Movimiento obrero. Su brutal situación:
Represión:
-La Ertzaintza ha detenido a dos trabajadores de ambulancias y están investigando a otros tres.
Son trabajadores de la plantilla de La Pau y en los últimos meses han luchado contra las malas condiciones laborales realizando varias huelgas y movilizaciones. A los detenidos les acusan de actos de sabotaje.
Hace poco, los trabajadores de ambulancias realizaron una huelga de quince días del 8 al 21 de enero, entre manifestaciones y concentraciones.
Las trabajadoras de ambulancias subcontratadas en Osakidetza exigen renovar el convenio y equiparar las condiciones laborales directamente con las condiciones del personal dependiente del Servicio Vasco de Salud. Aun así, este fue el seguimiento de un conflicto que estan arrastrado desde hace meses y que está paralizado y sin una solución cercana.
Precisamente, es parte de su competencia el papel de la patronal, sobre todo en la empresa La Pau. Denuncian que esta empresa está “incluyendo” a las personas que trabajan en ambulancias y falsificando la información ofrecida para poder volver a conseguir un nuevo concurso de transporte sanitario no urgente en Euskadi.
Ahora, el Departamento de Seguridad ha informado que la Ertzaintza ha detenido a dos hombres de 36 y 49 años por causar daños en 46 ambulancias. La empresa Grup La Pau ha investigado la acción de sabotaje que se produjo en la base de la concesión en el barrio de Zorroza de Bilbao y tres hombres más están siendo investigados. Les acusan de daños de 11.000 euros por pinchar las ruedas de las ambulancias.
Luchas obreras:
-Los trabajadores del Besòs de Smoking Paper logran la equiparación salarial tras 25 semanas de huelga.
Los trabajadores que se incorporaron a partir de 2014 cobrarán 2.400 euros más al año, ya que la gerencia no les abonaba el 100% de las pagas extra ni otros complementos.
Tras 25 semanas de huelga, la plantilla de producción de la planta del Besós de Miquel y Costas, empresa conocida por fabricar y exportar mundialmente el papel de liar Smoking Paper, ha conseguido ganar: los operarios contratados desde 2014 cobrarán 2.400 euros más anualmente en pluses y pagas. Es decir, Miquel y Costa ha accedido a equiparar salarialmente a los “nuevos” trabajadores con los veteranos.
Desde la última semana de julio, la plantilla de producción al completo —unos 200 operarios— paró todos los miércoles cuatro horas en cada turno. Reclamaban que, a igual trabajo, igual salario. Las contrataciones previas a 2014 componen el 40% de la plantilla y secundaron esta huelga en apoyo a las incorporaciones posteriores (60%). Ha sido una huelga unitaria y ejemplar.
En la votación del acuerdo, 34 compañeros votaron en contra. Hubieran seguido en huelga al considerar que la equiparación aún no es total. Y es así. La segunda parte de la equiparación debe llegar de la mano de un mediador externo. Esta persona calibrará qué categoría laboral merece cada trabajador en función de la complejidad de la máquina que maneja.
El acuerdo indica que ahora todos los trabajadores cobrarán el 100% de las pagas extra (1.500 euros anuales) y que los nuevos tendrán un complemento de 900 euros anuales, siempre que el absentismo no supere el 3,5%. Ligarlo al absentismo no era deseo del comité, así que negociaron que se contabilizaría de forma trimestral -si un trimestre se supera ese porcentaje, no se percibirá la cuarta parte del complemento, correspondiente a esos tres meses-.
Derecho a vivienda:
-El plan municipal de erradicación de chabolismo de Lepe deja a inmigrantes durmiendo al raso.
El ayuntamiento anunció la reducción del 60% de las infraviviendas, pero colectivos humanitarios denuncian que no se está dando salida habitacional.
Diferentes ONG han denunciado que el plan de erradicación del chabolismo puesto en marcha por el ayuntamiento de Lepe, Huelva, con el objetivo de acabar con las infraviviendas en el municipio está dejando en la calle a los inmigrantes sin alternativa habitacional que estos días duermen al raso.
Denuncian que, pese a haber recibido una subvención del Estado de 1.810.600 euros para programas de realojo e inclusión social, aún no está en funcionamiento la residencia de temporeros El Chorrillo, actualmente en construcción.
El Ayuntamiento de Lepe aseguró a finales de diciembre de 2023 que, gracias a ese plan, ha logrado reducir en un 60% las chabolas, pero las ONG denuncian que, a los migrantes desalojados de las infraviviendas, no se les haya dado alternativa.
«Las chabolas se han ido arrojando, sin aportarse salidas habitaciones». De hecho, en los últimos días están llegando temporeros inmigrantes al calor de la campaña agrícola y están durmiendo en la calle porque no hay chabolas suficientes para acoger a todos.
-Hogares en bajos comerciales y alquiler por la mitad del sueldo: vivir en Galicia tras cuatro gobiernos del PP.
En un contexto inflacionista y de escasez de espacios habitables, la falta de regulación y la insuficiencia de un paquete público para alquilar ponen en riesgo a los estratos sociales más empobrecidos.
Los problemas para acceder a una vivienda en alquiler han crecido en el último año como nunca antes lo habían hecho en Galicia. Con el precio medio del alquiler alrededor de los 500 euros en los siete grandes ayuntamientos gallegos, según los datos del Observatorio de Vivienda, y la oferta en esta modalidad en mínimos, la Xunta de Galicia, gobernada por el Partido Popular, anunció para el último trimestre de 2023 la modificación de las normativas de habitabilidad. Trataba de modificar así la legislación para facilitar que “los bajos comerciales abandonados o sin actividad”, ubicados en zonas urbanas, pudiesen ser reconvertidos en viviendas.
Mientras que entre 2006 y 2007 se levantaron 7.241 viviendas públicas en Galicia, en los trece últimos años de gobiernos de derechas se edificaron solo 6.313.
Servicios sociales:
-Barcelona deja en el aire un servicio de cuidados que atiende a 15.000 personas a la espera de aprobar presupuestos.
La falta de unos nuevos presupuestos en Barcelona para 2024, debido al desacuerdo entre el Gobierno de Jaume Collboni y la oposición, amenaza la continuidad de Vila Veïna, uno de los proyectos estrella del anterior Ejecutivo municipal y que incluye distintos servicios de cuidados. Entre ellos, grupos de crianza, actividades contra la soledad y ayudas y apoyo a personas cuidadoras.
Vila Veïna, programa que está en el aire, es un servicio que brinda apoyo a la ciudadanía que finaliza ahora su fase piloto. Se trata de un proyecto de 1,2 millones de euros, con presencia en 16 barrios y que ha realizado 14.900 atenciones. El contrato finaliza en abril, más o menos cuando se espera tener las cuentas cerradas, pero las entidades que lo gestionaban (Fundació Surt, Suara e Incoop) ya han sido avisadas de que su tarea no seguirá adelante.
Así pues, los 16 centros de Vila Veïna cerrarán en las próximas semanas. Los primeros en bajar la persiana serán los gestionados por la Fundació Surt, que dejarán de operar el 29 de febrero.
Ganadería y EHE:
-La incertidumbre de los pequeños ganaderos con la EHE.
Los productores se enfrentan a una primavera incierta, sin vacunas para la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, con ayudas «irrisorias» y animales que no levantan cabeza.
Numerosas pequeñas ganaderías, familiares, han finiquitado las explotaciones de vacuno que criaban.
Muchos de los cierres se dan en provincias señaladas como de pueblos despoblados, con lo que la situación en ellos aún empeorará mucho más.