Revolución, Resistencia y Memoria.
Patrimonio de la Humanidad.
Xabier Peñalver. Txalaparta 2022.
Nicaragua (y 2)
-Plaza de la Revolución.
En Managua.
La plaza se sitúa en el centro de la ciudad e incluye el Palacio Nacional, la catedral y el Parque Central. Conocida anteriormente como plaza de la República, su nombre fue cambiado tras la victoria de la Revolución sandinista.
Fue en esta plaza en donde entraron triunfantes las columnas militares compuestas por guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), tras la derrota y huida del dictador Anastasio Somoza el 17 de julio de 1979. Este moría en 1980, víctima de una acción llevada a cabo por un comando del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en la calle Generalísimo Franco (hoy avenida de España) de Asunción, Paraguay, siendo enterrado en EEUU. En este amplio espacio Se celebran grandes actos públicos, muchos de ellos de carácter político.
La lucha contra la dictadura de Somoza tenía su origen en los años 50 y fue a partir de 1978 cuando adquirió un rumbo definitivo, llevándose a cabo en junio de 1979 la llamada Ofensiva Final y una huelga general, logrando entrar en la capital victoriosas las columnas guerrilleras del frente el 19 de julio.
El nuevo Gobierno emprendió importantes reformas en educación (gran campaña de alfabetización), sanidad y en lo referente al reparto de la tierra (grandes latifundios) mediante la reforma agraria, logrando cambios trascendentales para el futuro. Sin embargo, Estados Unidos creó una oposición armada denominada “contra” en la que gastó más de 300 millones de dólares y que causó decenas de miles de muertos en el país, consiguiendo truncar la fase revolucionaria en 1990. No obstante, los sandinistas recuperaron el poder en 2006.
-Monumento a los obreros y campesinos.
En Managua.
Ubicado en el lugar que ocupaba el centro de Managua antes del terremoto de 1972, el monumento consiste en una figura repujada en hierro que representa a un guerrillero que levanta con su mano izquierda un fusil mientras sostiene en la derecha una piqueta. Fue realizado por Frank Orozco e inaugurado en 1984, conmemorando el V aniversario de la Revolución sandinista. La figura homenajea a los miles de luchadores contrarios a la dictadura y al imperialismo. La placa situada bajo la escultura dice: “Solo los obreros y campesinos irán hasta el final”.
El general Sandino escribió en 1930: “Compañeros, la clase trabajadora de toda América Latina sufre hoy una doble explotación: la del imperialismo, principalmente yanqui, y la de las burguesías nativas, o sea, los capitalistas nacionales explotadores, quienes, en sus afanes por obtener los favores del insaciable invasor, diariamente intensifican más y más la destrucción del movimiento revolucionario, las persecuciones de sus dirigentes, los encarcelamientos y los destierros… Compañeros: hasta el presente nuestro Ejército reconoce el apoyo que los sinceros revolucionarios le han prestado en su ardua lucha; pero con la agudización de la lucha, con la creciente presión por parte de los banqueros yanquis, los vacilantes, los tímidos, por el carácter que toma la lucha, nos abandonan, porque solo los obreros y campesinos irán hasta el fin, solo la fuerza organizada logrará el triunfo. ¡Patria y Libertad!”
-Museo de la Revolución.
En León.
El museo se encuentra en el Parque Central de la ciudad, muy próximo a la catedral, en un edificio de estilo colonial. Este modesto centro para la memoria dispone de dos salas que contienen algunas piezas, prensa y fotografías de la etapa de la Revolución sandinista. La sencillez de este museo se complementa con las explicaciones de los guías, en muchos casos excombatientes de la etapa de la lucha revolucionaria de finales de los 70.
León, “la capital de la revolución”, fue liberada 12 días antes de la victoria final de las fuerzas sandinistas sobre el dictador. Tomaron la segunda ciudad de Nicaragua y el fortín de Acosasco, lugar estratégico prácticamente impenetrable y centro de tortura; en ese lugar, cientos de prisioneros sandinistas fueron interrogados, torturados y asesinados por la guardia somocista. Desde hace años están intentando recuperar este espacio de terror para poder transmitir la memoria de lo sucedido durante los años de dictadura a las nuevas generaciones. El 7 de julio de 1979 fue la fecha en que se tomó el fortín, escapando la guardia perseguida por los guerrilleros. En esa misma fecha, tras un mes de combates, las calles de la ciudad de León fueron libres.