Muro de solidaridad y denuncias:
Antifascismo, antiracismo:
-En Donostia ¡no al racismo y fascismo!
Hoy nos reunimos a las puertas del Ayuntamiento de Donostia varias ciudadanas donostiarras y miembros de diferentes agentes sociales y políticos porque estamos preocupadas por las actitudes racistas, clasistas y fascistas que se están dando en la ciudad.
Creemos que en los últimos meses el tema ha adquirido una nueva dimensión: la violencia contra las personas racializadas, y sobre todo contra las que están en situación de exclusión, es más cruda y sistemática que nunca y, con ella, se está generalizando la criminalización contra este colectivo. En los últimos meses se han producido los siguientes incidentes:
• Algunos vecinos de Martutene han creado grupos de paliza a inmigrantes. Las palizas se han generalizado y han proferido varias amenazas de muerte.
• El personal de seguridad privada, agentes de la Policía Local y Ertzainas, de forma arbitraria y sistemática, golpean, identifican y sustraen a los inmigrantes.
• Se han generalizado los vetos de acceso a algunos comercios.
• Pintadas fascistas en diferentes rincones de la ciudad.
• Cuentas de Telegram e Instagram publicando rostros de personas racializadas y llamando a la violencia.
En este contexto, hay quienes tratan de culpar de todos los problemas, y en especial de la «inseguridad», a los inmigrantes y a las personas racializadas. Discursos fascistas que con mensajes xenófobos y racistas señalan a los inmigrantes como enemigos. (Por ejemplo: vienen a delinquir, que vuelvan a su país, los detienen y los sueltan, vienen a buscar subvenciones…).
En el punto de mira de estos discursos están los miembros procedentes principalmente del norte de África, que se encuentran en una situación de exclusión total por la Ley de Extranjería y la islamofobia. Pero estos discursos sirven justamente para tapar la raíz de los problemas actuales, precisamente la situación de miseria que genera el colonialismo y el capitalismo.
En este sentido, denunciamos que la violencia contra estas personas está siendo más cruenta que nunca. La actual situación de inestabilidad ha reforzado tanto las actitudes retrógradas como fascistas que, bajo la excusa del bienestar de los autóctonos, justifican la opresión contra los sectores más pobres, en este caso de este colectivo. En lugar de hacer frente a la pobreza generalizada y señalar a los responsables, quieren hacernos cómplices de este proceso, apelando a la represión de “los que están más abajo”. Es una visión que se ha extendido enormemente en pocos años por la crisis y ha sido reforzada por toda una maquinaria. Canales de comunicación como El Diario Vasco, entre otros, son la vanguardia de la ofensiva mediática contra este colectivo y tienen un impacto directo en la opinión pública. En este sentido, la policía y el sistema judicial son sus verdugos, y los partidos políticos los gestores de la situación.
Creemos que las limitaciones institucionales para mantener el conflicto social que vivimos son claras y, en gran medida, abren la puerta a propuestas políticas reaccionarias. Sin embargo, dentro de estas limitaciones, la derivación al turismo de una casa de acogida como La Sirena, la necesidad de garantizar las comidas de más de 300 personas a través de iniciativas populares o la violencia física y psicológica en todo momento ejercida por la policía en el espacio público responden a una «política de limpieza».
Por otro lado, tenemos la mencionada propuesta fascista-retrógrada cada vez con más peso, donde plantean la expulsión de inmigrantes, el cierre de fronteras, el aumento de policías y otras medidas. Consideramos que tanto la intensificación de las «movilizaciones ciudadanas» a favor de estas medidas, como la movilización callejera de los partidos de extrema derecha son muy preocupantes. Un ejemplo de ello son la concentración organizada por el PP en Egia y el vídeo difundido en las redes por la organización fascista Juventud Combativa.
