Internacional:
Esclavismo siglo XXI:
-Los beneficios económicos del trabajo forzoso crecen un 37% en una década.
La OIT alerta de un aumento del número de personas obligadas a trabajar, como de las ganancias generadas por la explotación de las víctimas.
Cada año, el trabajo forzoso en el mundo genera unos beneficios ilegales de 236.000 millones de dólares.
En la última década, las ganancias procedentes de la explotación de seres humanos han crecido un 37%, es decir, 64.000 millones de dólares más cada año.
Por regiones, los mayores beneficios del trabajo forzoso se consiguen en Europa y Asia Central (84.000 millones de dólares). Le siguen Asia y el Pacífico (62.000 millones de dólares), América (52.000 millones de dólares), África (20.000 millones de dólares) y los Estados árabes (18.000 millones de dólares)…
U.E.
-Unión Europea financia tecnología de drones israelíes usados en Gaza.
Organizaciones desenmascaran el apoyo de la Unión Europea, mediante un fondo para el desarrollo, a una empresa que trabaja al servicio de potenciar las capacidades ofensivas del ejército israelí.
Según un estudio realizado por el Centro de Información sobre Militarización, varias empresas e instituciones militares israelíes recibieron millones de euros para desarrollar drones y aviones no tripulados en los últimos años, a pesar de una supuesta prohibición de la financiación de la Unión Europea para gastos militares.
El apoyo fue formalizado mediante la proporción de una subvención para la investigación y desarrollo a la compañía X-Tend, del Fondo Horizonte Europa de la UE. La empresa X-Tend redireccionó sus capacidades para apoyar al ejército israelí al 100 por ciento después del pasado 7 de octubre.
Otras voces:
-La UE se pone el casco de guerra y nos encamina al abismo.
Nines Maestro
Los vientos de guerra sacuden Europa con fuerza creciente.
Tras la más que previsible derrota de la OTAN en Ucrania a manos de Rusia se reproducen las declaraciones, tanto del secretario general de la Alianza, Jens Stoltemberg, como de todos y cada uno de sus vasallos gobiernos de la UE. Como loros, reiteran que la derrota de Rusia es indispensable para la seguridad y estabilidad de Europa, que la guerra con Rusia es inevitable y que es necesario prepararse para ella a corto plazo. La propaganda de guerra más ramplona repite machaconamente desde los grandes medios de comunicación, propiedad de las grandes corporaciones, que Rusia, encabezada por el malvado Putin, va a invadir Europa.
La realidad es que el imperialismo sionista anglosajón (estructura de poder poder político, económico, militar, mediático y cultural que representa los intereses de la oligarquía integrada por los grandes fondos de inversión, bancos y multinacionales) con la complicidad de los gobiernos de la UE, se dispone a acometer, en suelo europeo, su objetivo estratégico desde hace más de un siglo: desmembrar y dominar Rusia, para después adueñarse de China. El momento ha llegado y el tiempo les apremia cuando la crisis capitalista se ceba sobre todo en unos EEUU y en una UE que ven cómo sus intereses, basados en la política de las cañoneras, se ven confrontados por otro tipo de alianzas dirigidas precisamente por un país con enormes recursos y avanzada tecnología armamentística, como Rusia, y por otro que aúna recursos y un poderoso desarrollo industrial y bvccomercial, China.
La preparación del ataque que la OTAN proyecta contra Rusia, verdadero leitmotiv de la creación de la Alianza hace ahora 75 años, se ha venido gestando por EEUU desde la desaparición de la URSS, en torno a tres procesos:
— la incorporación a la Alianza de los países de la órbita de la URSS, iniciada por decisión del presidente Clinton, vulnerando acuerdos oficiales con Rusia.
— el golpe de Estado del Maidán, la violación de los Acuerdos de Minsk, la provocación a Moscú para que entrara en la guerra de Ucrania y el bloqueo a las conversaciones de paz en Turquía en abril de 2022.
— y, sobre todo, la cancelación de las históricas y profundas relaciones económicas y comerciales de los países de la UE, sobre todo de Alemania, con Rusia.
