“Hecha la ley, hecha la trampa”, dice el refrán. También lo sostienen muchos de los repartidores de comida a domicilio bajo plataformas web como Glovo, Uber Eats o Just Eat. Critican que dos años después de haber aprobado la Ley Rider por el Ministerio de Trabajo, siga habiendo falsos autónomos, condiciones laborales precarias e incluso represalias a los trabajadores que protestan. Desde que empezó el verano ha habido huelgas en Barcelona, Algeciras, Cádiz y Palma de Mallorca.
La tarifa base del pedido lleva recortada desde el año 2020, en plena pandemia. Antes estaba en 5 euros por pedido, ahora está en los 2,5 euros. “Esto sin tener en cuenta la subida del precio de la gasolina o los gastos que puedas tener en tu vehículo”.
Glovo cuenta con 15.000 repartidores —todos ellos autónomos—, Just Eat a 2.000, teniendo a algunos con contrato indefinidos y con otros de los restaurantes y Uber Eats no ha dado datos. “La gran mayoría son trabajadores operando como falsos autónomos”.
En 2022, Glovo ganó un total de 490 millones de euros. “Echo unas diez horas al día y de lunes a domingo”, dice Fernando Roan, repartidor de la empresa y portavoz de la Asociación Unificada de Riders (AUR) y añade que apenas tiene días de descanso. Critica también que el kilometraje se paga diferente dependiendo de la zona, “se paga más en Madrid centro que en las afueras”. También critica la falta de información de riesgos laborales por parte de la empresa.
Pobreza, castigada:
-El Síndic insta a compensar a tres personas sin hogar por una actuación de la policía local.
El organismo autonómico da la razón a las personas sin hogar que denunciaron a la policía local por tirar sus enseres personales a la basura.
En los días previos a las pasadas fallas, la Policía Local de València depositó en contenedores lo que consideró “cartones y bolsas de basura” que había en la zona ajardinada situada junto al número 21 de la calle Filipinas. Sin embargo, los agentes no sólo retiraron esos residuos sino que también arrojaron a la basura los enseres personales de las personas sin hogar que dormían en esos jardines, según denunciaron las propias víctimas y otras vecinas del barrio.
El Síndic de Greuges acaba de emitir una resolución en la que insta al Ayuntamiento de València a compensar a estas personas por la actuación policial. La Oficina de Responsabilidad Patrimonial del Ayuntamiento ha abierto un expediente para estudiar la reclamación presentada por las personas afectadas. A mediados de marzo, desde el Programa de Igualdad de Trato y No Discriminación de València Acull informamos al entonces concejal delegado de Policía Local, Aaron Cano, de la denuncia que nos habían trasladado tres personas (una colombiana, un español y un ecuatoriano) que viven en esos jardines.
Aseguraban que los días 1 y 2 de marzo los agentes que estaban haciendo labores de control del tráfico cogieron todos los enseres de las personas que pernoctan en la zona y los tiraron a la basura. Decían que no solo se deshicieron de los cartones que empleaban para poner sobre los bancos o para tratar de abrigarse sino que también les quitaron sus cosas personales (esencialmente ropa) y las mantas con que se tapaban del frío de la noche.