Revolución, Resistencia y Memoria
Patrimonio de la Humanidad
Xabier Peñalver. Txalaparta 2022.
República Popular China. 2 de 4.
-Monumento a Norman Bethune, en Changchun.
El médico comunista canadiense Norman Bethune actuó con unidades médicas junto al Ejército republicano en la guerra contra el fascismo en España, siendo testigo y gran protagonista con sus medios en la masacre franquista perpetrada en la carretera de Málaga a Almería. En 1938 se trasladó a China, uniéndose al Ejército comunista de Mao Tse Tung en su lucha contra los invasores Japoneses. En ese conflicto realizó numerosas intervenciones y China lo admira y recuerda con un monumento en la ciudad de Changchun.
Mao escribió un artículo en 1939 titulado “En memoria de Norman Bethune”, en el que, entre otras cosas, decía: “El espíritu del camarada Bethune de total dedicación a los demás sin la menor preocupación por sí mismo se expresa en su infinito sentido de responsabilidad en el trabajo y en su infinito cariño por los camaradas y el pueblo. Todo comunista debe seguir su ejemplo”.
Ya en sus comienzos como médico en Canadá, actuaba en favor de las clases populares más desfavorecidas. Tras su viaje a la URSS en 1935 para conocer su sistema de salud, se hizo comunista, integrándose en el Partido Comunista de Canadá. Sus transfusiones de sangre en los frentes con su unidad móvil salvaron numerosas vidas. Murió en 1939 a causa de una infección en la sangre cogida durante una de las numerosas operaciones de urgencia que realizaba. Fue enterrado en el cementerio de los mártires en la ciudad china de Shijiazhuang.
-Ciudad de Yan’an.
La ciudad de Yan’an fue el lugar en el que concluyó en octubre de 1935 la conocida como Larga Marcha. Desde ese año hasta 1948 fue el centro del comunismo chino, siendo la sede del Gobierno comunista desde 1937, así como un lugar de entrenamiento del Ejército Popular. Durante la Segunda Guerra Mundial, la urbe fue destruida casi en su totalidad por los bombardeos japoneses, viviendo gran parte de la población en cuevas excavadas en la tierra.
Yan’an, considerada como un santuario por los chinos, sirve de recordatorio del ejemplo dado por los comunistas en su etapa pionera. En la zona se conservan en torno a 140 restos históricos relacionados con la Revolución china, destacando la antigua residencia de los líderes comunistas, las oficinas del comité central del Partido Comunista y lugar de conferencias, las salas conmemorativas y el mausoleo de los mártires.
-Terraza Yuhatai. Parque Memorial Mártires revolucionarios, en Nanjing.
El conjunto memorial está levantado en el lugar en el que durante la dictadura de Chiang Kai-shek se fusilaba a los enemigos revolucionarios. Más de 100.000 comunistas y partidarios de la revolución fueron ejecutados antes del triunfo de 1949 en las siete colinas que rodean el complejo.
Un año después de la victoria, el lugar fue convertido en parque memorial, abarcando una superficie de 54,2 hectáreas, con amplios paseos cubiertos de flores.
Sobre la colina más elevada se levanta un gran obelisco con inscripciones de Mao Tse Tung en torno a la inmortalidad de los héroes revolucionarios. Bajo el obelisco se encuentra una gran estatua de un combatiente rompiendo las cadenas.
Otro conjunto escultórico en piedra compuesto por nueve figuras representa a políticos, obreros, campesinos e intelectuales muertos. Por otra parte, están señalados enclaves en los que fueron masivamente asesinados militantes comunistas. El complejo cuenta con un museo histórico en el que se recogen los hechos sucedidos en el lugar, mostrando pertenencias de muchos de los ejecutados.
-Ciudad Prohibida, en Pekín.
El gran complejo de la Ciudad Prohibida, residencia de los emperadores chinos durante 500 años, es uno de los lugares más signifitivos de Pekin. Fue construido a comienzos del siglo XV y en sus 72 hectáreas de superficie se levantan 980 edificios. En 1912 dejó de ser el centro político del país tras la abdicación del último emperador. Durante la invasión japonesa en 1933 fueron evacuados sus tesoros y a lo largo de la guerra civil el dictador Chiang Kai-shek se llevó parte de los materiales a Taiwan, viendo que estaba perdiendo la guerra contra Mao Tse Tung,
La puerta de Tian’anmen de la Ciudad Prohibida exhibe un gran retrato de Mao con los lemas “Viva la República Popular China” y “Viva la unidad de los pueblos del mundo”. Este lugar fue escenario, el 1 de octubre de 1949, de la proclamación de la República Popular de China por parte del propio Mao, iniciándose a partir de ese momento la reconstrucción del país. El Estado quedaba desde ese momento bajo la dirección del Partido Comunista mientras un comité central coordinaba las distintas organizaciones regionales. La entrada principal a la Ciudad Prohibida, en donde se produjo el histórico acto, es símbolo del país y está incluida en el escudo nacional.
-Estatua de Mao, en Kashgar.
En plena Ruta de la Seda, en la ciudad de Kashgar, se levanta una gran estatua de Mao, en pie, con el brazo derecho en alto, dando la bienvenida a los visitantes, en una zona de mayoría étnica uyghur. Los trabajos de construcción del monumento se iniciaron en 1968, concluyéndose un año más tarde. El conjunto escultórico mide 24 m de altura, 11,74 m desde la base y 12,26 m la escultura del líder comunista. Fue restaurado en 1997 y se le añadió un muro de 62 m de largo con poemas de Mao.
Mao Tse Tung nació en Hunan en 1893 y murió en Pekín en 1976. Su infancia transcurrió en una granja familiar y realizó estudios de magisterio, trasladándose posteriormente a trabajar a la biblioteca de la Universidad de Pekín, en donde logró una notable formación. En 1921 participó en la creación del Partido Comunista y, tras una fase de represión contra la rebelión campesina y el partido, huyó a la zona montañosa de Jiangxi. Allí inició una guerra de guerrillas contra el líder nacionalista Chiang Kai-shek, creándose el Ejército Rojo, con el que consiguió diferentes victorias. En 1934 los nacionalistas cercaron a Mao, que tuvo que emprender la conocida como Larga Marcha de más de 12.000 km, a la que sucedió la invasión japonesa de China. Concluida la Segunda Guerra Mundial, prosiguió la guerra civil, que concluyó victoriosa para las tropas de Mao, quien el 1 de octubre de 1949 proclamó la República Popular de China. En 1959 dejó la presidencia del país, manteniendo la del Partido Comunista.