Muro de solidaridad y denuncias:
Criminalización contra Donetsk:
-Asier Herranz (socio del Athletic juzgado y absuelto por mostrar una bandera de Donetsk en San Mamés).
“Mientras nos dicen que no mezclemos fútbol y política, San Mamés ha sido iluminado con la bandera del régimen ucraniano”
Asier Herranz, del Comité Euskal Herria-Donbass, fue juzgado el 11 de abril por exhibir la bandera de la República Popular de Donetsk en el partido entre el Athletic Club y el Athletic Club de Madrid en octubre de 2022. La sentencia, dada a conocer ayer, absuelve al aficionado rojiblanco. Así las cosas, no tendrá que pagar la multa de 3.001 euros que se le exigía por exhibir la bandera de Donetsk. La Ertzaintza deberá abonar personalmente las costas del juicio.
Sin embargo, Herranz ha recordado a Sare Antifascista que a el y a otra docena de personas también se les impuso la prohibición de acceder a los campos de fútbol durante dos años por sacar pancartas de apoyo al periodista Pablo González. Un «pago de 800 euros que se puede considerar como multa» porque tienen que seguir pagando la cuota para seguir siendo socios del Athletic.
Todos estos hechos están basados en «una terrible campaña rusófoba», ya que, a juicio del algortarra, el acceso de las banderas ucranianas a los campos de fútbol no supone ningún problema.
-¿Qué opinión tienes de la sentencia que te acaban de comunicar?
La sentencia me ha dejado un sabor agridulce porque el juez no ha querido ir al fondo del problema y ya me han hecho cumplir la pena.
Por un lado, aunque no tendré que pagar 3.001 euros de multa y costas, en seis meses -desde que el Gobierno Vascongado desestimó el último recurso de mi abogado- no he podido acceder a un recinto deportivo y desde la temporada pasada no he podido pisar San Mamés. Es más, no he podido ir a estudiar a la biblioteca del polideportivo de Algorta, mi pueblo, que es también un «recinto deportivo», porque me pueden imponer una multa de 60.000 euros por incumplir la prohibición impuesta.
Por otro, el juez no ha querido entrar en el debate sobre la libertad de expresión y sólo se ha limitado a decir que en la sentencia no hay pruebas contra mí y que hace años que la bandera de la autoproclamada República Popular de Donetsk irrumpió sin problemas en San Mamés.
Entender esto último es vital. De hecho, aunque yo he proclamado constantemente que quien llevaba la bandera de la autoproclamada República Popular de Donetsk era yo, no han querido juzgarme al respecto
-¿Por qué crees que no han querido juzgarlo?
La mayoría de los jueces teme la apertura de esa Caja de Pandora. De hecho, tienen muchas presiones por la estructura represiva de la Policía Vascongada española. Supongamos que, aunque confiesas que tú has matado a una persona, no quieras juzgarte aunque tú estés a la altura del cadáver y tengas el cuchillo empapado de sangre en la mano. ¿Por qué? Porque no quieren presentar pruebas (videograbaciones).
De esta forma, saben que de presentar grabaciones de vídeos en los juicios (no sólo de San Mamés; también de Mendizorroza, El Sadar y Anoeta) sería su último. Si quisieran poner en marcha su enésimo montaje policial, les resultaría contraproducente sentar semejante precedente. Precisamente por eso no quieren mostrar ninguna grabación. Si lo hicieran, porque a partir de entonces siempre se les exigirían grabaciones y eso pondría en evidencia un sinfín de mentiras que ellos mismos han dicho.
-El suyo no ha sido el único caso de acoso sufrido en las gradas de San Mamés. ¿Cree que lo suyo puede convertirse en un precedente para resolver el resto?
Esto ha ocurrido en todo momento en los juicios contra los socios del Athletic que han estado en 2024, entre ellos, tanto al exhibir la bandera pro amnistía como al acusar de coacciones y amenazas a aquellos compañeros que, intentando protegerme, dijeron «si tocan a uno de nosotros todos tocando». La justicia burguesa no ha podido tapar esta locura policial y los socios del Athletic hemos ganado todos los juicios. No han querido mostrar las grabaciones. Y eso no es despiste ni dejadez, sino un plan medido y bien diseñado por la Policía Vascongada española. Básicamente porque han conseguido su objetivo, descabezar la grada y evitar que haya una reivindicación social con muchos socios despedidos. Para ello, en la última sesión de socios, la junta directiva del presidente Jon Uriarte ha modificado los estatutos y ha sancionado en San Mamés cualquier cosa que sea «política». Llevar la bandera de Ucrania, el Frente Atlético hace un mes con el adiós nazi en San Mamés o la propia Ikurriña no es «política». Es un criterio que la junta directiva de Uriarte impone de forma autoritaria.
-Vistos los casos de acoso anteriores y la sentencia actual ¿en qué tejado está ahora la pelota? ¿En el del Athletic? ¿En el del Gobierno Vasco?
En ambos, tanto en el del Athletic como en el del Gobierno Vascongado. Y es que Jon Uriarte y su junta directiva nos quieren fuera. Por ello, una docena de socios nos han despedido de San Mamés durante dos años. No hemos podido entrar desde mayo del año pasado porque a mi amigo Pablo González una semana después de que él fuera detenido llevamos pancartas pidiendo su libertad a la Grada Popular. En concreto, nos han impuesto una multa de 800 euros porque tenemos que seguir pagando la cuota para seguir siendo socios. Pero, no podemos acceder al campo de fútbol con nuestro carnet de socio. No hemos podido estar en La Cartuja ni en ningún otro sitio viendo a nuestro Athletic.
