Revolución Resistencia y Memoria
Patrimonio de la Humanidad
Xabier Peñalver. Txalaparta 2022.
Sudáfrica (I de III)
-Casa Museo de Nelson Mandela, viviendas de Tutu y Pieterson, en Soweto.
La pequeña casita ocupa el número 8115 de la calle Orlando West del barrio de Soweto de Johannesburgo, y en ella vivió Mandela en distintos momentos con su familia desde que la adquirió en 1946; posteriormente, a partir de 1958, y un breve período tras salir de la cárcel.
Construida en ladrillo rojo, cuenta con cuatro habitaciones y en 1997 fue convertida en museo. Cuenta en su interior con gran cantidad de objetos relacionados con la vida del líder, y destacan muebles y vitrinas donde se guardan abundantes cartas, diplomas, carteles y fotografías, algunas de ellas junto a líderes mundiales, además de otros muchos recuerdos.
En 2008 se iniciaron reformas en la casa y en sus contenidos, siendo abierta de nuevo como museo en 2009. En el jardin adjunto destaca un árbol plantado por el propio Mandela.
La entrada a la vivienda conserva huellas de impactos de bala y zonas quemadas debido a diversos ataques de los racistas.
Muy cerca de esta casa enclavada en un barrio destinado por el apartheid para los negros, se levanta la del arzobispo Desmond Tutu, al igual que Mandela, Premio Nobel de la Paz. Así mismo, se encuentran muy próximos el memorial y museo de Hector Pieterson, joven colegial negro de 13 años asesinado muy cerca de este lugar.
-Monumento a Mandela, en Howick.
Conmemorando el 50 aniversario de la detención de Mandela el 5 de agosto de 1962 por luchar contra el apartheid, se inauguró en 2012, en las proximidades del pueblo de Howick, a 90 km al sur de Durban, en una carretera comarcal en donde fue apresado, un monumento elaborado con 50 barras de acero de entre 6,15 y 9 m de altura.
Las barras, colocadas verticalmente, definen el rostro de Mandela observadas desde unos puntos concretos del acceso al monumento, representando a su vez las rejas de la prisión en la que pasó 27 años. Un camino de 35 m conduce a través de una suave pendiente descendente hasta la obra, creada por el escultor de Johannesburgo Marco Cianfanelli. El monumento fue inaugurado en medio de una multitud por el presidente Jacob Zuma.
En el lugar donde arranca el acceso al monumento, existe un museo de grandes dimensiones y de nueva creación en el que se narra la vida del líder sudafricano con el fin de recordar a las futuras generaciones la personalidad de Mandela y la trascendencia de su movimiento, así como resaltar el lugar en que fue detenido.
-Cárcel y museo de Robben Island, en Ciudad del Cabo.
La isla se sitúa a 7 km de las costas de Ciudad del Cabo, y fue utilizada como prisión entre los siglos XVII y XX, así como base militar y hospital para grupos excluidos. En 1960 pasó a manos de South African Prisons Service, siendo muchos los presos políticos que ocuparon esta cárcel.
Mandela permaneció en la celda n. 466, de 2,4 x 2,1m, entre 1964 y 1982. La prisión llegó a albergar a más de 1.200 presos en los años sesenta, sometidos a vejaciones, torturas y trabajos forzados.
Cuando Mandela llegó a la isla, las condiciones eran durísimas. Los presos eran confinados en pequeñas celdas con una alfombra para dormir y un cubo de aseo. Por las mañanas eran levantados a las 5:30 horas, para vaciar los cubos y comenzar los duros trabajos. A los prisioneros negros se les daba una dieta inferior a la de los blancos y a la de los mulatos, y las visitas con sus familias se limitaban a una al año, de media hora, pudiendo recibir dos cartas anuales.
Esta prisión fue el lugar de aprendizaje de muchos luchadores por la libertad que con el tiempo se convertirían en líderes políticos de Sudáfrica. En 1991 fueron liberados los últimos prisioneros; clausuraron la prisión en 1996 y la convirtieron un año más tarde en museo. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.