Muro de solidaridad y denuncias:
Camarada Arenas llibertat:
-Carteladas en Barcelona.
El Camarada Arenas és un ostatge de l’Estat per haver entregat tota la seva vida a la causa dels treballadors.
Amb 80 anys i en una situació de salut delicada, porta segrestat a les presons del règim un total de 31 anys.
I quin ha estat el greu delicte que ha comès? Ser el secretari general del PCE(r), partit il·legalitzat amb la llei de partits.
Lluitar per la seva llibertat és lluitar per la nostra, és lluitar per l’Amnistia Total. Exigim la llibertat immediata d’Arenas!
PAP.
Violencia policial impune:
-Archivada la causa por el impacto de foam que hizo perder un ojo al joven de Villabona Xuhar.
«Xuhar no ha perdido el ojo, se lo ha quitado la Ertzaintza»
El responsable del operativo y el ertzaina causante del impacto comparecieron en el juzgado de Tolosa y alegaron que se dio la orden y se disparó «porque vieron en peligro su integridad». El joven Xuhar ha perdido la visión prácticamente al 100% en el ojo derecho.
Un juzgado de Tolosa ha archivado la causa abierta por el pelotazo que sufrió en los últimos Carnavales de Tolosa Xuhar, un joven de Villabona de 16 años de edad que como consecuencia del impacto ha perdido la visión de su ojo derecho.
El 27 de noviembre prestaron declaración judicial tanto el ertzaina que efectuó el disparo como el mando del operativo, que dio la orden de cargar. «Dijeron que actuaron con proporcionalidad y que dispararon porque vieron en peligro su integridad, tras lo cual se dictaminó el archivo», han explicado. Los representantes legales de Xuhar presentarán un recurso para que el caso tenga continuidad y no se cierre de esta manera.
Después de unos nueve meses desde que recibió el pelotazo, Xuhar fue dado de alta por las médicas «hace un par de semanas, pero no ha recuperado la visión» del ojo herido. «Le operaron y le pusieron un cristalino de silicona para que no se desprendiera más la retina, y le volvieron a operar a finales de septiembre pare retirarle esa silicona. Ahí empezaba el verdadero proceso de recuperación, se vería si definitivamente recuperaba o no la visión. El caso es que ese proceso ha llegado al final y que no la ha recuperado. Ve luces, pero es incapaz de distinguir nada».
Xuhar Herri Plataforma ha denunciado que «al juez le ha bastado la delación de la Ertzaintza para archivar el caso». «Al parecer, a juez también le ha parecido justo empezar a disparar contra una calle llena de menores», ha manifestado, y ha recordado que llevan desde febrero denunciando la violencia policial con el hastag #badagaraiagauzakaldatzeko.
según han denunciado, «no se dice nada de que le dan en el ojo, se obvia el criterio de disparar por debajo de la cintura», y tampoco se mencionan los informes médicos.
Asimismo, critican que se haya cerrado el expediente sin tomar declaración al joven de Villabona, asegurando el juzgado de Tolosa que «no es relevante y que al ser menor ir a un juzgado le puede afectar negativamente». «El estaba dispuesto a declarar, el daño sicológico no se lo está haciendo ir o no a declarar, sino que ha perdido un ojo y no se le está haciendo justicia», han remarcado estas fuentes.
IDA y las torturas:
-Ayuso no quiere memoria histórica en la sede de su Gobierno: “Es una barbaridad vincular este edificio con el franquismo”.
El PP madrileño ha presentado alegaciones al expediente iniciado por el ministerio para declarar Lugar de Memoria la Real Casa de Correos y ex Dirección General de Seguridad (DGS), que funcionó como centro de torturas policiales del régimen fascista.
Cuando Jesús Rodríguez estaba encerrado en aquel calabozo sin apenas luz, escuchaba las pisadas de quienes pasaban al lado atravesando la Puerta del Sol de Madrid. Era 1974 y acababa de ser detenido y torturado por participar en una reunión preparatoria de las protestas contra la pena de muerte de Salvador Puig Antich. Se encontraba en el centro de detención más importante de la dictadura, cuyos sótanos estaban coronados por unos ventanucos situados en la parte alta que daban directamente al exterior. Hoy, 50 años después, cuando pasa por delante de aquellos huecos que se ven por fuera del edificio a ras de suelo, todavía se estremece: “Cuando estaba allí metido pensaba mucho en que aquella gente que oía caminar y no tenía ni idea de lo que allí pasaba. ¿Queremos que siga siendo así?”.
Así, por un lado, el Gobierno autonómico ha presentado alegaciones en las que pide al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática que archive el expediente y, por otro, el Grupo Popular en la Asamblea de Madrid ha registrado una enmienda a una ley que estaba tramitándose para garantizar que la instalación de cualquier placa o distintivo en el edificio, que es Bien de Interés Cultural (BIC), requiera “la previa autorización” del Consejo de Gobierno de la Comunidad. Además, el texto establece que no se autorizará ninguna “que pueda perjudicar o generar confusión sobre la Real Casa de Correos como sede de la Presidencia”.
La Comunidad considera que el ministerio «interpreta de forma sesgada la historia» porque apunta a que el tiempo de uso de la Real Casa de Correos como DGS –entre 1939 y 1979– fue «ínfimo» y esto «no puede transformar su verdadera significación histórica”.
El historiador Pablo Alcántara, que ha investigado a fondo el edificio y ha reconstruido la Dirección General de Seguridad, destaca el papel que este organismo desempeñó durante la dictadura. “Durante más de 40 años no fue un edificio cualquiera de la administración franquista, fue el epicentro de la represión. La DGS coordinaba los servicios policiales de todo el Estado, no solo de Madrid. Y en sus calabozos se practicaron todo tipo de torturas físicas y psicológicas. Eso es algo que merece su reconocimiento en cualquier Estado democrático”, esgrime el experto, que acusa al Gobierno autonómico de “doble rasero” al “considerar válidos unos hechos históricos y no otros”. Se refiere a las tres placas que sí permanecen instaladas en el edificio: una la que conmemora el levantamiento del 2 de mayo de 1808, otra en homenaje a las víctimas del 11M y una última a los muertos por la pandemia de Covid. “¿Hay un pasado que sí se puede reivindicar y otro que no? Eso es usar la Historia a su antojo, eso sí que no es neutralidad”.
IDA aseguró en abril, que no acepta la historia, “Sobre las placas que están instaladas o que se puedan instalar en la fachada de la Real Casa de Correos, le digo que en este momento hay tres placas y son las únicas que hay y las únicas que habrá”.
Los torturados la contradicen, “Fuimos miles y miles de personas las que pasamos por la DGS, el principal centro neurálgico de la tortura en España. ¿Cómo no va a ser recordado esto? ¿Qué otra cosa vamos a recordar? Es un ejercicio de salud democrática, es reparación para las víctimas y una vacuna para que nada así pueda repetirse en el futuro. Un país que no reconoce su pasado es un país enfermo”.