Memoria histórica imprescindible:
-Las Misiones Pedagógicas de la II República Española.
Documental.
54 minutos:
–https://www.youtube.com/watch?v=u2elSAQwYZ0
Con subtítulos en inglés:
–https://youtu.be/tYmfcvXqUBM?si=jLylHR6-P_WZ-Eci
Desde 1936 a 2024…
-Vox quiere ocultar el pasado como cárcel franquista de la Casa de la Cultura de Borriana.
La “Plataforma per la Tolerància” del pueblo castellonense denuncia la retirada de una placa en la Casa de la Cultura que rememoraba su etapa en la represión franquista.
El espacio fue utilizado como cárcel entre 1939 y 1942 y en la placa que el concejal ha ordenado retirar se recordaba a las 3.668 personas encarceladas en el lugar.
La “Plataforma per la Tolerància” de Borriana, integrada por diferentes colectivos y entidades ciudadanas locales, denuncia el intento de ocultar el pasado como cárcel franquista de la actual Casa de la Cultura municipal. En concreto, denuncia la retirada de una placa conmemorativa que homenajeaba a las personas represaliadas en este edificio. El responsable de la retirada es Jesús Albiol, concejal de cultura local y también diputado autonómico de Vox.
La plataforma se ha manifestado este martes 19 de marzo bajo el lema “Contra los ataques a la libertad y la memoria democrática. Contra los ataques del fascismo“. Su protesta pretende visibilizar la repulsa ante “las acciones de provocación y menosprecio a los valores democráticos que de manera insistente está protagonizando la Concejalía de Cultura”, según explican en su manifiesto.
El detonante para la citada plataforma ha sido la retirada de una placa del edificio conocido como el Convento de La Mercé. La instalación fue utilizada como prisión provisional del franquismo para encarcelar, principalmente, a personas de la población y alrededores, represaliadas tras la guerra civil. El espacio fue utilizado para este fin entre 1939 y 1942 y en la placa que el concejal ha ordenado retirar se recordaba a las 3.668 personas encarceladas en el lugar.
La placa fue colocada en 2016, durante el mandato anterior del PSOE, que gobernaba con el apoyo de Compromís. Para justificar su retirada, Albiol afirma que la placa contenía “unos datos que no se corresponden con la realidad, porque Compromís a lo que se ha dedicado mientras gobernada ha sido a hacer uso político de la historia para hacer rédito político de las víctimas de la guerra civil española, tergiversando la historia”.
Pero el pasado como cárcel del Convento de La Mercé está perfectamente documentado. En concreto, a través del trabajo de Juan Luis Porcar, investigador de referencia sobre la represión franquista en Castelló.
Porcar es autor de Un país en gris i negre. Memoria histórica i represión franquista a Castelló, (Universitat Jaume I), donde explica que el espacio fue habilitado como prisión y albergó, entre el 9 de abril de 1939 y el 23 de septiembre de 1942, un total de 3.506 presos (3.506 hombres y 117 mujeres) “en unas condiciones de inhabitabilidad deplorables”…
–https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/vox-oculta-carcel-franquista-borriana
-El Supremo rechaza el ‘derecho al olvido’ del secretario judicial del proceso que condenó a muerte a Miguel Hernández.
Rechaza el derecho al olvido de Antonio Luis Baena Tocón, el militar y secretario judicial que intervino en la instrucción del proceso que condenó a muerte al poeta Miguel Hernández en 1940.
La sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal desestima así el recurso presentado por el hijo del secretario judicial contra una sentencia de la Audiencia Nacional que validaba la negativa de Google y de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) a eliminar 18 enlaces que vinculan al secretario judicial con el juzgado Especial de Prensa que sentó al poeta oriolano en el banquillo. Para los magistrados, el derecho a suprimir informaciones parcialmente inexactas sobre una persona fallecida, principal reclamación del demandante, no prevalece sobre otros como “el derecho a la libertad de información, expresión e investigación histórica”. Lo contrario conduciría “al absurdo de que las personas fallecidas” tendrían “mayor protección que las personas vivas”.
El secretario judicial en aquella época, además de hacer las providencias y diligencias que le ordenaba el juez, como en la actualidad, se encargaba de localizar y presentar pruebas contra los acusados. En este caso, artículos firmados por Miguel Hernández. También estaba presente en las declaraciones de testigos y acusados. Toda la información reunida, la incluía el juez en un auto resumen, que se elevaba al Plenario del Consejo de Guerra.
El Supremo considera probado que Baena Tocón intervino en el proceso contra Miguel Hernández, que es el meollo de todo el asunto. La sentencia de la Audiencia Nacional recurrida ya señalaba, según recuerdan los magistrados, que “su intervención como secretario judicial en el Juzgado Especial de Prensa que instruyó el sumario de Miguel Hernández, realizando diligencias de todo tipo, de instrucción e indagación y dando fe de las actuaciones practicadas ha quedado acreditada”, mediante una prueba documental. Para la sala, la Audiencia acertó al indicar que esta información reviste “un interés público incuestionable”, que forma parte de “una investigación histórica y científica, contenida en publicaciones de la Universidad” y que “el transcurso del tiempo” no ha hecho decaer “el interés que suscita todo lo que rodea la muerte del famoso poeta”.
*De “Nos vemos en Chicote”, del catedrático de la UA Juan Antonio Ríos Carratalá.
Sobre el juez verdugo de Miguel Hernández, Manuel Martínez Gargallo.
… Se dedicó al articulismo de humor y se integró como miembro destacado de la Generación del 27. Eso, en cambio, no impidió que al término de la Guerra Civil impusiera su puño de hierro y condenara a muerte a los mismos ilustradores de sus cuentos. Sin escrúpulos y sin condescendencias.
Martínez Gargallo supo además disfrazar su doble vida en la dictadura, al actuar y liderar los grupos represores contra los homosexuales cuando él mismo, según los testimonios recabados en este ensayo, era un conocido asiduo de los ambientes gay en los años de la República. «Todo el que tenía un pasado polémico sobreactuaba para bloquear posibles dudas», agrega Ríos Carratalá.
Martínez Gargallo también logró ocultar sus trapos sucios. De hecho, a finales de los años 20 se apoderó de los trabajos y la remuneración de algunos compañeros suyos en una revista de humor, por lo que fue denunciado y expulsado de la publicación. La estela que nos deja Martínez Gargallo en una exitosa y cómoda carrera hasta su retirada y muerte plácida en 1974…