Muro de solidaridad y denuncias:
“Ley de Amnistía”:
-La Ley de Amnistía podría aplicarse a al menos 419 manifestantes y activistas.
Dos terceras partes de las causas penales que Alerta Solidària conoce ya han sido archivados o han obtenido sentencia absolutoria.
Según los cálculos de este colectivo de apoyo legal y jurídico, al menos 1.168 personas han sido represaliadas penalmente por su participación política en defensa de la autodeterminación de Catalunya desde que arrancó lo que se conoce como el ‘Procés’. Los tribunales han archivado antes de la aprobación de la Ley de Amnistía, 597 casos (51%) y otras 152 personas han recibido una sentencia absolutoria (13%). Los archivos y las absoluciones representan casi dos tercios de los casos penales que este colectivo ha tramitado y que, por tanto, no requerirán de la aplicación de la Ley de Amnistía.
Queda pendiente, por tanto, un tercio de las causas: 143 están en instrucción, 127 esperando el juicio, 12 aguardan la sentencia y 137 han recibido una sentencia de condena, total o parcial. Ellas suman esas 419 personas que podrían acogerse a la norma aprobada el 30 de mayo.
Sobre los cálculos de Alerta Solidària, el colectivo indica que son causas penales que afectan únicamente a activistas y/o manifestantes, por lo que quedan excluidas del recuento los políticos y miembros de la administración. Con una sola excepción: el caso conocido como Tsunami Democràtic, ya que entre los diez activistas investigados por un presunto delito de terrorismo incluso figura un periodista, aparte de otras personas de la vida cultural y económica de Catalunya. El periodista es Jesús Rodríguez, de la Directa, conocido por su trabajo para sobre represión policial.
Alerta Solidària ha formado un equipo técnico de seguimiento para la aplicación de la Ley de Amnistía para “realizar una lectura política y sincera, sin forzados discursos triunfalistas, que son el origen del desengaño de la base popular independentista, y que insisten en maquillar la realidad más dura: con esta norma ni hemos avanzado hacia la independencia ni se han desactivado las armas que tiene el Estado para practicar la represión política”.
Torturas en Democracia:
-Entrevista a David Ballester (historiador): “La policía en democracia siguió torturando y proliferando los malos tratos como en la dictadura”.
David Ballester, ensayista y doctor en Historia Contemporánea por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha escrito un nuevo libro ‘Una historia de la Policía española. De los grises y Conesa a los azules y Villarejo’. Es extenso, 752 páginas. Es una crónica muy larga de la represión policial y la nula actuación del poder político ni en la Transición ni en lo que denominan democracia. “Creo que existe un grave problema policial en España” y con “unas altas dosis de impunidad” dice. En este momento, la policía se esfuerza en ‘infiltrarse’ en movimientos sociales y políticos lo que llevan a Ballester a determinar: ‘dime que policía tienes y te diré qué nivel de democracia has alcanzado’. Desde UCD, al PSOE y al PP los problemas no han cesado. 5.379 casos de tortura en Hego Euskal Herria, “no hay estudios para el Estado español”. Como dice el historiador, del horror de la dictadura se pasó a la Transición, que “no fue tan modélica como algunos insisten en reivindicar”. La práctica del ‘gatillo fácil’ “se perpetuó, sin poder precisar por falta de datos del período anterior si se acentuó, aunque apuntamos la hipótesis de que así fue”, indica. Cita el Tres de Marzo, el asesinato de Germán Rodríguez en sanfermines, los fusilamientos en Bahía de Pasaia, entre otros.
David Ballester señala, a la vez, que durante la Transición “la extrema derecha habría llevado a cabo un total de 890 acciones de tipo violento, que se cobraron un total de 62 víctimas mortales entre 1976 y 1982 bajo siglas diversas “como Anti-Eta (ATE), Grupos Armados Españoles (GAE), Acción Nacional Española (ANE), la Alianza Apostólica Anticomunista o Triple A (AAA)” al lado de «mercenarios de la extrema derecha vinculados a la organización francesa OAS (…), al hampa marsellesa o a grupos fascistas italianos». Su actividad finalizaría a finales de 1978, cuando entró en acción el Batallón Vasco Español (BVE) que se mantuvo activo hasta las vísperas del 23-F, siendo las siglas que adquirieron un mayor protagonismo. “Así, las pesquisas policiales en referencia a actuaciones de esta índole no pasaban de ser una superficial toma de declaración a algunos testigos, sin llegar a investigar en profundidad los hechos”. Y destaca que “los agentes que tomaron parte en acciones de este tipo lo hicieron de forma voluntaria, sin recibir remuneración alguna, a diferencia de lo que ocurriría años más tarde con los GAL”.
