Movimiento obrero. Su brutal situación:
Denuncias de criminalización:
-‘Las 6 de La Suiza’: Facer sidicalismu nun ye delitu!
El 28 de septiembre en Xixón una nueva manifestación tomó las calles para exigir la libertad de ‘Las 6 de La Suiza’ y para defender los derechos sindicales.
Manifestarse en la calle, repartir octavillas y compartir alegatos con un megáfono, hechos que se pueden circunscribir al desarrollo de una normal y habitual acción sindical, acaban siendo brutalmente penalizadas por un Juzgado de lo Penal xixonés y ratificadas por el Tribunal Supremo
“…El Juzgado de 1ª Instancia de Gijón condena a tres años y medio de prisión a siete de los sindicalistas por delitos de coacciones y obstrucción a la justicia, y una indemnización de más de 150.000 euros a la empresa…”
Este caso confirma la progresiva regresión en derechos y libertades más básicas que estamos viviendo por todo el estado español. Yo no sólo es un tema sindical, va contra la legítima protesta social o la libertad de expresión.
-¿Quiénes son las 6? Queremos saber algo sobre ellas
Somos seis personas, 5 mujeres y un hombre, condenadas a 3 años y medio de prisión y a 130.000 € de indemnización por unos hechos acaecidos hace más de 7 años. No hay nada especial en nosotras, somos como cualquier persona de nuestra edad que comparta una visión del mundo y de cómo posicionarse ante él. Trabajamos, estudiamos, tenemos proyectos de vida en conjunto, algunas hemos tenido criaturas…
-¿Qué implica la sentencia del Tribunal Supremo? ¿Hay recurso posible? ¿En qué momento se encuentra el proceso?
La ratificación del Tribunal Supremo implica que la condena es firme, por lo que se abre paso al procedimiento de ejecución de la misma. Esto no es óbice para que sigamos planteando la lucha en los juzgados. Ahora toca plantear recurso al Tribunal Constitucional y, si no obtuviéramos una respuesta positiva, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
-Os condenan a tres años y medio de cárcel y a pagar una indemnización de más de 130.000 euros. ¿Cómo valoras la condena?
Nos llama poderosamente la atención cómo dedica un párrafo a excusarse diciendo que los hechos juzgados no se corresponden con una acción sindical para, a continuación, pasar a relatar hechos exclusivamente sindicales y terminar condenando subsidiariamente a un sindicato. Es llamativa también la cifra de indemnización en concepto de “daños morales” y cómo extiende estos no sólo al empresario, sino a toda su familia. Animamos a hacer un ejercicio comparando esta con otras sentencias en las que los daños morales fueron inequívocamente más graves.
-Cuál es la situación familiar en la que quedan si entran en prisión?
Algunas compañeras tienen hijos menores; todas tenemos pareja, proyectos de vida en común y familiares que nos preocupa dejar solas fuera.
-¿Qué implicaciones crees que tiene esta sentencia para el conjunto del movimiento obrero y de la clase trabajadora?
Han abierto una nueva línea de interpretación en la que se obvia el contexto sindical o social de los hechos. Es como si se condenara por secuestro a un empresario que obliga a hacer horas extras a sus empleadas, o por coacciones a un casero que te pretende subir el alquiler. Sospechamos que se aplicará a cualquier colectivo que proteste por cualquier motivo que no sea del agrado de los poderosos.
-¿Crees que el caso se hubiera desarrollado de la misma manera si en lugar de CNT se tratase de otro sindicato? ¿Los métodos del sindicalismo combativo resultan más molestos que la manera de proceder habitual desde la burocracia de los grandes sindicatos?
No creemos que se ataque a la CNT por el mero hecho de ser la CNT, sino por una práctica concreta de movilizaciones, llevadas a cabo por y para las personas afectadas, para defender los derechos en un sector desprotegido como es el de la hostelería. Cualquier otra organización que hubiera adoptado estas tácticas con éxito -que son inherentes al sindicato, pero no exclusivas- habría afrontado las mismas consecuencias.
-¿La CNT se ha enfrentado anteriormente a situaciones parecidas, o este ataque a la libertad sindical marca un cambio?