Este último asunto es la gran victoria que puede apuntarse el imperialismo anglosajón, representante de la oligarquía occidental. La destrucción de empresas provocada deliberadamente por la pandemia Covid, mediante un injustificable – desde el punto de vista epidemiológico – cierre de la economía, se ha continuado mediante decisiones políticas, obviamente intencionadas, tales como:
— la elevación de los tipos de interés para combatir una inflación en buena medida creada artificialmente
— el brutal aumento de los precios de la energía, consecuencia directa del sabotaje de los gaseoductos que proporcionaban gas ruso, barato y de calidad, perpetrado por el mismo imperialismo anglosajón y que la UE se ha negado a investigar
— las políticas “verdes” de la UE que subvencionan con los Fondos Next Generation a grandes multinacionales para la transición energética y multan a quienes no pueden incorporar la tecnología controlada por esas mismas corporaciones
El resultado ha sido la desindustrialización de la UE, sobre todo de Alemania, acelerada también por el traslado de grandes empresas europeas a EE.UU buscando menores costes financieros y energéticos e incentivada por la subvenciones previstas por Washington a empresas que allí se radiquen mediante la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). A ello se ha unido la destrucción masiva de pequeñas y medianas empresas con la correspondiente centralización y concentración de capital, dirigida y planificada desde la UE y ejecutada servilmente por los gobiernos, al tiempo que transferían a manos llenas fondos públicos, los Next Generation, a las grandes multinacionales…
*La economía de guerra: recortes sociales, grandes negocios y corrupción
Sobre esta Europa en fase acelerada de autodestrucción y otra vez vendida por sus gobiernos a los intereses de potencias extranjeras (antes rindió vasallaje a Hitler y ahora al imperialismo anglosajón), se cierne otra vez la amenaza de guerra mundial. Sin poder esgrimir justificación creíble alguna – nadie en su sano juicio puede creer que Rusia vaya a tacar a un país de la OTAN – los líderes europeos, compitiendo entre sí en servilismo y estupidez, llaman a los pueblos a “prepararse para la guerra”.
Mientras la pobreza se extiende en los barrios obreros, los desahucios prosiguen ejecutados por los mismos bancos que fueron rescatados con decenas de miles de millones de dinero público y los suicidios muestran el rostro más terrible del sufrimiento humano, los gobiernos de la UE, incluido de forma destacada el del PSOE- Sumar, declaran la economía de guerra…
EE.UU.
-La cifra anual de muertos por sobredosis de drogas supera en EE.UU las 107.000 personas.
Cerca de 108.000 estadounidenses murieron por sobredosis de drogas en 2022, de acuerdo con cifras federales definitivas publicadas en marzo de este año.
En las últimas dos décadas, el número de muertes por sobredosis en Estados Unidos ha aumentado casi cada año y ha seguido rompiendo récords anuales, convirtiéndose en la peor etapa de sobredosis en la historia estadounidense.
La cifra oficial de 2022 fue de 107.941 muertes por sobredosis, informaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), que es 1% más alto que las casi 107.000 muertes por sobredosis registradas en 2021.
Datos anteriores estimaban más de 109.000 muertes por sobredosis en 2022, pero las cifras preliminares incluyen todas las muertes por sobredosis, mientras que las definitivas están limitadas solamente a los residentes de Estados Unidos.
La tasa de muertes por sobredosis de mujeres disminuyó por primera vez en cinco años, aunque la tasa de muertes por sobredosis entre los hombres siguió subiendo, de acuerdo con el reporte. Los hombres representan alrededor del 70% de las muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Los CDC no han reportado las cifras del año 2023, aunque datos provisionales de los primeros 10 meses del año indican que las muertes por sobredosis se mantuvieron en la estadística del año anterior.
Desde el año 2000, las muertes por sobredosis de drogas en EE.UU. han ido aumentando año a año, desde unas 19.000 muertes hace un cuarto de siglo, a las 52.000 en 2016, o las 70.000 de 2019. En 2020 crecieron hasta las 94.000, y hasta 107.000 en 2021 y 108.000 en 2022. A estas muertes, sumar la de no residentes en USA que han muerto allí por sobredosis de drogas (estadísticamente un 1%).
Por drogas, destacan la sobredosis de fentanilo y sus mezclas (de las 47.600 en 2017 a los 68.630 muertos en 2020), y detallan las muertes ocasionadas por sobredosis de heroína. De las más de 2.000 muertes anuales desde 2000 a 2007, a las más de 3.000 de 2008 a 2010, 4.000 en 2011, más de 5.000 en 2012, a los 15.000 muertos anuales en 2016, 17 y 18, a los 14.100 de 2019, último año con estadísticas finales.
Agencias.