Recuperando materiales:
-Pegatina a imprentilla. Año 1976.
“No al terror fascista en las cárceles”.
Coleccionistas históricos no mercantilistas la catalogan en PCE(r).
-La historia en sus manos
Cómic de Gamar y Segueta. 1989.
Cuentan que en sus orígenes el capitalismo utilizaba los látigos, las cadenas, los hierros al rojo y la horca para reclutar miles y miles de hombres, mujeres y niños con los que alimentar sus recién nacidas fábricas. Y es que no es fácil hacer del libre un esclavo, un servidor sumido de la disciplina de los señores del dinero. Eran tiempos duros aquellos.
Hoy los capitalistas no necesitan darnos caza por aldeas y caminos para hacer de nosotros unos esclavos modernos… ¡Mirad mis manos! Como yo, millones de personas nacen sin otro patrimonio, sin otra riqueza que estas dos manos para ser vendidas, para crear riqueza ajena, para ser explotadas. Por eso soy obrero, hijo y nieto de obreros.
¡Mis manos…! En ellas está escrita toda mi historia. Estos callos y asperezas me acompañan desde mi juventud, casi desde mi niñez; son la huella de la herramienta fundiéndose con la palma de mi mano.
Esta falange que me falta en el dedo corazón. Es por quedarme dormido tras más de doce horas al pie del torno; a esta cicatriz la llamo “productividad”: No podíamos parar las máquinas ni siquiera para hacer una reparación.
Esta mancha oscura del dorso es la mordedura de una explosión; este temblor… la ira y el dolor ante los cuerpos destrozados de mis compañeros… Esta crispación, el puñetazo que cerró la boca del encargado hablando de imprudencia.
Sí, estas manos son mi debilidad.
Y mi fuerza… Cinco dedos uno a uno, por separado
Apenas si sirven para apretar un botón, hacer una caricia, un gesto…
Pero unidos, formando un puño ¡qué fuerza! Cinco dedos juntos para doblegar el acero, un puño
Para golpear, para enarbolar una bandera, para asirse a otra mano y a otra, a miles de manos. ¡Qué poder! Ahora mis diez dedos sonríen… Recuerdan la dinamita que usaron para volar en pedazos las casonas de los patrones, abriendo paso a futuras explosiones de rebeldía y resistencia.
Entonces sí, entonces sí conocí los látigos, los hierros a la rojo, las cadenas… Ved mis dedos: en algunos no tengo uñas; me las arrebató la tortura. Después, mis manos tuvieron que educarse para quebrar la inactividad de la cárcel, cogiendo el bolígrafo, peleándose con las ideas que no querían convertirse en letras.
De nuevo la calle y prosigue la lucha. Esta vez mis manos tuvieron que aprender a renunciar a las limas, a los calibres y martillos. Ahora empuñan otras herramientas más necesarias, más creadoras para los tiempos que corren. Aunque invisibles, hay escritas en mis manos nuevas historias, páginas clandestinas;
Paginas de dolor, de muerte y vida. Por eso, ahora mi pulgar ríe, mi meñique se vuelve fuerte, el corazón se siente joven y el anular útil, y mi índice se mueve
Impaciente como un potro: viven la emoción del próximo combate, gozan la presencia de otras manos solidarias, sienten ahí, cerca, el rojo amanecer, el mañana.
Editado en el nº doble de la revista Área Crítica 40-41, noviembre 1991.
-Dibujo de José María Sánchez Casas. s/f.
Tortura.
-Recuerdo de la gran huelga de hambre.
Artículo sobre la huelga de hambre de 61 presas y presos políticos del PCE(r) y de los GRAPO.
1989-1991, 435 días en huelga de hambre por la dignidad.
Revista Zer egin? n.º 277, febrero de 1990.
-Chapa hecha en prisión. En torno a año 2000.
“Solidaridad”
Un brazo se estrecha con otro, que está preso.
-Cuadro de homenaje a los cuatro militantes de los GRAPO asesinados el 17 de junio de 1981.
“O voso sangre: semente de liberdade”
-Mesa de solidaridad con materiales hechos por presas y presos políticos.
Vitoria, 2013.
-Recordando a Pepa Alarcón y Carmen López.
Foto de cinco expresas y expresos políticos, en un concierto de Evaristo y su cañera tropa.
Carmen López Anguita, Pepa Alarcón Lapuente, siempre presentes.
*Dedicatoria de Evaristo de uno de sus libros.
“P’a los Grapos y Grapas Mecachoendiós”.
-Solidaridad con las y los presos políticos. Puesto en Tirso de Molina.
Mañanas de domingos en Madrid.
(La figura de Engels en cerámica les dice a Lenin y Stalin: «Camaradas ¿habéis visto que materiales más guapos?»)
Por un 2024 solidario y combativo