Memoria histórica imprescindible:
-Mario Traverso, anarquista e internacionalista italiano caído en Extremadura en febrero de 1938.
Acabó sus días, luchando contra el fascismo, en el Frente de La Serena.
…Nacido en Génova el 10 de marzo de 1890 e hijo del matrimonio Rossi (Agostino y Giuseppina), Mario Traverso contaba con la edad de 32 años cuando Mussolini marchó sobre Roma, en 1922. De familia humilde, autodidacta en su formación intelectual, desarrolló los más variopintos oficios: zapatero, jornalero, pintor de brocha gorda, vendedor ambulante, minero, albañil y mecánico en los talleres de la Citröen. Durante su juventud vivió y se educó en el auge de movimiento obrero anarquista y socialista que destacó en Italia en la segunda década del siglo XX y que tuvo su momento álgido durante el Biennio Rosso, entre 1919 y 1920, cuando se colectivizaron cientos de fábricas a manos de obreros. Participó en la Primera Guerra Mundial como artillero y tras la misma se afanó en cultivar su perfil como periodista, poeta y dramaturgo.
En 1924, tras poner el régimen de Mussolini precio a su cabeza de anarquista por un total de 100.000 liras, huyó a Francia. Nunca más regresaría a Italia.
En el país galo forma parte del grupo anarquista “Pietro Gori”. Se trata de un grupo creado por italianos exiliados que tratan de realizar propaganda contra el fascismo. En el seno de este grupo publica, en 1925, el opúsculo Due giubilei (XXIX Iuglio MCM) (Doble Jubileo, 29 de julio de 1900), en conmemoración y homenaje de Gaetano Bresci, el anarquista que, en esa fecha, acabó con la vida del rey Humberto I de Italia. La publicación se abría con una frase: “Matar al rey es el primer deber del ciudadano”.
En los años posteriores se desplaza al sur de Francia, y en Perpignam toma contacto con anarquistas españoles e independentistas catalanes. En noviembre de 1926 participa en el entonces conocido como Complot de Macià, también Complot de Perpignam, y hoy día estudiado como Complot de Prats de Molló, el intento de invasión de Cataluña desde Francia planeado por Francesc Macià, en el que también estuvo implicada la CNT y como respuesta a la dictadura de Primo de Rivera. Tras el fracaso de la invasión, son detenidos en Perpignam 10 anarquistas italianos, entre quienes se encontraba Traverso, que portaba una maleta con dos bombas en el momento de su detención. Al no poder demostrarse que la maleta fuera de su propiedad, Traverso fue primero puesto en libertad, junto al resto de sus compañeros, a excepción del italiano Arturo Rissoli, quien era considerado jefe del grupo. No obstante, Traverso es condenado a tres meses de cárcel.
Una vez cumplidos es expulsado de Francia, marchándose entonces al continente americano, del que regresará a Europa en 1930, residiendo de nuevo en países como Bélgica y Luxemburgo, de donde es también expulsado debido a sus actividades ácratas. Después de residir de nuevo en Francia, donde es detenido y expulsado en marzo de 1932, recala en Barcelona. Allí colabora con diversos medios de prensa anarcosindicalista, tomando parte activa en la huelga general revolucionaria de octubre de 1934.
A diferencia de los antifascistas alemanes, que habían llegado a Barcelona después del ascenso de Hitler al poder en 1933, o de otras nacionalidades, que vinieron en vísperas o una vez consumado el golpe militar de julio de 1936, el grupo de los italianos llevaba ya varios años residiendo en nuestro país, al huir desde 1922 de la Italia de Mussolini, y estaba curtido en la lucha antifascista. Este grupo de italianos participó en primera línea en las acciones que entre el 18 y 20 de julio contribuyeron a parar el golpe en la ciudad condal.
Balduini, Rosa Winkler y otros tomaron el Hotel Falcón, situado al final de Las Ramblas, que era propiedad del fascista genovés Francesco Durio. El hotel estaba ocupado por varios fascistas italianos, que fueron detenidos, entre ellos el periodista Vittorio Vergani, a quien se le permitió abandonar en un avión Barcelona, al no encontrársele armas encima ni en su habitación.
A partir de este momento Mario Traverso, anarquista experimentado en la lucha antifascista, recorrerá diversas formaciones, poniendo su experiencia al servicio de la República para instruir a milicianos y después soldados del ejército. Tenía entonces 46 años y era uno de los milicianos más longevos.
Traverso integró la columna italiana que se creó el 17 de agosto y que estaba formada por una compañía dividida en dos mitades, una de infantería y otra de ametralladoras. En esta compañía intervinieron italianos de diversa procedencia, algunos reclutados en Francia entre los antifascistas, por el Comité Anarquista Italiano pro España, y otros ya residentes en España, como fue el caso de Traverso.
