
Memoria histórica imprescindible:
Fosas y más fosas:
-Tres nuevas fosas comunes afloran en el Barranco de Víznar (Granada).
Se suman a las 23 ya exhumadas donde se recuperaron un total de 144 asesinados, 33 mujeres y 111 hombres.
Los trabajos de localización de fosas comunes en la quinta campaña de investigación y exhumación en el Barranco de Víznar por parte del equipo multidisciplinar de la Universidad de Granada (UGR) han permitido encontrar tres nuevas fosas comunes en estos primeros días de marzo, las cuales se unen a las 23 ya exhumadas.

*Cuatro asesinados más, identificados.
Los últimos cuerpos recuperados en la cuarta fosa de la presente campaña en Víznar han identificado a cuatro varones que presentan distintas horquillas de edad:
El primero fue asesinado cuando tenía entre 15 y 20 años; y el segundo, entre los 13 y los 17 años, que sería la segunda víctima más joven exhumada hasta la fecha, tras el hallazgo el pasado año del cuerpo de un varón cuya edad estaba estimada entre los once y los 14 años. Un tercero fue asesinado cuando contaba entre 40 y 50 años y, finalmente, el cuarto se encontraba entre los 45 y 55 años en el momento de su ejecución, han detallado desde la UGR.

-Entregan en Magallón (Zaragoza) los restos de cuatro exhumados del Valle de Cuelgamuros.
Esteban Giménez Espeleta, Juan Chueca Sagarra, Felipe Gil Gascón y Pedro Peralta Gil, fueron enterradas en una fosa común en Borja y posteriormente exhumados «sin el conocimiento de sus familiares» y trasladados al Valle. En total, fueron trasladados 17 cuerpos en dos cajas colectivas.
El acto de entrega a los familiares, de las cajas con los restos exhumados de las víctimas y el informe técnico forense se llevó a cabo el 12 de marzo en Magallón.

-Denuncia ante El Chusticia de Aragón; el Gobierno de Azcón sigue sin autorizar la exhumación en Caspe de 2 asesinados por el franquismo.
La petición se llevó a cabo el pasado 13 de septiembre y la Dirección de Patrimonio de Aragón no responde seis meses después.
“Las resoluciones de la ONU en materia de desaparición inciden en la urgencia de la actuaciones”, recuerda la asociación memorialista.
Asesinados en agosto de 1947, ARMH quiere localizar e identificar los restos de Joaquín Sancho Margelí, natural de la localidad de La Codoñera (Baixo Aragón), de 32 años y padre de dos hijas, que todavía viven; y los de Elías Mohíno Berzosa, natural de Molina de Aragón (Guadalajara). Ambos fueron asesinados por la Guardia Civil en aplicación de la Ley de Fugas en medio de la brutal represión contra la guerrilla antifranquista.
La Dirección de Patrimonio de Aragón, responsable de autorizar dicha actuación, no ha contestado en cinco meses al requerimiento de la asociación memorialista. La ARMH lleva a cabo este tipo de actuaciones con sus propios recursos porque está en contra de las subvenciones institucionales para la búsqueda de personas desaparecidas ya que defiende que «el Estado debe garantizar ese derecho a todas y cada una de las víctimas».

*Crítica a la «falta de rigor» y la ausencia de comunicación del Gobierno de Azcón ante el anuncio de la actualización del registro de fosas comunes.
«El PP demuestra, una vez más, su insensibilidad y falta de empatía con quienes buscan a sus seres queridos que necesitan recursos y compromisos efectivos más que lavados de cara y autobombo», denuncian en una nota de prensa. PAMA ha activado un servicio de apoyo y asesoría para quienes buscan información, datos y pretenden hacer una exhumación.
–https://arainfo.org/pama-critica-gobierno-aragon-mapa-fosas/

Mujer y lucha:
-Mujeres frente al franquismo: represión, resistencia y memoria.
Se olvida que las mujeres, desde el inicio de la guerra y durante el franquismo, pasaron de la resistencia a la represión.
El papel de las mujeres durante la Guerra española y la posterior dictadura franquista ha sido, durante demasiado tiempo, relegado a un segundo plano en la historiografía oficial. Sin embargo, su participación fue determinante, tanto en la primera línea del conflicto, como en la retaguardia, donde desempeñaron funciones esenciales en la educación, la cultura y la lucha política.
Durante la Segunda República (1931-1939), las mujeres republicanas lograron avances significativos en derechos civiles y políticos, gracias a iniciativas como el sufragio femenino, la reforma educativa y la legalización del divorcio. Estas medidas representaban una transformación profunda en la sociedad española, especialmente en lo que respecta al papel de la mujer, que empezaba a conquistar espacios en la esfera pública. Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil tras el golpe de estado fascista en 1936 supuso un freno violento a estos avances. Mientras muchas mujeres se incorporaban a milicias y organizaciones políticas, otras desempeñaban labores cruciales como enfermeras, maestras y propagandistas, sosteniendo la resistencia republicana.
El final de la guerra en 1939 marcó el inicio de una represión feroz, especialmente dirigida contra aquellas mujeres que habían desafiado el orden patriarcal impuesto por el franquismo. La victoria franquista no solo significó la derrota militar de la República, sino también el desmantelamiento sistemático de los derechos conquistados por las mujeres.

*El castigo a la disidencia femenina: exilio, cárcel y humillación
El exilio, la cárcel y el destierro social fueron el precio a pagar por haber desafiado la estructura patriarcal del franquismo. Miles de mujeres fueron arrestadas y condenadas por tribunales militares bajo acusaciones de auxilio a la rebelión, masonería o comunismo, con penas que iban desde la prisión hasta la ejecución. Particularmente cruel fue la persecución de las maestras republicanas, quienes habían sido agentes clave en la modernización educativa impulsada por la República. Muchas fueron apartadas de las aulas, depuradas, y en no pocos casos, fusiladas. Otras sufrieron castigos ejemplarizantes que buscaban despojarlas de su dignidad: rapadas, obligadas a ingerir aceite de ricino y expuestas al escarnio público. Estas medidas no solo pretendían castigarlas individualmente, sino también enviar un mensaje de advertencia al resto de la sociedad sobre el papel que la mujer debía desempeñar en la nueva España franquista.
En las cárceles de entonces, el castigo a las mujeres no se limitaba a la privación de libertad. A muchas presas políticas se les arrebataban sus hijos bajo el pretexto de protegerlos del “gen rojo” basado en las teorías de los “mengueles” franquistas. Este robo de niños, ejecutado con la complicidad de instituciones religiosas y organismos estatales, formó parte de una estrategia de ingeniería social destinada a erradicar cualquier vestigio de la cultura republicana.
En conclusión, el franquismo reprimió a las mujeres con persecución, encarcelamiento y violencia, incluidas torturas y robos de hijos. Se les negaron derechos civiles y laborales, imponiéndoles sumisión legal. La educación y la Sección Femenina fomentaron un modelo doméstico y obediente. Iglesia y Estado controlaban su moralidad, castigando conductas que calificaban como “inmorales” y prohibiendo el aborto. Esta represión marcó a generaciones, con efectos duraderos en la sociedad española.
Muchas veces olvidadas, es obligatorio recuperar su memoria para que no caigan en el olvido.
En: elplural.com