Muro de solidaridad y denuncias:
Con Palestina, contra su genocidio:
-Imposibilitar las pruebas de la barbarie
22 de septiembre de 2024
Ante el allanamiento de la sede de Al Jazeera en Ramallah.
A las 3 de la mañana, soldados israelíes fuertemente armados asaltaron la oficina de Al Jazeera en Ramallah, echando al equipo. Los soldados ordenaron a todos los que trabajaban en el turno de la noche en la oficina que se fueran, diciéndoles que sólo podían llevarse sus pertenencias personales. La orden provenía de la autoridad militar israelí a pesar de que la oficina estaba en la Zona A, una zona delineada por estar bajo control palestino en los Acuerdos de Oslo.
Comunicado:
El Otro País, Kaos en la Red, Nueva revolución, Lo Que Somos.
En 1945 los nazis ante el avance de Ejército Rojo trataron apresuradamente de destruir las pruebas de los salvajes crímenes cometidos en sus campos de concentración. No pudieron ejecutar plenamente la ocultación del infierno que habían creado, por ejemplo en Mauthausen el fotógrafo del campo, el comunista catalán Francisco Boix, hizo copia de todas las fotos y consiguió esconderlas hasta el final de la guerra, gracias a ellas se pudo desvelar al mundo la vesania que se ocultaba tras las alambradas de los campos de exterminio. Estas fotos pudieron demostrar en Núremberg que jerarcas nazis como Albert Speer estuvieron en el campo, desvirtuando su alegato sobre el desconocimiento del exterminio planificado de prisioneros.
Las redacciones de El Otro País, Kaos en la Red, Nueva revolución y de Lo Que Somos quieren manifestar que el asalto y cierre esta mañana de las oficinas de Al Jazeera en Ramallah perpetrado por el ejército de la entidad colonial sionista no sólo constituye un brutal atentado a la libertad de información, sino que es la antesala de una despiadada operación contra la población civil de Cisjordania. Han aprendido bien de sus homólogos nazis que mejor que destruir las pruebas, mejor es evitar que éstas existan.
Recientemente se han divulgado imágenes de tres soldados israelíes arrojando desde una azotea a un palestino herido y con los ojos vendados. También se ha visto como la pala de un bulldozer apilaba cadáveres de palestinos amontonados como trapos.
Los criminales de las Fuerzas de Defensa de Israel quieren evitar la difusión de estas imágenes para ello tienen que ocluir la realidad de sus crímenes de guerra, genocidio y lesa humanidad.
El cierre de Al Jazeera incluso es una agresión menor en el marco de una invasión en la que han sido asesinados 170 periodistas palestinos ante el silencio estruendoso de las corporativas asociaciones de periodistas del llamado Occidente global. Es posible que en su fuero interno consideren que al ser palestinos son menos periodistas que ellos o no los son en absoluto, reproduciendo el discurso racista del sionismo que califica a los palestinos como subhumanos exactamente el mismo concepto que utilizaban los nazis, “untermensch”, para referirse a los judíos.
Es la misma semántica porque ambas ideologías la nazi y la sionista del pueblo elegido de dios comparten una misma abyección el apartheid y la supremacía racial.
Como consumados asesinos han de eliminar las huellas y matar a los testigos. Desde nuestras publicaciones, EOP, LQS, Nueva Revolución y KAOS, alzamos nuestro grito para garantizar el derecho a informar sobre el genocidio contra el pueblo palestino, a la par de que pedimos su cese y al gobierno español que rompa relaciones diplomáticas, comerciales, políticas y militares con la entidad sionista. ¡Basta ya de fingir una solidaridad inexistente!
Agencia MP3.
Antifascismo:
-Entrevista a Miquel Ramos «la violencia de la extrema derecha es tratada en muchas ocasiones como un problema de orden público, nada estructural».
Miquel Ramos es periodista e investigador especializado en extrema derecha y delitos y discursos de odio. Licenciado en Ciencias de la Información y con un máster de sociología y antropología de la Universitat de València. Colabora con diversos medios y es autor del imprescindible ‘Antifascistas: así se combatió la extrema derecha en español desde los años 90’ (Capitán Swing, 2022).
(…) Extractos de la entrevista
-Con el Juez Marlaska de Ministro después de la masacre que ocurrió en Melilla… ¿Si la extrema-derecha llegara al poder habría muchas diferencias respecto al trato a las y los migrantes?
