Movimiento obrero. Su brutal situación:
Morir por amianto en el tajo:
-“La Casa de la Moneda, un lugar muy seguro para billetes y monedas, pero no para la seguridad y la prevención frente al cancerígeno amianto”.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la sentencia que condena a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre a indemnizar en concepto de daños y perjuicios a la familia de José María Martín-Caro Merchán, fallecido por amianto, con más de 500.204 euros, a su viuda y los dos hijos José María y Alberto.
Prestó sus servicios profesionales de oficial de 1ª montador desde1978 hasta 2016 que se jubiló. La exposición al amianto se produjo porque este componente estaba presente en toda la red de abastecimiento y saneamiento de la Casa de la Moneda y era constante su trabajo directo sin medidas de seguridad ni prevención frente al mineral cancerígeno. La constante exposición al amianto provocó que el trabajador sufriera un mesotelioma pleural, diagnosticado en 2018, lo que provocó su fallecimiento tras un deterioro progresivo el 3 de diciembre de 2022.
Entrevista con su hijo, Alberto Martín-Caro, que después de cinco años han logrado que se conozca que en ese centro de trabajo con medidas excepcionales de seguridad para billetes y monedas, la salud de las personas que trabajaban ahí no importaba, porque no se pusieron los medios adecuados de prevención y salud frente al cancerígeno amianto. Ahora, su hijo, después de haber convivido con el cáncer que padeció su padre, manifiesta que “tengo claro que si se puede ayudar de alguna manera a otras personas afectadas por amianto, aquí estoy para hacer lo que haga falta realmente, ya que mi padre lo hubiera querido así”.
“Da miedo pensar que en sitios así no se toman este tipo de medidas que, además, por ley las tienen que adoptar”.
“En casos de mesotelioma, desgraciadamente la única sentencia clara que hay aquí es la del afectado que está condenado, aunque sea triste, a muerte”.
(¿Con cuánta gente trabajaba tu padre, no estaría el sólo como Oficial de Primera? Y los demás trabajadores, ¿estaban fuera del peligro del amianto?)
“Para que te hagas una idea, hay dos casas de la moneda. Una que es la fábrica que está en Madrid, que es donde trabajaba mi padre, en la calle de Jorge Juan, muy cerca del Palacio de los Deportes en la calle Goya, y luego está la de Burgos, que hacen otro tipo de cosas. En un taller normal fácilmente son 30/40 personas, y hay bastantes: de fontanería, de electricidad, de cerrajería. Al final, es un sitio en el que está todo tan hermético y cerrado al exterior, lógicamente por seguridad porque estamos hablando que se hace papel de moneda y acuñación de moneda, pero que, al final, todo el mundo está respirando ese amianto. No es decir que porque era fontanero; no, porque, a lo mejor, el que es administrativo está pasando todos los días por esa puerta o zona y podría estar inhalando esas fibras cancerígenas”…
Despidos:
-La panificadora Upan de Cáceres cierra tras 40 años y deja en la calle a 90 trabajadores.
Cerró definitivamente el 15 de octubre y despide a sus 90 trabajadoras y trabajadores.
La empresa alega el cese por la baja rentabilidad, la subida de precio de las materias primas y los cambios en los hábitos de consumo.
-Tenneco, 60 trabajadores despedidos.
La multinacional norteamericana Tenneco, dedicada principalmente a la fabricación de componentes para la automoción, ha comunicado a los trabajadores y trabajadoras de la fábrica del grupo ubicada en la Zona Franca (Barcelona) la intención de despedir a 60 personas, de los 177 trabajadores de la actual plantilla, dedicada desde hace 70 años a la fabricación de pastillas de freno para automóviles y vehículos ligeros.
Por su parte, miembros del Comité de Empresa denuncian falta de inversión por parte del grupo propietario para justificar una “deslocalización encubierta” hacia plantas asiáticas y de países del Este. La fábrica promete seguir ‘al menos hasta 2027’.
Los representantes de los trabajadores también destacan que Tenneco podría estar interesada en cesar su actividad “para huir de sus obligaciones en materia de salud laboral y como legal sucesora de Jurid Ibérica y Honeywell” por las defunciones y enfermedades causadas por la exposición de los empleados de la planta al amianto, polvo de sílice, formaldehídos y otros componentes tóxicos identificados en numerosas sentencias judiciales que acreditan el trabajo en la fábrica en condiciones de falta de medidas de seguridad y prevención.
-ABAI y Atento, subcontratas de Movistar, siguen despidiendo.
Los últimos años en las sedes de ABAI y Atento, empresas con subcontratas de la teleoperadora Movistar, han sido de despidos.
Existe una «carga de trabajo desmesurada» en estos centros de trabajo donde se han rebajado drásticamente el número de trabajadores.
«Los datos son alarmantes, en la última década, en el centro de ABAI en A Coruña trabajaban casi 1.200 trabajadoras, a día de hoy quedan unas 400 y en Atento pasó más del mismo».
Muchas llamadas «están siendo desviadas a las platafaformas que tienen las subcontratas en otros países donde las condiciones laborales de las teleoperadoras y los teleoperadores son aún más precarias, con el fin de incrementar sus abultados beneficios». En España, «Una teleoperadora, tiene un salario medio de 800 euros al mes”.
-Siete despidos arbitrarios e injustificados en Brahm Manzanares.
La empresa en Ciudad Real despide a siete trabajadores con contrato indefinido.
La multinacional Brahm Precision Products Corporation Spain alega un intento de reestructuración orientado a mejorar la eficiencia y competitividad en el mercado global, mientras los trabajadores sostienen que no se han explorado alternativas menos perjudiciales.
-La empresa auxiliar de Alcoa Edyproga Lugo comunica el despido de seis de sus 16 trabajadores.
La firma alega «unha drástica redución do volume de gasto en investimento» por parte de Alcoa lo que derivó en la inexistencia de pedidos por parte de la matriz, que «non realizou ningún pedido dende o mes de agosto a outubro».
Los trabajadores iniciaron el 21 de octubre paros diarios, concentraciones y manifestaciones exigiendo soluciones.
Esta situación de falta de trabajo está afectando a otras auxiliares que también contrataban servicios a Edyproga, como es el caso de Cotelsa que también «se viu obligada a cortar a contratación con Edyprogra».
Las calles hablan:
-Si 7291 personas necesitan un hospital y se lo niegas, no se mueren, las matas.