La crudeza de la situación hace imprescindible no dejar ni un respiro a movimientos y discursos fascistas y rechazar actitudes regresivas. En la misma línea, consideramos necesario combatir la pobreza estructural y acabar con la Ley de Extranjería que perpetúa la exclusión, así como con cualquier «política de limpieza». Teniendo en cuenta las limitaciones institucionales, tendremos que desempeñar un papel activo en estas tareas y profundizar en la organización a nivel de calle, tanto para cerrar las puertas al fascismo como para combatir la pobreza. Nos toca reforzar la organización y la cultura antirrepresiva, antirracista y antifascista.
¡En Donostia no al racismo y al fascismo!
Firman 35 colectivos donostiarras.
Politi-pelotazos:
-La primera ley del Gobierno Vasco de PNV-PSE Pradales: 68 millones a la concertada para equiparar sueldos con la escuela pública.
Educación y Hacienda preparan una reforma exprés de los presupuestos vascos tras haber cerrado acuerdos con todas las patronales para mejorar su financiación.
La primera ley del nuevo Gobierno del jeltzale Imanol Pradales será una modificación exprés de los presupuestos de 2024 aprobados por Iñigo Urkullu. El objetivo es permitir la equiparación de los salarios del personal docente de los colegios privados con el de los funcionarios de Educación. Euskadi es la comunidad de España en la que más peso tiene la red concertada, ya que tiene matriculado al 50% del alumnado. Según la documentación, se estima que las mejoras retributivas pactadas por las patronales tanto de los colegios privados religiosos como de las ikastolas con el anterior consejero de Educación, Jokin Bildarratz, suman unos 68 millones de euros y se financiarán con cargo a “remanentes” de tesorería. En principio, la supuesta filosofía de la reciente reforma educativa es que la mejora de los pagos a la concertada hará desaparecer las cuotas que cobran por sistema a pesar de estar prohibidas desde hace décadas.
Prometió su cargo indicando que su prioridad sería la sanidad pública. Su primer paso práctico, beneficiar la enseñanza concertada. ¿Vamos entendiendo el acuerdo PNV-PSE?.
Solidaridad con Palestina:
-6 de agosto. A Coruña.
Boicot, Desinversiñons e Sancións, el grupo más activo en Galicia contra el sionismo y la ocupación de los territorios palestinos, llevó a cabo una concentración bajo el eslogan «O xenocidio non descansa no verán, érguete por palestina»
-7 de agosto. Vitoria-Gasteiz.
Miles de personas se sumaron a la protesta convocada por la plataforma Palestinarekin Elkartasuna en el contexto de las fiestas de Gasteiz, bajo el lema “Gora palestinar erresistentzia. Sionismoa genozida”.
Los congregados, además de reclamar el desmantelamiento del régimen colonial israelí, señalaron a los cómplices del sionismo. Entre otros denunciaron al Ayuntamiento de Gasteiz por los impedimentos puestos a las expresiones de solidaridad con Palestina en el espacio festivo.
La Plataforma también llevó a cabo manifestaciones en Bilbao el 16 de agosto y en Donostia hoy 17 de agosto.
Solidaridad con Venezuela bolivariana:
-5 agosto. Madrid.
Una manifestación de respaldo entusiasta y militante cerró el acto de solidaridad que se desarrolló el lunes 5 de agosto en el Centro Social Pasillo Verde Ferroviario, donde se dieron cita las fuerzas de la solidaridad con la Revolución Bolivariana.
Celebraron la reelección del mandatario y brindaron su respaldo al pueblo venezolano ante el ataque fascista e imperialista que se produjo tras el desconocimiento del legítimo y contundente triunfo popular.
Por invitación del Movimiento de Solidaridad en Madrid, la Embajadora de Venezuela en España Gladys Gutiérrez, brindó un informe sobre los últimos acontecimientos, haciendo énfasis en la legitimidad del triunfo electoral y destacando la capacidad de respuesta de la institucionalidad venezolana, que pudo controlar los hechos violentos producidos tras el ilegal desconocimiento del resultado electoral por parte de los dirigentes de la extrema derecha.
En su mensaje, la Embajadora Gutiérrez agradeció la solidaridad de las fuerzas políticas y sociales congregadas y animó a continuar la batalla por la verdad y la legitimidad del triunfo popular en Venezuela.