Fue durante la legislatura de Aitor Elizegi cuando sacamos las pancartas de apoyo a Pablo González (Josep Pedrerol, Juan Mari Aburto y demás hicieron una campaña rusófoba contra nosotros); y más de un año después, de repente nos envió la carta la dirección inquisitorial de Jon Uriarte diciendo que se nos iba a abrir un expediente interno. Por tanto, la junta directiva de Uriarte es mucho más represiva que la de Macua, Urrutia y Elizegi.
Pablo es amigo mío hace tiempo y él está bajo tortura en una prisión polaca, no pudiendo ver a su novia Oihana y a sus tres hijos. Cuando fue detenido mientras trabajaba para La Sexta, encima sólo llevaba el carnet de socio del Athletic y el del Laboral Kutxa. Jon Uriarte, sin embargo, lejos de tener presente a Pablo, castiga duramente las iniciativas a su favor. Si hay socios que viven una situación peor que yo, pues los han despedido para siempre.
Por supuesto, en San Mamés no se ha hecho nada por los 34.000 palestinos asesinados en Gaza desde octubre (en Eibar muchos hemos tenido la oportunidad de ver cómo la Policía Vascongada Española arrebató la bandera palestina a un aficionado; fue multado). Sin embargo, la comisión de Uriarte nos ha impuesto un minuto de silencio en San Mamés por el colono sionista Iván Illarramendi. Es más, el club señaló que era «un bilbaíno asesinado por Hamás», aunque se ha demostrado que fue asesinado por el Ejército israelí, que calcinó su cuerpo con helicópteros Apache y tanques Merkava. Pero da igual. Nos consideran estúpidos y en todo el «stablishment» no quieren que los trabajadores vascos cuestionemos nada en geopolítica en esta dictadura de la OTAN.
-¿Qué pasos habría que dar para evitar el acoso en las gradas de San Mamés?
Tenemos que enseñar los dientes, organizándolos colectivamente y siguiendo formando cajas de resistencia. Lo que quiere el neoliberal Jon Uriarte es que todo en San Mamés sea «unga-unga» y «fútbol, fútbol». Nos quieren hacer olvidar que el deporte en general, y el fútbol en particular, es de la clase trabajadora y han empezado a aplicar al galope el moderno fútbol represivo que se ha convertido en un negocio. En resumen, quieren que si los trabajadores del supermercado de al lado de San Mamés están en huelga, no haya clamores o pancartas a su favor en San Mamés. O que estando en huelga los trabajadores de Tubacex, Lointek o Mecaner, no pueda expresar la inquietud y las inquietudes del Pueblo Vasco Obrero en el campo de fútbol. Panes et Circenses.
De hecho, mientras ellos nos dicen que «no mezclemos fútbol y política», San Mamés ha sido iluminado con la bandera del régimen ucraniano. O ponen en todo momento la bandera del régimen de Zelenski en televisión, acompañando el marcador de los encuentros, que son fotografiados con Urkullu, Aburto y demás. Claro que la gente que ha portado la bandera del régimen ucraniano en San Mamés ha estado tranquila.
–https://sareantifaxista.blogspot.com/2024/04/asier-herranz-jazarritako-athleticen.html
-Censura contra Palestina:
*En Guadalajara, la movilización contra la guerra en Gaza la convocó la Plataforma Antirrepresiva de la ciudad. Diego Herchhoren, miembro de este colectivo, explica que en el marco de la III edición de la Feria Intercultural de la capital provincial, el puesto dedicado a Marruecos decidió exhibir una bandera de Palestina “en solidaridad” con este pueblo.
Sin embargo, continúa el abogado, la alcaldesa de la localidad, Ana Guarinos (PP), junto a la concejala delegada de Familia y Servicios Sociales, Mayores, Migraciones, Diversidad Funcional y relación con las Confesiones Religiosas, Eva Henche (Vox), “ordenó” su retirada.
“Decían que generaba discordia”. Los responsables del puesto no retiraron la bandera tras este “primer aviso”, pero sí lo hicieron al “segundo”, cuando Guarinos advirtió que “no iba a tolerar ninguna clase de discordia en la feria”, según el relato de Herhchoren.
“Nosotros reprochamos que había otras banderas que podían generar discordia, como la de Ucrania, y no había ningún inconveniente”, señala el abogado. Fue por eso que la Plataforma decidió acudir al acto de cierre con las banderas de Palestina para mostrar su apoyo a este pueblo.
*En el caso de Toledo, la protesta de la Plataforma Por Palestina estaba convocada y autorizada para las 12.00 hora en la céntrica Plaza de Zocodover. Al poco de comenzar, y con más de un centenar de personas concentradas, se encontraron con que había otro grupo en este espacio. Las personas que lo integraban comenzaron a cantar y a rezar con “un gran equipo se sonido”.
Era un grupo ultracatólico que se puso a rezar y a cantar también, lo que provocó que ambas concentraciones se solaparan entre los lemas de los manifestantes por Palestina y las salmodias del grupo de rezo. La Policía Local se vio obligada a realizar una barrera entre ambas concentraciones “porque los católicos cada vez se abrían más, empujándonos del espacio en el que estábamos nosotras”.