Estados Unidos: Así expolia y masacra
Agenda
-LAS MASACRES
Pablo Neruda (Chile – 1904 /1973)
Canto General
Pero entonces la sangre fue escondida
detrás de las raíces fue lavada y negada (…)
como si no muriera nadie, nada,
como si fueran piedras las que caen
sobre la tierra, o agua sobre agua.
De Norte a Sur, adonde trituraron / o quemaron los muertos, (…)
o escupidos al mar sus huesos;
nadie sabe dónde están ahora,
no tienen tumba, están dispersos (…) / Nadie sabe dónde enterraron los asesinos estos cuerpos,
pero ellos saldrán de la tierra
a cobrar la sangre caída
en la resurrección del pueblo. (…) / Nadie escondió este crimen.
Este crimen fue en medio de la patria.
-MALA NOTICIA EN UN PEDAZO DE PERIÓDICO
Roque Dalton (El Salvador – 1935 / 1975)
Penitenciaria Central, octubre 1960.
Hoy, cuando se me mueren los amigos,
sólo mueren sus nombres.
¿Cómo respirar desde el violento pozo
abarcar más que las tipografías,
resplandor de negruras delicadas,
flechas hasta las últimas memorias?
Sólo quien vive fuera de las cárceles
puede honrar los cadáveres, lavarse
del dolor de sus muertos con abrazos,
rascar con uña y lágrima las lápidas.
¿Los presos qué? solamente silbamos
para que el eco acalle la noticia.
-INNUMERABLES CADENAS
Konan Kouamé (Costa de Marfil)
Soy un negro.
Fui esclavo bajo la dominación del César.
Edifiqué las pirámides, los castillos y los rascacielos.
Soy negro como una noche sin luna.
Mi sangre fertilizó las llanuras de la egoísta Europa.
Me fatigué en las plantaciones,
las fábricas de los colonos y de los yanquis.
Soy un negro que siempre se acordará
de sus innumerables cadenas.
Sufrí en el Congo, / en Mozambique, / en Angola.
Las balas del colonialismo y del imperialismo
fracturaron mi cráneo y desgarraron mi corazón.
Soy el proletario caído delante de su tugurio
en Santo Domingo, / en Argelia y en Vietnam…
Soy un negro orgulloso que levanta sus puños
contra toda opresión.
No canto más, / grito.
Cuando los niños mueren de hambre,
no quiero saber si es bella la luna,
si la flor tiene un exquisito perfume.
No canto más; lanzo gritos rebeldes.