Para él, la aparición de los GAL con el Gobierno del PSOE, el llamado “terrorismo de Estado” es otra “época oscura” y a la que más recientemente se sumó el Gobierno del PP con la “Operación Catalunya” y la llamada “policía patriótica”. Critica que la Ley de Secretos Oficiales sea de 50 años, con lo cual si alguna vez se pueden conocer los hechos, sus protagonistas no estarán.
David Ballester alerta en este momento de que “hay una manifestación clara del auge de la extrema derecha en las filas policiales sin que hasta el momento haya habido una política clara por parte de los mandos policiales, o de sus superiores políticos, para intentar atajar esta deriva”, que reconoce que se traslada a la Ertzaintza y a los Mossos D’Esquadra. “Y por lo que conozco, el problema es más grave en la Ertzaintza que en los Mossos”, concluye.
-¿Con este nuevo libro ‘Una historia de la Policía española. De los grises y Conesa a los azules y Villarejo’ qué pretendes? ¿Es la segunda parte del anterior, ‘Las otras víctimas. La violencia policial durante la Transición (1975-1982)’, o no tiene nada que ver?
No se puede considerar como segunda parte, sino que sería como una asignatura pendiente de todos los trabajos que he realizado en los últimos 20 años, en los cuáles he tocado tanto las movilizaciones populares durante la Transición o la represión policial, y entonces la Policía siempre estaba presente, y a la fuerza de trabajar temas colaterales de la policía me he dado cuenta como historiador de que faltaba un libro que ocupara este espacio historiográfico, ya que de la Policía en España se escribe poco y lo poco que se escribe viene, dijéramos, de la propia empresa. Es decir, son comisarios de policía o historiadores del Servicio de Estudios Históricos de la Guardia Civil los que hablan de la policía, pero los historiadores no nos acercamos a este tema por diversas razones. Una, obviamente, es la dificultad de acceder a los archivos policiales. Entonces, creía como historiador, y como ciudadano, que una parte tan importante del aparato de Estado como es la Policía le faltaba un libro que ocupara este espacio y modestamente he intentado ocuparlo, ofreciendo una perspectiva desde el final de la Guerra Civil hasta la actualidad, poniendo de manifiesto los problemas que se han ido arrastrando a lo largo de la historia y que pienso que hoy en día, no sólo es en España, sino que es un problema trasversal en los países de nuestro entorno, pues transmite una institución tan clave como ésta alrededor de una idea que para mi es básica, como aquella que repito en el libro, y que dice ‘dime que policía tienes y te diré qué nivel de democracia has alcanzado’.
“Creo que existe un grave problema policial en España, siguen habiendo unas altas dosis de corporativismo y de impunidad policial”
“No ha habido ninguna voluntad política de limpiar, de proceder a tener unos cuerpos policiales adecuados al Estado de Derecho”
“Los excesos policiales deberían de ser analizados, valorados y sancionados mediante mecanismos de inspección y valoración independientes de lo que es la institución policial”
“El problema policial viene de la no depuración de los cuerpos policiales durante la Transición, pero después han pasado muchas décadas y no se ha hecho”.
“Policías de la dictadura pasaron a engrosar la policía de la naciente democracia que fue muy generosa con ellos olvidando un pasado con las manos manchadas de sangre y que perpetuaron todos estos excesos en la Transición”.
“Agentes han sido indultados por dos ocasiones por delitos de torturas, lo cual nos indica uno de los flancos más débiles de la problemática policial que estamos realizando”
“Hay una manifestación clara del auge de la extrema derecha en las filas policiales sin que hasta el momento haya habido una política clara por parte de los mandos policiales, o de sus superiores políticos, para intentar atajar esta deriva”
Entrevista completa: