Movimiento obrero. Su brutal situación:
Despidos:
-Party Fiesta cierra definitivamente y despedirá a 140 trabajadores.
La cadena barcelonesa Party Fiesta, dedicada a la venta de disfraces y artículos de decoración, ha presentado un segundo concurso de acreedores y solicitado al juez la liquidación de la compañía.
Nipte 2000 (la sociedad que compró Party Fiesta SA) cierra sus 33 tiendas y despedirá a sus 140 trabajadores.
Alega deudas, grandes costes y la competencia en el mercado de los bazares.
-3 despidos sindicales en Matsa, Huelva.
MATSA, Minas de Aguas Teñidas SAU despidió a tres representantes sindicales de la plantilla el pasado día 15 de Julio.
Los trabajadores muestran su repulsa y convocaron movilizaciones. El 1 de agosto se concentraron a las puertas de la mina en Almonaster la Real para exigir la readmisión de los tres despedidos.
«Un ataque a la libertad sindical, al derecho de representación y defensa laboral de los trabajadores y trabajadoras de la empresa».
La Dirección de la empresa “ha atacado a las tres figuras existentes en el ámbito del Comité de empresa y sindical: a un delegado de prevención, a un miembro del Comité de empresa y a un delegado sindical, para que no haya duda de su ataque global al conjunto de materias recogidas en nuestra legislación».
Además, «lo hace utilizando malas artes y entendemos nosotros que ilegales como es la contratación exprofesa de detectives privados para un seguimiento de sus vidas particulares, que no demuestran ese mal uso manifiesto y habitual del uso de horas sindicales por los compañeros afectos de estos despidos».
Derecho a vivienda pública y digna:
-El problema de la vivienda en España, analizado desde una perspectiva marxista.
Entrevista a Jordi Ruiz.
-CANARIAS SEMANAL: Jordi, para comenzar, ¿podrías desmenuzar los mecanismos y contradicciones que, según advertía Federico Engels desde el siglo XIX, hacen que el problema de la vivienda sea irresoluble en una sociedad capitalista como la nuestra?
Jordi Ruiz: Sí, en efecto, tal y como decís, ya desde el siglo XIX Federico Engels advertía que el problema de la vivienda es una manifestación viva de las contradicciones inherentes al capitalismo. Los mecanismos que convierten ese problema en irresoluble se centran en cómo el capitalismo organiza la producción y distribución de bienes. Permíteme detallar algunos de estos mecanismos y contradicciones clave.
-Empecemos, por ejemplo, con la mercantilización de la vivienda. ¿Cómo influye esto en este problema, según Engels?
Engels argumenta que en el capitalismo la vivienda es tratada como una mercancía, cuyo valor está determinado por el mercado y la especulación inmobiliaria. Ello implica que la vivienda se construye y se vende con el fundamental objetivo de generar ganancias para los propietarios y desarrolladores inmobiliarios, y no para satisfacer una necesidad humana básica. Obviamente, esa mercantilización crea un conjunto de problemas importantes.
Por una parte, la tierra y las viviendas se convierten en objetos de especulación, lo que empuja hacia una inflación de los precios. Las viviendas se vuelven inaccesibles para quienes no pueden pagar los altos precios, excluyendo a una gran parte de la población.
Pero, además, la capacidad de acceder a una vivienda depende del poder adquisitivo, lo que perpetúa y agrava las desigualdades económicas y sociales. En este sistema, solo los que tienen recursos suficientes pueden asegurarse una vivienda adecuada.
-Otro aspecto que Engels mencionó es el del desplazamiento y el fenómeno que desde los años 60 del siglo XX comenzaría a caracterizarse con el término «gentrificación». ¿Podrías explicarlos?
Así es. Aunque fue en el siglo XX cuando se comenzó a hablar de «gentrificación», y sólo en los últimos años se ha popularizado este término, ya Engels observó que el capitalismo, a través del desarrollo urbano y la renovación de áreas, está forzando siempre, y de manera permanente, el desplazamiento de las comunidades de trabajadores. Este fenómeno, conocido hoy como gentrificación, significa que los barrios populares se vuelven atractivos para personas de mayores ingresos.
Al incrementarse el costo de la vida, los alquileres aumentan, obligando a los residentes originales, generalmente con bajos ingresos, a abandonar sus antiguos hogares. Los trabajadores desplazados de sus barrios de origen se ven forzados a vivir en condiciones cada vez peores, en áreas periféricas con menos servicios, peores condiciones y oportunidades.
