Estados Unidos: Así expolia y masacra.
Agenda.
El Salvador 1931-1992
Una Larga Guerra Popular Traicionada
-I de II-
Desde 1931 a 1979, los EEUU habían estado interviniendo en El Salvador en apoyo de los numerosos golpes de Estado dados por los militares al servicio de la oligarquía. Destaca el bloqueo, en 1932, de las costas de El Salvador con buques de guerra para ayudar a liquidar el levantamiento popular, indígena y campesino. Entonces más de treinta mil personas fueron asesinadas. Farabundo Martí, organizador de aquella rebelión, destacado antiimperialista y fundador del Partido Comunista Salvadoreño, fue apresado y fusilado.
Fue a partir de 1979, cuando la revolución sandinista en Nicaragua se vino a sumar al triunfo de la revolución en Cuba y propició aún más el auge de la lucha popular y guerrillera en toda Latinoamérica, lo que obligó a los EEUU a incrementar la ayuda a las fuerzas contrarrevolucionarias de El Salvador de una manera constante.
En enero de 1981, las organizaciones políticas y guerrilleras, que se habían unido formando el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), llamaron a una insurrección general para tomar el poder a semejanza de lo realizado por los sandinistas. Aunque la insurrección no logró su objetivo, la toma temporal de varias capitales departamentales, ciudades y cuarteles del ejército y de la guardia nacional, permitió al FMLN el reconocimiento internacional como fuerza beligerante y que el Movimiento de los Países no Alineados hicieran una declaración condenando cualquier intervención de fuerzas extranjeras en el país.
Los Estados Unidos, evitando una participación abierta de sus tropas tras su fracaso en Vietnam, aplicaron la estrategia de contrainsurgencia ya empleada en Brasil, basándose en el continuo fortalecimiento del ejército local, en la formación de los militares en escuelas norteamericanas en Panamá y Honduras, y la creación de los anticomunistas «escuadrones de la muerte» encargados de “las acciones de limpieza», al tiempo que ejercían de espías para el control de la población.
Al final de la guerra, las fuerzas armadas salvadoreñas fueron incrementadas en cinco veces, hasta alcanzar más de 60.000 soldados.
Así fueron creados los batallones especializados en la contrainsurgencia empleadas en Vietnam, usando las tácticas represivas más brutales, las operaciones encubiertas y acciones de guerra psicológica para engañar y confundir a la población. Estos batallones fueron responsables de atrocidades como la masacre de El Mozote (1981) donde fueron asesinados casi 1.000 ciudadanos civiles. Durante los doce años de guerra civil en El Salvador se estima que fueron asesinados 75.000 salvadoreños.
El ejército fue pertrechado con los equipos más modernos: aparatos de comunicaciones, de visión nocturna y el uso de drones; helicópteros y aviones para el reconocimiento aéreo, con equipos de vigilancia electrónica pilotados por agentes de la CIA, volaban sobre todo el país para localizar a las guerrillas y ser atacadas por tropas helitransportadas; la fuerza naval fue reforzada con lanchas de guerra y la formación de comandos, entrenados por la Marina de los EEUU, para colaborar con las operaciones de contrainsurgencia. Gracias a esta ingente ayuda el régimen militar salvadoreño no fue derrotado por las fuerzas revolucionarias en los primeros años de guerra civil.
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Continúa el domingo 23 de junio.