Estados Unidos: Así expolia y masacra.
Agenda.
Irak 1980-2006
-Un País en Lucha por su Soberanía
-y II-
Viene del domingo 24 de noviembre.
… /… y las intimidaciones públicas. Tiendas, edificios públicos o museos fueron saqueados. La biblioteca de Bagdad, con los manuscritos más antiguos del mundo, ardió ante la mirada impasible de los soldados ocupantes.
Tanto las milicias policiales como las decenas de miles de mercenarios de los ejércitos privados sembraron el terror.
Todas las semanas aparecían cadáveres en las calles con orificios de bala o signos de descargas eléctricas. Las tropas estadounidenses y británicas actuaban con total impunidad.
Hubo matanzas y violaciones a mujeres, conocidas en todo el mundo, como la masacre de Haditha en 2005, perpetrada por marines, en la que murieron al menos 15 civiles, la mayoría mujeres y niños. O las atrocidades y torturas de todo tipo a que fueron sometidos los prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib. A menudo los soldados estadounidenses entraban en las viviendas en plena noche, abriendo la puerta a patadas, para llevarse a alguien, que desaparecía durante meses, años o para siempre. Jamal Alí, por ejemplo, pasó por varias prisiones clandestinas, entre ellas Camp Bucca. Sufrió torturas, humillación y vejaciones sin saber nunca de qué se le acusaba. Ninguno de los responsables ha sido juzgado y la mayoría de los crímenes han quedado impunes.
En 2006, tras dos años de juicio, el presidente iraquí Sadam Husein fue condenado y ejecutado.
En 2011, a pesar de que se da fin a la intervención en Irak, Estados Unidos sigue manteniendo varias bases militares en el país, creadas a raíz de la ocupación, con sus correspondientes dotaciones de tropas. Estas fuerzas de ocupación no han cesado de actuar e intrigar para impedir el desarrollo independiente del país. A este propósito han venido promoviendo y manteniendo a todo tipo de grupos terroristas que operan a su servicio, permitiéndoles ser gestores y beneficiarios de numerosos pozos petrolíferos, un robo compartido con el que financiar su dominación.
A pesar de que Irak es uno de los países del mundo con más reservas de petróleo y gas, un tercio de su población vive en la pobreza, el 35% de la juventud sufre desempleo, sigue habiendo cortes de luz a diario. En 2019, miles de jóvenes salieron a las calles protestando contra la situación económica y contra el sistema político que fragmenta al país según etnias y religiones. Más de 400 manifestantes murieron y miles resultaron heridos a manos las fuerzas policiales. Este es el caldo de cultivo en el que está resurgiendo la resistencia popular y armada iraquí contra la dominación extranjera y los colaboradores internos.
-Asesinato del periodista José Couso
Un jefe de los marines yanquis explicó que la prensa estaría mejor junto al ejército estadounidense y no trabajando por su cuenta:
“Francamente, nuestro trabajo es ganar la guerra. Parte de eso es la guerra de información. Así que vamos a intentar dominar el ambiente de la información”. La prensa fue obligada a no informar sobre las unidades militares, sus misiones, sus armas o ubicación. Tres semanas después del inicio de la invasión, el Ejército de EEUU disparó contra tres oficinas de la prensa independiente, matando al español José Couso, al ucraniano Taras Protsyuk y a otro reportero más en la sede de Al Jazeera.