Memoria histórica imprescindible:
-Mayo de 1936
El bulo de los caramelos envenenados en Cuatro Caminos: rumores anticlericales y ‘fake news’ de aquel entonces.
Palmira González Soto, vecina de una casa baja de la calle Almansa (barrio de Bellas Vistas, en Madrid), fue fusilada el 28 de noviembre de 1939 a las siete de la mañana. Se le acusaba del asesinato de María Angustias Navarro Sánchez, una de las damas apostólicas agredidas por una multitud durante las quemas de conventos y palizas que se produjeron en Madrid el 4 de mayo del 36, después de que se extendiera por toda la ciudad el rumor de que algunas mujeres religiosas estaban repartiendo caramelos envenenados.
La paliza a Navarro Sánchez se había producido en la calle de los Voluntarios Catalanes (Tetuán) cuando, según las declaraciones de las propias agredidas, unos barrenderos dieron la voz de que estas mujeres, adscritas a un convento de la calle de Santa Engracia, eran las envenenadoras. Como en otros sucesos antireligiosos producidos aquel día, de repente la mujer se vio rodeada de varias decenas de personas, que la arrastraron por el suelo tirándola del cabello.
Palmira fue detenida al poco de entrar las tropas franquistas en Madrid, después de ser señalada como asesina de Angustias y portadora de un mechón con cuero cabelludo arrancado a la víctima aquel día. Como otros presuntos participantes en las jornadas anticlericales, en principio fue acusada de delito de Adhesión a la rebelión, a pesar de que los hechos se habían producido antes del bando de guerra.
Los interrogatorios que se conservan dan cuenta de declaraciones del tipo “les contaron”, “parece ser”, “les dijeron”… según relata Manuel García Muñoz en Ochenta mujeres. Las mujeres fusiladas en el Madrid de posguerra. Palmira admitió haber participado de la turba, pero no ser la causante de la muerte (no consumada, como veremos) de la mujer. La ejecución de la vecina de Bellas Vistas, verdulera en los puestos callejeros de Bravo Murillo y miembro de CNT, seguramente fue parte de la política de amedrentamiento a las clases populares de una barriada especialmente revoltosa y significada por las fuerzas de izquierda en los años treinta.
El bulo de los caramelos envenenados
Los rumores de que monjas y mujeres de asociaciones religiosas seglares estaban dando caramelos envenenados a niños de las barriadas populares se venía extendiendo en la ciudad desde principios de mayo de 1936. El reclamo no era nuevo, se había utilizado ya en tiempos de la Primera Guerra Mundial y, durante estos mismos años, se había difundido en otras ocasiones en España, siempre con mujeres como protagonistas.
Los primeros conatos de motín se produjeron el 3 de mayo por la tarde-noche en el entorno de Cuatro Caminos, después de que una mujer fuera acusada de repartir caramelos en el tranvía que se dirigía a La Paloma. Se armó un buen follón y un grupo decidió ir a las puertas de la cercana iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, prendiendo fuego a los maderos de un quiosco cercano y acercándolos hasta la puerta. Parece ser que fueron agredidas algunas personas que se acercaron a increpar al grupo: un vecino de las casas militares de Santa Engracia que bajó con una pistola, pero también un militante comunista del barrio de Bellas Vistas. Los grupos fueron disueltos por la Guardia de Asalto y dispersados con un tanque de agua…
-Fosas y más fosas
Canarias
COMUNICADO URGENTE:
La mini excavación de 4 X 2 realizada durante la Navidad de 2018 en la fosa común del cementerio de Vegueta (Las Palmas), demostró que sí que alberga restos mortales que además se encuentran en buen estado de conservación, lo que facilitaría la identificación de las víctimas enterradas en este lugar.
El sondeo ha confirmado que en la fosa se encuentran aún restos mortales, por lo que no fue vaciada como se temía. Además, los restos óseos están en buen estado de conservación. Su hallazgo, abre la puerta a una posible exhumación, para localizar a las personas que fueron fusiladas y enterradas en este lugar.
Luego después de las elecciones locales de mayo de 2019 la situación cambió y vivimos todo tipo de obstáculos encubridores por parte del gobierno de la isla a pesar, según distintas fuentes, que la propia empresa que hizo la cata recomendaba una prospección cuartel por cuartel.
Ahora en 2024, tantos años después, con la Agrupación que se está constituyendo entre varias familias afectadas, junto al futuro proyecto de excavación presupuestado, será imposible según la vigente Ley de Memoria Democrática negarse a la apertura de este espacio del horror con más de sesenta fusilados que siguen enterrados sin ni siquiera una tumba.
Seguimos buscando familiares por toda Canarias y resto del estado que tengan a sus seres queridos en esta fosa, ya somos más de cinco. Ayúdanos a compartir este comunicado.
¡Gracias desde el corazón de la memoria!
Foto: Excavación en la fosa común de Vegueta diciembre 2018. ALEJANDRO RAMOS
-Ayer es hoy.
Tras el golpe del 36 el “acoso” de los señores de la derecha consistía en sacarte de tu casa o puesto de trabajo y someterte a torturas brutales, para cuando se cansaban pegarte un tiro en la nuca y arrojarte a una fosa común, pozo, agujero volcánico o cuneta, también otros más sofisticados preparaban sacos con piedras dentro donde te arrojaban vivo al abismo marino amarrado de pies y manos. Siempre se les ha dado bien acosar y perseguir a estos tipos cuando no ganan elecciones o como respuesta a políticas o luchas sociales.
Ahora hacen lo mismo acosando a quienes le llevan la contraria, yo los he sufrido directamente durante años, no soportan que cualquiera sea capaz de pensar libremente, son expertos en recortes, privatizaciones, reformas, corruptelas o simplemente por ejemplo dejar morir a miles de personas mayores en residencias sin atención sanitaria amparados en la impunidad. Conozco bien su persecución, el modus operandi, lo he sufrido directamente, como mi familia más cercana desde el genocidio del franquismo a la actualidad. Por eso ahora no hay quien los pare, ni jueces ni fiscales, viven del horror de los otros, si, de años de poder y caciquismo, de cómo decía el poeta y político francés, Aimé Césaire, de “las millones de personas a quienes se les ha inculcado el miedo, el complejo de inferioridad, la genuflexión, la desesperación, el servilismo.”
Francisco González Tejera.