TOPAS, 27-10-2013
El pasado lunes recibí tu carta y las soflamas de la prensa fascista alentando y justificando la -toma- del Faluya por la policía y la prohibición del acto de recibimiento a las camaradas Aurora y Yolanda, lo que constituye un atropello de los más elementales derechos democráticos. Vaya por delante mi más sentido abrazo de solidaridad. Claro que si los represores os atacan es porque estáis en el camino justo, denunciando el aumento de la represión contra el pueblo en general y contra los presos y expresos políticos en concreto. Pero su abyecta arbitrariedad también contribuirá a abrir los ojos a mucha gente así como a elevar su conciencia política, lo que sin duda supondrá un mayor apoyo al importante trabajo antirrepresivo que venís haciendo.
En ese sentido, bien se puede decir que vienen perdiendo la «guerra», pues por todo el Estado se nota cierto crecimiento de la lucha antirrepresiva y de solidaridad con nosotros los presos políticos. Creo que se trata de una reacción contra la represión y criminalización de las protestas que los trabajadores vienen llevando a cabo en la calle, para hacer frente al expolio de sus derechos y la disminución de sus salarios por parte del Estado del gran capital. Por aquí por Salamanca, un grupo de gente viene preparando unas jornadas de solidaridad con los presos políticos y contra el aumento de la represión, en las que creo que también van a participar el Sindicato Andaluz de Trabajadores, SAT y otros colectivos.
Es intolerable que ya haya varios miles de trabajadores encausados por los jueces, por desórdenes públicos o atentado contra la autoridad, y que a muchos les pidan penas de cárcel de 2 a 5 años, mientras que a otros les exigen el pago de elevadas multas. Desde 1995 que sustituyen el código penal del franquismo, cada dos años han venido haciendo un código penal nuevo que endurece todas las penas de prisión cada vez más y, ahora, el ministro Gallardón vuelve a las andadas dando un verdadero salto cualitativo en ese sentido, imponiendo entre otras cosas, la cadena perpetua, por encima de los 40 años de prisión que ya venían imponiendo.
Bueno, por fin el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo les ha parado un poco los pies echándoles abajo la doctrina Parot. No creo que lo hayan hecho por humanismo. Es probable que por ahí arriba valoren que la deriva del terrorismo de Estado que se viene dando en nuestro país, ligado a la profunda crisis económica y política que sufrimos pueda acabar haciendo estallar al pueblo, acarreando malas consecuencias para el conjunto de Europa.
Por otra parte, la reacción oficial de rechazo e intento de desacreditar la sentencia, así como de justificar la criminal doctrina Parot, deja más al descubierto, si cabe, su verdadero talante fascista, produciendo el repudio de la mayoría de los trabajadores y al mismo tiempo, agudizando su descrédito y su crisis de Estado.
Esto también puede contribuir a que a nivel internacional reclamen la condena de los crímenes de lesa humanidad que cometieron los franquistas, como recientemente ha hecho la comisión de derechos humanos de la ONU, y también animará a la jueza argentina María Servini a seguir demandando la detención de torturadores y asesinos del Estado terrorista.
Es realmente indigno que encima vayan de víctimas y reclamen justicia, mientras justifican sus crímenes que superan las 200.000 personas y beatifican o ponen medallas a los criminales y torturadores. Algún día serán juzgados.
Es una alegría que puedan dejar la cárcel 6-7 camaradas por esta cuestión.
!HAI QU`ARMALA!
!ABAJO EL ESTADO TERRORISTA!