Israel vs Palestina
Gritos desde el infierno:
-‘Bienvenidos al infierno’: las cárceles israelíes son máquinas de matar
Juan Manuel Olarieta
Las cárceles israelíes funcionan como campos de tortura. Los palestinos detenidos por Israel desde el 7 de octubre lo han estado diciendo durante meses, respaldados por una pérdida de peso extrema después de su liberación (1). Un informe exhaustivo de la ONG israelí de derechos humanos B’Tselem confirma estas afirmaciones basándose en los testimonios de 55 detenidos palestinos tras su liberación de las cárceles israelíes. La mayoría de los entrevistados nunca han sido juzgados por ningún delito (2).
El título del informe, “Bienvenidos al infierno”, es una cita de un soldado israelí. Un palestino de 45 años, Fouad Hassan, dijo a B’Tselem que fue la bienvenida que él y sus compañeros de prisión recibieron cuando bajaron del autobús en la prisión de Megiddo.
Los palestinos recluidos en prisiones y centros de detención israelíes desde el inicio de la guerra en Gaza han sido sometidos a tortura, abuso sexual, violencia, humillación, hambre, privación del sueño y denegación de tratamiento médico adecuado. El informe enumera 60 casos de prisioneros palestinos que han muerto desde el comienzo de la guerra el 7 de octubre, incluidos 48 prisioneros de Gaza que murieron en centros de detención del ejército y 12 que murieron bajo custodia en las cárceles. Muchos testimonios se refieren a la unidad Keter del servicio penitenciario, que funciona como fuerza especializada en control de disturbios.
“Sus testimonios revelan los resultados de la apresurada transformación de más de una docena de centros penitenciarios israelíes, militares y civiles, en una red de campos cuya política es maltratar a los detenidos”, señala B’Tselem en la presentación del informe. “Las instalaciones en las que cada detenido es sometido deliberadamente a un dolor y sufrimiento intensos e implacables funcionan como campos de tortura de facto”.
Un recluso fue asesinado a golpes por los guardias por preguntar si había un alto el fuego, porque no recibían noticias dentro de la prisión. Los carceleros apagaban cigarrillos “en mi boca y en mi cuerpo […] me pusieron pinzas en los testículos […] me pusieron pinzas en los testículos que estaban sujetos a algo pesado”. El uso de música disco reproducida a volúmenes que hacen sangrar los oídos de los presos. Un relato de agresión sexual y sodomía en el que otros guardias filmaron el acto con sus móviles… Una historia tras otra sobre el hambre deliberada en la que mantienen a los detenidos.
Hace unos días, un tribunal israelí ha acusado a varios miembros del ejército de violar en grupo a una detenida palestina en la base militar de Teiman. La acusación ha provocado un levantamiento en apoyo de los soldados en cuestión, alentado por miembros del ejército y dirigentes electos de los partidos políticos parlamentarios.
Cuando la chusma partidaria de la violación irrumpió en la base militar, el ejército israelí tuvo que trasladar unidades de Cisjordania a la base en un intento de mantener el control.
Los informes de B’Tselem y la ONU indican que la violación de Teiman está lejos de ser un caso aislado. El ejército israelí está llevando a cabo una política sistémica de tortura de los aproximadamente 10.000 palestinos que permanecen detenidos actualmente.
“Dada la gravedad de los actos, el grado en que se violan las disposiciones del derecho internacional y el hecho de que estas violaciones afectan a toda la población de presos palestinos diariamente y a largo plazo, la única conclusión posible es que, al participar en ellos, Israel está cometiendo torturas que constituyen un crimen de guerra e incluso un crimen contra la humanidad”, concluye el informe.
Durante mucho tiempo se han filtrado acusaciones de que los soldados israelíes recurren a la violencia sexual contra detenidos palestinos. El hecho de que la sociedad israelí se vea ahora obligada a reconocerlo ante los tribunales es en sí mismo el resultado de un creciente consenso de que Israel no puede investigarse a sí mismo por sus innumerables crímenes de guerra.
El apoyo de la población israelí a los violadores de su ejército y su reacción silenciosa ante el testimonio del informe B’Tselem es una prueba más de ello.
La indiferencia hacia estos crímenes define a Israel. En el campo de concentración de Guantánamo fueron asesinados 9 presos en veinte años; en Israel han sido 60 los detenidos asesinados en diez meses.
(1) -https://www.middleeastmonitor.com/20240423-palestinians-released-from-israel-detention-are-thin-weak-and-show-signs-of-torture/
(2) -https://www.btselem.org/publications/202408_welcome_to_hell
-Niña grita verdad
“¡Mira mundo lo que nos están haciendo los sionistas! ¡Y los países árabes mirando! ¿Acaso nuestro sufrimiento les gusta?! ¡Oh mundo, mira! ¡Aquí los niños están siendo bombardeados por los sionistas, muriendo bajo escombros, sus manos arrancadas, sus piernas despedazadas, sus cabezas aplastadas! Mundo, países árabes: ¡¿Qué sangre corre por tus venas, de qué lodo estás hecho que no frenas a los genocidas?! ¡¿Acaso si le hicieran esto a tus hijos te quedarías callado?!”, expresa una niña sobreviviente al bombardeo sionista contra una escuela en Gaza.