Movimiento obrero. Su brutal situación:
Despidos:
-La planta de Ford retomará la actividad con 400 trabajadores menos, el 65% de los despidos ERE.
El restante 35% de los despidos se llevarán a cabo entre septiembre y diciembre.
La fábrica de Ford en Almussafes, contará con 400 trabajadores menos a su vuelta de vacaciones en septiembre, lo que representa el 65% del total del Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
-110 despidos y 11 recolocaciones en la planta de Leventon en Sant Esteve.
La planta de la empresa en Sant Esteve, tiene el cierre previsto a final de año.
La empresa de material sanitario Leventon, filial del grupo catalán Werfen, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) lleva finalmente a cabo el despido de 110 trabajadoras y trabajadores, y la recolocación de 11 en otra compañía del grupo, Sunrise Technologies.
-Huelga contra despidos.
Tres jornadas de huelga convocadas en la empresa Clarton Horn, en La Carolina (Jaén).
Contra los últimos seis despidos y rechazar la externalización de servicios pretendida por la dirección.
Hicieron jornada de huelga el 25 de julio y tienen convocados otros días de huelga, el 22 y el 29 de agosto.
La postura de la empresa surge a raíz de la negativa de los trabajadores a firmar una propuesta de convenio elevada por la patronal en la que se planteaba una reducción de entre 350 y 500 euros a los 180 trabajadores que conforman la plantilla.
La empresa ha argumentado que tanto los despidos como la externalización de servicios responde a problemas económicos, pero niegan el acceso al balance financiero de la misma a los representantes de los trabajadores.
Salud pública:
-El consumo de antidepresivos se dispara en España: gana la psicofarmacología, pierde la psicoterapia.
El consumo de antidepresivos crece un 50% en diez años y España se sitúa como el tercer país de la UE por consumo de psicofármacos. El confinamiento durante la pandemia agravó un problema que la estructura del sistema sanitario no puede abordar.
El consumo de fármacos antidepresivos con dosis diaria crece un 50% entre 2012 y 2022. La ingesta de sustancias hipnóticas y sedantes también experimentó un gran incremento durante esa década.
Son datos recogidos en el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023, publicado este 5 de agosto por el Ministerio de Sanidad de España. El estudio consigna que, en 2022, la dosis diaria de fármacos antidepresivos fue de 98,8 por cada 1.000 habitantes (con topes máximos de consumo de 146,8 y mínimos de 54,2). Las cifras suponen un aumento del 48,48% en comparación a 2012, cuando la dosis diaria fue de 66,6 por cada 1.000 habitantes.
Los medicamentos hipnóticos y sedantes también registraron un alza del 22% en el mismo periodo (35,2 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, con un consumo máximo de 64,3 y un mínimo de 19,1). En definitiva, los datos colocan a España en tercera posición en la UE en cuanto a consumo de antidepresivos.
De acuerdo con el estudio, en 2022 los trastornos relacionados con la ansiedad afectaron a un 10,6% de la población de España (48 millones de habitantes). Problemas de salud como el insomnio y la depresión afectan al 8,16% y 4,78% de los españoles. Los casos de ansiedad se han disparado un 70%, afectan el doble a mujeres (14%) antes que a hombres (7%) y a un 3% de los menores de 25 años.
La tendencia a consumir fármacos para combatir patologías asociadas a la ansiedad también es creciente en los últimos años. Una de las causas la provocó el confinamiento de la población en 2020, que agravó todas las circunstancias de las enfermedades mentales.
Una de las causas que propicia el aumento del consumo de psicofármacos es la propia estructura del sistema sanitario español: El abuso en la prescripción de estos medicamentos, también los antidepresivos, por parte de los médicos de familia sin formación específica en psicología y no de los especialistas. Ya en 2022, más de dos millones de personas tomaban ansiolíticos a diario y en torno al 90% de los tranquilizantes que se recetaban llevaban la firma del médico de familia y no la de un especialista en psiquiatría tras pasar por su consulta.
El estudio fue avanzado en otoño de 2023 por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), que realizó un informe a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Eurostat, el Ministerio de Sanidad y las distintas administraciones autonómicas del país. El estudio da cuenta de la creciente tendencia en la UE de medicalizar problemas cotidianos, ante la escasez de especialistas y recursos del sistema sanitario público.
El resultado es que la población afectada de trastornos mentales y del comportamiento acude a su médico de cabecera en los centros de atención primaria, 1,5 veces más que el resto de la población. Y allí les atiende un médico de medicina general, no un psicólogo ni un psiquiatra. Así que hasta 5,5 millones de pacientes reciben posteriormente atención psiquiátrica especializada en centros de especialidades médicas y hospitales públicos. En 2022 se atendieron unas 360.000 urgencias hospitalarias de esta índole.
No obstante, las cifras de la salud mental son alarmantes y, al margen de los factores biológicos y genéticos en el desarrollo de patologías mentales, en el Ministerio de Sanidad se tiene cada vez más en cuenta los «determinantes socioeconómicos». La pobreza y la desigualdad generan patologías.
«A cualquier momento de tristeza ya se le llama depresión. A la angustia, trastorno de ansiedad. Al cambio de ánimo normal de la existencia, trastorno bipolar. Y a las toxicomanías, consumo problemático, por lo que han acabado por meter en la jerga médica un término capitalista temible, que naturalizan». «La presión de los laboratorios es muy fuerte».
«Desde que se descubrieron los antidepresivos a finales de los años 50, que son muy necesarios en determinados casos, la industria farmacéutica ha hecho estragos en la población fomentando su consumo. No interesa parar su negocio en lugar de fomentar la psicoeducación y la salud comunitaria»
Industria alimenticia pelotazo:
-La cara oculta del turismo gastronómico: 1.100 millones públicos para el modelo Basque Culinary Center
Euskadi quiere ser un referente mundial en el ámbito gastronómico y alimentario para profundizar en la economía de servicios. El modelo elegido por la fundación culinaria es la colaboración público-privada, que de momento está sirviendo para enriquecer a las empresas a costa de los fondos europeos y las ayudas de la administración pública.
La construcción de la nueva sede de la Fundación Basque Culinary Center, que se instalará en los barrios donostiarras de Gros y Ulia, ha sido una fuente de polémica y movilización social desde su presentación inicial. De acuerdo con las organizaciones sociales, aumentará la presión turística sobre la ciudad, reducirá el espacio público y, con ello, sacrificará la única área arbolada que queda en la zona verde de los parques de Manteo y Zemoria. En mayo, vecinos del barrio de Gros denunciaban además que las obras de construcción estaban causando afecciones a los alumnos del centro escolar Xabier Zubiri Manteo, y hace algunos días, la Asociación de Vecinos de Ulia criticó la demora judicial para resolver el recurso contra el proyecto.
Hasta Santiago Eraso, exmiembro del Consejo Vasco de Cultura y exdirector cultural de la candidatura de Donostia a Capital Europea de la Cultura 2016, ha sido crítico. Lo hizo refiriéndose al libro El malestar en la turistificación. Pensamiento crítico para una transformación del turismo (Icaria, 2023) y poniendo como ejemplos tanto la construcción del Gastronomy Open Ecosystem (otro Basque Culinary Center) como el segundo espacio que el Museo Guggenheim pretende edificar en la biosfera de Urdaibai en Bizkaia”…