Movimiento obrero. Su brutal situación:
Huelgas:
-Trabajadores del “restaurante mejor valorado de Vitoria”, huelgas.
La plantilla del restaurante Sibuya empezó la huelga el 5 de abril y seguirá todos los sábados de mes, 6, 13, 20 y 27.
Esta huelga quiere denunciar la acumulación de horas extra no pagadas ni devueltas. «Hay al menos dos personas en juicio para reclamar estas horas extra, que en algunos casos llegan a ser 280 horas». Sibuya abrió en Vitoria-Gasteiz en marzo de 2022, y la mayoría de su plantilla lleva desde entonces trabajando en el local.
La plantilla, integrada ahora por 15 personas, convocó elecciones sindicales en septiembre para organizarse y tener una voz que defendiera sus derechos. Querían también negociar un convenio colectivo propio, dado que el actual Convenio de Hostelería de Álava lleva congelado y sin avances desde 2019. En febrero tuvieron una primera reunión. Y fue la última.
Además «se ha registrado una primera denuncia en inspección por vulneración de derechos de los huelguistas por parte de la empresa, ya que han trasladado al centro de trabajo personas ajenas a la plantilla».
Despidos:
-Stellantis Zaragoza, otro ERE a otros 43 trabajadores.
El nuevo ERE de Stellantis Zaragoza afectará a 43 empleados del grupo de oficinas, cuadros y técnicos.
Mientras, se meten jornadas adicionales de producción y se recortan las vacaciones a tres semanas y se mueven días de fiesta.
Stellantis se dedica al montaje del nuevo modelo de Lancia enchufable.
A los trabajos más duros, más años:
-Una sentencia del Supremo obligará a cientos de estibadores del puerto de Vigo a jubilarse años más tarde.
Trabajadores de empresas sin licencia específica para la actividad no podrán acogerse al retiro anticipado pese a realizar un oficio peligroso.
Una sentencia de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo, del 16 de febrero, perjudicará a cientos de estibadores de Vigo y Cangas que quieren acogerse a la jubilación anticipada, al igual que los mineros y otros profesionales de riesgo, porque la sala les exige que su empresa tenga una licencia específica de estiba. Es un requisito que, según uno de los abogados consultados, decenas de estas empresas ni tienen ni piden a la Autoridad Portuaria porque les da permiso igualmente para operar y así abaratar el servicio. El perjudicado, al final, es el estibador, indica el letrado, porque los tribunales sí le exigen que su empresa tenga dicha licencia para concederles la jubilación anticipada.
Se trata de trabajadores de empresas de estiba que van a juicio para pasarse al Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores del Mar, que es más beneficioso.
«Todo se resolvería si las autoridades exigiesen a las empresas estibadoras que tuviesen una licencia para dicha actividad porque lo contrario es manifiestamente irregular. Muchos operadores actúan sin licencia porque es más barato y así atraen a tráficos de buques a descargar al puerto pero quien paga el pato es el trabajador, que debe jubilarse a los 67 años en un oficio peligroso mientras que sus compañeros lo hacen diez años antes. ¡Es un escándalo!».
Vigo sería uno de los puertos más afectados de España por dicha sentencia debido al elevado número de empresas que descargan pescado congelado, hacen trabajos para ETTS o mueven mercancías.
Clasismo racista:
-Condenada la subcontrata de Facebook por discriminar salarialmente según la nacionalidad de sus trabajadores.
Barcelona Digital Services divide a los 1.800 moderadores de contenido de la red social según su nacionalidad: el Grupo B (pasaporte español, portugués e italiano) percibe hasta un 28% menos que el Grupo A (franceses, holandeses y nórdicos e israelís).
El Juzgado de lo Social nº 31 de Barcelona ha condenado a la subcontrata de Facebook responsable de la moderación de contenidos de la red social a equiparar los salarios de sus 1.800 trabajadores. Diecinueve de ellos demandaron a la subcontrata CCC Barcelona Digital Services, filial del grupo canadiense Telus International, por vulnerar el derecho fundamental a la igualdad y no discriminación. Tal y como queda acreditado en la sentencia, que no es firme y la subcontrata ha recurrido, los alrededor de 800 trabajadores del grupo denominado B (trabajadores con pasaporte español, italiano y portugués) perciben un salario hasta un 28% más bajo que los del Grupo A (con pasaportes francés, holandés, israelí y países nórdicos).
Además, en marzo de 2023, aplicaron ERTE para 680 trabajadores.
Industria armamentística:
-El Banco Sabadell financia con más de 70 millones de euros la industria de las armas nucleares.
La entidad financiera concede préstamos y realiza inversiones en empresas que fabrican armamento nuclear saltándose la legalidad internacional y en compañías que hacen posible la militarización de las fronteras de Europa.
La última Junta de Accionistas del Banco Sabadell en Alicante se encontró con varias voces discordantes. Además de los activistas del Sindicat de Barri de Carolines, que protestaban a las puertas por la venta del patrimonio inmobiliario del banco al fondo buitre Cerberus, dos voces discordantes denunciaron la actividad de la entidad financiera desde dentro del encuentro.
María Fraile y David Montesinos, integrantes de la campaña Banca Armada, acudieron en delegación de los accionistas críticos, ocho personas que han comprado 84.749 acciones para poder denunciar frente a sus principales inversores la responsabilidad del Banco Sabadell en la financiación de las empresas que venden armamento nuclear, proveen armas a Israel o son culpables de miles de muertes en las fronteras de Europa.
Religiones veneno:
-Miedo, denuncias de abusos y «muerte social»: lo que cuentan quienes salen de los Testigos de Jehová.
Los exadeptos de la organización denuncian el ostracismo social que sufren al abandonarla, ya sea por decisión personal o por ser expulsados al cometer lo que los Testigos consideran pecados, como hacer una transfusión de sangre.
A los 40 años, Samuel ha tenido que empezar de nuevo su vida desde cero. Ha perdido a todo su círculo social. La razón: abandonar los Testigos de Jehová. «Mi familia y mis amigos de toda la vida dejaron de hablarme porque ya no soy Testigo. Si te ven por la calle no te saludan, no hay llamadas ni contacto de ningún tipo», apunta.
«Ellos están bajo la amenaza de que, si mantienen en contacto con una persona que ya no está dentro, pueden ser expulsados. Eres preso de la organización; no es tu vida, es la que ellos han querido que tengas. Estás en sus manos», explica.
Esta es la realidad que denuncian el centenar de personas que forman parte de la Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová (AEVTJ), después de haber sido expulsados o haber abandonado la organización, que sus exmiembros consideran una «secta» y que cuenta con 122.061 adeptos en el país, según sus propios datos.