Partieron al frente en el seno de la Columna Ascaso, anarcosindicalista, desde Barcelona a Aragón. Tuvieron su bautismo de fuego el 28 de agosto, en la Batalla de Monte Pelado, en las cercanías de Huesca. Mario Traverso es herido en el frente de Huesca en la mano derecha el 13 de diciembre de 1936. Tras una convalecencia en el Hospital brigadista de Tarancón, se incorpora de nuevo al frente y en julio de 1937 forma parte de la 4ª compañía de la Brigada Garibaldi, donde obtiene el grado de capitán.
A comienzos de 1938 y con intención de aliviar el frente de Teruel, comienza la ofensiva del ejército republicano sobre el frente extremeño, con intención de recuperar Campillo de Llerena. En estas operaciones intervendrán la Brigada XII Garibaldi y la XIII Dombrowski, compuesta por polacos. La Garibaldi debía avanzar sobre Campillo, por las Sierras Quemadas, mientras que la Garibaldi debía hacerlo desde Zalamea de la Serena. Las operaciones comenzaron el 3 de febrero y finalizaron el 21 siguiente, con terribles enfrentamientos durante la noche del 15 al 16. Ese último día, el 16 de febrero de 1938, el capitán Mario Traverso, fue alcanzado por un obús fascista…
Párrafos de un artículo, de serhistorico.net.
Ayer es hoy. 1936-2024:
-La sala de los horrores de la simbología franquista en el Museo Naval de Ferrol.
La instalación, dependiente del Ministerio de Defensa, exhibe banderas preconstitucionales sin mención a su significado, un barco nazi, retratos de militares golpistas y una maqueta del Azor, que Franco usaba para pescar durante sus vacaciones.
La Armada Española y el Ministerio de Defensa mantienen una sala del Museo Naval de Ferrol dedicada a la exaltación de la simbología franquista sin apenas mención a su significado histórico y vulnerando la legislación de 2022 que obliga a la retirada de esos emblemas de los edificios públicos.
Inaugurada en 1986 en un antiguo presidio dentro de la base naval, la instalación también alberga retratos y recuerdos de algunos militares franquistas que participaron directamente en el golpe de Estado de 1936, y que según la ley de memoria democrática debían haber sido retirados o eliminados.
El Museo Naval de Ferrol, guarda en sus doce salas una colección con miles de piezas relacionadas con la historia naval: armas de la guerra en el mar como torpedos, minas y misiles; uniformes, fotografías y enseres; objetos rescatados de pecios antiguos; cuadros y esculturas; condecoraciones y medallas, multitud de modelos y maquetas a pequeña y gran escala de diversos navíos…
La sala número 10, sin embargo, parece el cuarto de los horrores de la simbología de la dictadura. En apenas 25 metros cuadrados, de sus paredes cuelgan una veintena de banderas y estandartes franquistas mezclados con otras enseñas navales constitucionales y de la República, como la del presidente Niceto Alcalá Zamora. Tomadas como un conjunto y sin explicaciones que detallen el significado concreto de cada una de ellas, dan la falseada impresión de representar lo mismo.
*Sin menciones a la guerra civil ni a la represión
Un panel escrito en inglés y español, pero no en gallego, expone en cinco párrafos la evolución de las banderas de España a lo largo de los siglos, limitando a una escueta frase la explicación del origen de la franquista y sin hacer referencia a la guerra civil, ni a la represión posterior, que en Galicia costó miles de vidas de civiles y militares comprometidos con la legalidad democrática: «Con el alzamiento de Franco, se establece de nuevo la bandera bicolor y una parafernalia asociada a los Reyes Católicos», resume el texto.
La sala 10 da la impresión de ser exactamente eso, porque incluso se muestran algunas insignias cuya mera exhibición, sin el acompañamiento de referencias históricas contrastadas, parece pensada, precisamente, para deturpar la memoria y la verdad.
Por ejemplo, la bandera del Departamento Naval de Ferrol con el lema «Marina de Guerra Ferrol del Caudillo», cuando el nombre oficial de la ciudad dejó de identificarse con el dictador en 1982, hace más de 40 años; o el estandarte franquista de la fragata Cataluña, a pesar de que el buque entró en servicio en 1975 poco antes de la muerte del tirano y de que prácticamente la totalidad de su vida, hasta su retirada en 2004, navegó bajo la enseña constitucional, que no se exhibe. O la del destructor Liniers…
–https://www.publico.es/politica/sala-horrores-simbologia-franquista-museo-naval-ferrol.html