Me temo que no, ya que Marlaska, por su trayectoria y su actitud demostrada en estas dos últimas legislaturas, cumple perfectamente el papel asignado para mantener el statu quo, una política continuista al servicio de una ley racista como es la Ley de Extranjería, y en todo lo que compete a Interior. El actual ministro es solo un peón más de una maquinaria estructural que pondrá a otro cuando cambie el gobierno pero que no se diferenciará prácticamente de este.
-Ahora hay una extrema-derecha catalana, años después de que un personaje como Josep Anglada fuera «pionero» apoyando el Estatut. ¿Crees que puede pasar lo mismo en Euskal Herria o Galiza?
El caso catalán viene muy influenciado por los acontecimientos recientes, esto es, el procés y sus restos, cuya gestión ha promovido que opciones como Aliança Catalana o discursos racistas y mesiánicos calcados a los de la extrema derecha española encuentren un nido ante tanta decepción. Aunque esto responde también a una coyuntura global, en Catalunya se ha acelerado gracias a la crisis de los partidos que lideraron el procés y la falta de legitimidad que una parte de la ciudadanía les atribuye. Euskal Herria es diferente, hay otras hegemonías, otras circunstancias, que de momento amortiguan la aparición de una fuerza como AC. En Galicia, lo mismo, con la particularidad de que allí, ni siquiera Vox ha logrado representación. Esto no quiere decir que no existan prejuicios racistas, que no haya un poso social que, en otras circunstancias, no compraría un producto de estas características.
-El Equipo Nizkor habla de que hay un Modelo Español de Impunidad respecto a los crímenes de la dictadura franquista. ¿Crees que sucede algo similar con los asesinatos y ataques de la extrema-derecha, se les trata de manera especial en los juicios?
No hay ningún tratamiento especial para los crímenes cometidos por la extrema derecha. Podríamos decir que la legislación de delitos de odio fue pensada originalmente para perseguir el racismo, la homofobia y otras formas de intolerancia que tradicionalmente han abanderado las extremas derechas, pero su alcance va mucho más allá, y ya no solo se persiguen este tipo de delitos por su autor, sino por la interpretación que hacen de la ley los políticos, fiscales, policías y jueces. Esto ha llevado a que esta legislación alcance también a juzgar como delitos de odio los ataques a la extrema derecha, a los cuerpos policiales o a instituciones o símbolos del Estado, una perversión en su interpretación que ha sido denunciada en numerosas ocasiones por alejarse de su teórico principal cometido. La violencia de la extrema derecha es tratada en muchas ocasiones como un problema de orden público, nada estructural.
-Alvise no lleva banderas españolas y está en contra de los toros. ¿Hay vida inteligente en los neonazis y tenemos un problema?
Claro que hay inteligencia dentro de la extrema derecha. Mucha. Desde siempre. No son ignorantes. No son la caricatura que algunos se creen, a pesar de que haya algunos seguidores que representen el cliché de cuñao facha. Hay gente muy inteligente diseñando todas las estrategias, que está en constante movimiento, viajando, formándose, aprendiendo en otros países. Y mucho dinero que hace que esto fluya. Mira cómo invierten todos estos partidos en Think Tanks, en escuelas de pensamiento, jornadas, campañas publicitarias muy bien pensadas…. Menospreciar su inteligencia es un grave error. No son ignorantes, son mala gente.
-Si hicieras una continuación de «Antifascistas»… ¿de qué hablarías, qué es lo que resaltarías?
Lo terminé en 2021, y desde entonces han pasado demasiadas cosas… Añadiría algunas historias que me han llegado después de publicarlo, gracias a gente que lo leyó y que me quiso contar sus experiencias y anécdotas, de territorios que no aparecen en el libro porque entonces no encontré a nadie. Pero en general, no tocaría demasiado, ya que tiene más de 600 páginas. Es el retrato de una época con las historias que pude recopilar y que finalmente decidí incluir, pero hay muchísimas más que me hubieran dado para otro libro. Y, como se trata de una batalla constante, hoy más imprescindible que nunca, podríamos escribir mucho más. Por eso animo a la gente que ha participado en movimientos sociales que cuente sus historias, que escribamos nuestra propia memoria histórica, que enseñemos a las nuevas generaciones todo lo que vivimos, sufrimos, erramos y conseguimos.