La CNT, y otras muchas organizaciones, han vivido montajes jurídico policiales desde que el movimiento obrero existe. Sin embargo, sí que percibimos un salto cualitativo: A diferencia de otros casos en el pasado, en este no hay una discrepancia sobre lo que dicen que hicimos y lo que hicimos. La sentencia reconoce que lo que se llevó a cabo fueron manifestaciones pacíficas y negociaciones con la empresa. Lo que cambia es el marco de interpretación de estos hechos, en el que se obvia que es un conflicto sindical y se nos juzga como si fuésemos una organización criminal que hiciéramos esto por motivos personales. A pesar de esta interpretación, la misma sentencia acaba condenando a la CNT subsidiariamente. Es decir, que en primer lugar aclara que no está juzgando acción sindical, pero acaba condenando a un sindicato.
-Os condenó un juez poco amigo de sindicalistas e insumisos a la mili. ¿Es momento de hacer campaña contra una justicia y unos juristas poco sociales y poco justos?
Nunca ha dejado de ser el momento; hay casos, como este, que alcanzan más relevancia mediática -por ser especialmente sangrantes-, pero injusticias como esta se cometen a diario a lo largo y ancho de los juzgados de todo el mundo. Deberíamos estar trabajando en alternativas al punitivismo, que sean, por un lado, eficaces y sobre todo, que atiendan realmente a las necesidades de las personas que se ven involucradas en conflictos.
-¿Sentís indefensión ante la justicia?
Obviamente, sí. Pero tampoco es algo que nos sorprenda demasiado. Sabemos que, cuando es necesario, la justicia pasa de cumplir un papel de regulación de la convivencia más o menos predecible a uno de corrección punitivista de comportamientos no deseados por las élites. Cuando esto pasa, la justicia se convierte en un pretexto que da apariencia de legalidad a unos fines que están marcados en la agenda oculta.
-¿Cómo valoráis el apoyo social?
Es impresionante. Sin él, no podríamos haber enfrentado estos largos 7 años de proceso ni lo que nos queda por vivir. Y es precisamente esta respuesta social, la de la solidaridad, la que contrarresta los efectos de la represión y nos ayuda a, sabiéndonos arropadas, mantenernos firmes en nuestros principios y asumir las consecuencias que han previsto para nosotras.
-¿Tenéis pensada alguna iniciativa para ampliar la solidaridad y frenar este ataque al conjunto de la clase trabajadora?
Ya las hay; por un lado, este verano la CNT ha conseguido algo histórico de tanto valor como la unidad sindical, que se materializó el 28 de septiembre en la manifestación en Xixón. … Además, en el ámbito jurídico, se ha creado la plataforma Abogacía en defensa de la acción sindical, en el que un grupo de juristas analizan el caso y las respuestas desde el mundo jurídico.
A nivel territorial, en Asturies, se ha conformado el grupo de sofitu (en asturiano, apoyo) a las 6 de La Suiza, que ha conseguido unir a cientos de personas de diferentes sensibilidades y tradiciones políticas para darnos apoyo, cuidarnos y defendernos de los ataques sufridos.
–https://loquesomos.org/hablamos-con-las-6-de-la-suiza-facer-sidicalismu-nun-ye-delitu/
*A la manifestación del 28 de septiembre en Xixón asistieron varios miles de personas.
Despidos:
-Disport Kanpora
Comienza el nuevo curso y los ataques de DISPORT a sus trabajadoras no cesan.
Estando en una situación tan precaria que se encuentra en preconcurso de acreedores por falsa de liquidez, toma represalias contra las trabajadoras que estuvieron más activas en la lucha contra los impagos del curso pasado:
1 trabajador despedido y 3 delegadas a las que paga tarde.
El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y el abogado de la empresa prometieron, antes de verano, que se iban a pagar los sueldos en fecha y que se iban a mantener los puestos de trabajo “pase lo que pase”. Pero empezamos el curso así, incumpliendo lo prometido.
Además, el Ayuntamiento, responsable de la situación, no pone medidas para que dejen de ocurrir estos abusos y la empresa va a seguir gestionando los servicios.
Esto es un claro ejemplo de las consecuencias de la subcontratación: ataques contra las condiciones de trabajo y un empeoramiento del servicio municipal que repercute en los usuarios.
¡No nos queda otra que luchar!
¡Readmisión del trabajador despedido!
Ayuntamiento, ¡solución ya!
Basta ya de ataques contra las trabajadoras.
*Denuncian el despido de un monitor de Disport en Vitoria y “otras represalias” por la huelga.
El nuevo curso empezó el 1 de octubre, pero la empresa que gestiona las actividades deportivas y piscinas de los centros cívicos sigue en preconcurso de acreedores.
La empresa cuenta con 150 trabajadores, y está subcontratada por el Ayuntamiento para la gestión de las actividades deportivas en centros cívicos.