Muro de solidaridad y denuncias:
Libertad Camarada Arenas:
-Incorporación de artículos a la web por su liberación.
Combinar el trabajo colectivo con la iniciativa individual
*Publicado en Resistencia nºs 51 y 52 – septiembre y noviembre 2000.
Con motivo del «25 aniversario» del Partido se ha puesto de moda entre nosotros decir que «somos mayorcitos», y esto es enteramente cierto. Hace tiempo que nos curamos el sarampión y otras enfermedades infantiles, de modo que se puede asegurar que hoy día la militancia del Partido está compuesta, en su mayor parte, por personas adultas; y eso no tanto por la edad (pues también los camaradas más jóvenes se muestran maduros) como por su conciencia política, su firmeza y sus iniciativas. Esto supone un logro de enorme importancia para el futuro del movimiento obrero revolucionario de nuestro país.
Sin embargo, también hemos de reconocer que algunos miembros del Partido no están a la altura de las tareas que les son encomendadas y en ocasiones se conducen como personas inmaduras. Desde luego, no les vamos a «arrinconar» o amargar la vida por este motivo, tendremos que ser pacientes con ellos y ayudarles de todas las formas posibles para que se superen, siempre, claro está, que acepten el «tratamiento» y no pretendan imponernos sus «inocentes» chiquilladas, sus cabezonerías o sus caprichos.
Como se sabe, éste no es un problema nuevo, lo hemos planteado y discutido ya tantas veces que da hasta vergüenza tener que volver de nuevo a tratar de él. La experiencia nos demuestra que no resulta fácil contrarrestar la ideología y hábitos burgueses que se infiltran en nuestras propias filas y hacer entender la militancia comunista, con todo lo que ello implica, especialmente en lo que respecta al funcionamiento partidista, al trabajo colectivo, así como a la necesidad de pensar por sí mismos y de buscar soluciones «realistas» a los problemas que se nos presentan a diario. ¿A qué se debe la persistencia de este «fenómeno» y qué podemos hacer para superarlo o limitarlo? Recordemos lo que apuntamos en relación con este mismo problema en el Informe presentado a la reunión del Pleno del CC celebrada en agosto de 1990:
«Muchas veces nos lamentamos por la falta de iniciativa que se observa en la militancia sin que sean suficientes, para romper con la pasividad y el formalismo, los reiterados llamamientos que venimos haciendo a tal fin desde la Dirección. Los camaradas temen equivocarse en sus iniciativas, temen las críticas, fundadas o no, que se les puedan hacer y, en general, prefieren esperar a que sean otros los que decidan por ellos en asuntos que les conciernen directamente. Parece como si necesitaran ser tutelados.
«(…) Tendemos a apoyarnos en el colectivo y a delegar en él nuestras responsabilidades individuales, de suerte que la mayor parte de las veces éstas se diluyen».
Más adelante volveremos sobre este texto, a propósito de las recomendaciones que avanza para atajar dicho problema. Ahora cabe formular la siguiente pregunta: ¿Qué impide, incluso a militantes experimentados, asumir responsabilidades y tomar de vez en cuando alguna iniciativa?…
Sindicalistas a prisión:
-El Tribunal Supremo rechaza el recurso de CNT y condena a prisión a las seis sindicalistas de La Suiza.
La sentencia ratifica la condena a las compañeras encausadas.
Una sentencia del Tribunal Supremo conocida el 24 de junio, aunque fechada el 19 del mismo mes, abre una peligrosa puerta a que el sindicalismo sea perseguido en todo el Estado español.
La CNT va a recurrir en todas las instancias posibles, a nivel español y europeo, para que se haga justicia con este caso que supone un ataque terrible al trabajo sindical. “Somos incómodos para el sistema. Nuestro ámbito es la calle y lo que no podemos hacer es renunciar a ella. Forma parte de nuestro ADN y es lo que vamos a seguir haciendo. Las compañeras no van a estar solas en ningún momento, y aunque creemos que esta sentencia es un bombazo al sindicalismo, seguiremos estando del lado de las trabajadoras», ha dicho Erika Conrado, secretaria general de CNT, al conocerse la sentencia.
Los magistrados de la Sala Segunda del Alto Tribunal, presidida por Manuel Marchena, han rechazado el recurso de casación que interpuso el sindicato CNT por las 6 de La Suiza, sobre las que ratifica las penas de cárcel de tres años y medio y a una indemnización de 125.428 euros al empresario.
La sentencia 626/2024 del Supremo rechaza en 57 páginas los recursos interpuestos y ratifica las condenas a las seis compañeras por un delito de coacciones graves y otro contra la administración de justicia. Los hechos probados hablan de concentraciones que se sucedieron entre mayo y septiembre de 2017 frente a la pastelería en cuestión. Concentraciones, por otro lado, comunicadas a las instituciones pertinentes y que son parte consustancial de las campañas que cualquier organización sindical ejerce.
La historia del conflicto entre CNT Xixón y La Suiza arranca en 2017 cuando una persona,entonces empleada de esta pastelería, acude al sindicato a exponer su caso: la empresa le debe horas extras y vacaciones. El sindicato intenta negociar con el empresario, pero ante su cerrazón el sindicato inicia su habitual campaña de denuncia. El propietario de La Suiza comienza entonces a interponer denuncias y en junio de 2021 el controvertido juez Lino Rubio Mayo condena a cinco mujeres y a un hombre a tres años y medio de cárcel y a pagar una indemnización de más de 150.000 euros.
Manifestarse en la calle, repartir octavillas y compartir soflamas con un megáfono, hechos que se pueden circunscribir al desarrollo de una normal y habitual acción sindical, acaban siendo reprimidas por el Juzgado de lo Penal xixonés con el argumento de que la pastelería acabó cerrando por la inferencia de estas protestas, algo que primero la Audiencia Provincial y ahora el Tribunal Supremo avalan.
La sentencia del Supremo conocida, que no se detiene sin embargo a valorar la pena de banquillo y el calvario procesal al que han estado sometidas durante siete años estas compañeras y que ahora continúa de la peor de las maneras. Esto es grave por un sencillo motivo: desde ahora, cualquier persona que se manifieste contra una empresa puede encontrarse en la misma situación. Hacer sindicalismo no es delito, aunque la sentencia hecha pública por el Tribunal Supremo hoy lo ponga en duda. Desde que comenzó el conflicto, todos los sindicatos de CNT así como otras organizaciones amigas se han volcado en una campaña de solidaridad con las 6 de La Suiza. Esa solidaridad no termina ahí, de igual manera que este proceso tampoco ha concluido hoy. En 2022, cuando todavía quedaba esperar que el Supremo admitiera a trámite el recurso,una multitudinaria manifestación de sindicatos de la CNT y organizaciones amigas desfilaron por el centro de Madrid recordando que hacer sindicalismo no es delito. La estampa se repitió a mediados de junio en otra manifestación en Xixón, a la que acudieron sindicatos de CNT de todo el territorio. El 19 de junio, día en el que se comenzó a valorar el recurso —y se dictó sentencia—, un centenar de compañeras de los sindicatos de CNT en la Comunidad de Madrid se manifestaron a las puertas del Supremo para volver a hacer llegar el mensaje. Hacer sindicalismo no es delito.
La voz de las 6 de La Suiza y de la CNT no se apaga hoy. Lo repetimos una vez más: hacer sindicalismo no es delito. Y ahora: todas a las calles.