-Engels, además, fue un acervo crítico de las soluciones que proponía la burguesía para «resolver» el problema. ¿Por qué las consideraba insuficientes?
Es que Engels sostenía que las soluciones burguesas, como la construcción de viviendas baratas o los programas de mejora urbana, son meros paliativos. No abordan las causas subyacentes del problema de la vivienda por varias razones. En primer lugar, porque se trata de medidas temporales, que no alteran en absoluto las estructuras económicas y sociales que generan la crisis de la vivienda. Por otra parte, al no cuestionar la propiedad privada de la tierra y la vivienda, estas soluciones perpetúan las dinámicas de especulación y desigualdad.
-Engels defendió la necesidad de una revolución socialista para que el problema pudiera resolverse realmente.
Cierto. Él estaba convencido de que solo una transformación socialista de la sociedad podría ofrecer una solución real y duradera al problema de la vivienda. Porque tal transformación implicaría necesariamente, por una parte, la socialización de la tierra y también, de los medios de producción. Eliminando la propiedad privada de la tierra, se podría garantizar que todos pudieran tener acceso a una vivienda adecuada, sin depender para ello de los vaivenes del mercado. Por otra, porque un Estado socialista podría planificar y distribuir las viviendas de manera equitativa, orientándose en satisfacer las necesidades humanas en lugar de a generar ganancias.
-¿Qué papel desempeñan las contradicciones del sistema capitalista en la permanente crisis de la vivienda?
Las contradicciones del capitalismo son fundamentales en la crisis de la vivienda. Engels identifica varias de esas contradicciones que considera claves en la dinámica que mueve a este fenómeno:
Intereses contrapuestos: Los intereses de los capitalistas, -es decir, de los propietarios de tierras, promotores inmobiliarios y especuladores-, permanecen en conflicto directo con los intereses de los asalariados. Mientras los capitalistas tratan, lógicamente, de maximizar sus beneficios a través de altos alquileres y la construcción de viviendas de lujo, los trabajadores, en cambio, lo que necesitan son viviendas asequibles y de calidad.
Por otra parte, el capitalismo tiende a concentrar la riqueza en manos de unos pocos, lo que reproduce la pobreza y la desigualdad. Esto se refleja en la falta de acceso a viviendas adecuadas para una gran parte de la población. La cuestión es que la naturaleza especulativa del capitalismo lleva de manera reiterativa a ciclos de auge y caída en el mercado inmobiliario, creando inestabilidad y precariedad en el acceso a la vivienda. Eso es lo que, justamente, estamos viviendo hoy en España.
En esta dinámica las llamadas «burbujas inmobiliarias» se producen de forma recurrente y siempre, inevitablemente, acaban estallando y provocando una mayor concentración de las viviendas en manos de los grandes tenedores – ya sean estos bancos, fondos de inversión o millonarios particulares – a costa de la pérdida de sus hogares que sufren miles de personas.
-En su estudio de este fenómeno Engels tomó como referencia el caso de Manchester, ¿cómo influyó el desarrollo de esta ciudad en sus ideas sobre la vivienda?
La experiencia de Engels en Manchester fue decisiva. Vivió en una ciudad donde la rápida industrialización y urbanización no fueron acompañadas de una planificación adecuada, dando como resultado condiciones de vida deplorables para la clase trabajadora. Engels pudo documentar en ella la miseria, el hacinamiento y las enfermedades que afectaban a los obreros en su obra «La situación de la clase obrera en Inglaterra». Estas observaciones le permitieron entender que la crisis de la vivienda era una consecuencia directa de las contradicciones del capitalismo.
-¿Crees que las observaciones de Engels sobre la vivienda continúan siendo relevantes hoy en día?
Absolutamente. Más que nunca. Las observaciones realizadas por Engels hace un siglo y medio continúan siendo extremadamente relevantes y vigentes. La especulación inmobiliaria, la gentrificación y la crisis de la vivienda no solo son problemas que aún persisten, sino que también se multiplican pavorosamente en muchas ciudades alrededor de todo el planeta. Los argumentos de Engels proporcionan una perspectiva crítica y estructural para entender y abordar estos problemas, destacando la necesidad de cambios profundos en la organización socioeconómica para resolverlos efectivamente…