Cartas desde prisión:
-Pablo Hasél
Cárcel de Ponent, 24 enero 2023.
La consejera de Justicia del Govern, Gemma Ubasart, ex líder de Podemos en Catalunya, ha aprobado un gasto de 200.000 euros para instalar en las cárceles catalanas un sistema de vigilancia facial, de control de movimientos y de tramitación, de datos con inteligencia artificial. Como si no tuviéramos ya un control más que exhaustivo y no fuera necesario invertir en cuestiones urgentes como sanidad, vivienda, pensiones, etc. Para lo que luego dicen que no hay dinero. Mientras, en esta prisión de Ponent la luz se va constantemente, a menudo no funcionan el agua caliente y la calefacción en pleno invierno, las instalaciones se caen literalmente a trozos con el riesgo que supone, no tratan como es debido las plagas de chinches, cucarachas y ratas, vulneran su propia legalidad sin interfonos en las celdas por si hay problemas de salud, etc. Pero la consellera es tan, tan progresista que ha considerado -junto al Govern botifler de ERC- que la prioridad es controlarnos aún más si cabe.
Lo que no controla es el récord de contenciones mecánicas (total inmovilización física del preso con correas de sujeción) que se ha batido en las cárceles de su Govern. Según datos oficiales que recoge un amplio reportaje del medio digital El Salto Diario, entre enero de 2021 y septiembre de 2022, las contenciones mecánicas se usaron 1.963 veces en las cárceles españolas y 1.274 de estas fueron en cárceles catalanas. Todas las prisiones pueden ocultar datos, pero incluso Instituciones Penitenciarias reconoce que se emplean constantemente pese a estar consideradas tortura por el Consejo de Europa.
Tal es la barbarie que, como relata el reportaje, hay reclusos que han llegado a estar 6, 7 u 8 días atados. Nada que aparezca en los grandes medios cuando se habla de prisiones. Este mecanismo de control tan brutal fue prohibido en 2021 en los centros de menores del Estado (habría que ver si se cumple) tras las polémicas muertes de tres jóvenes por su uso. Sin embargo las “progresistas” como la hipócrita Ubasart, tanto del Gobierno español como del catalán, siguen permitiendo tamaños abusos. Cristina Gavés, investigadora del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona, denuncia que “se les sigue teniendo atados pese a estar relajados o dormidos y no les dan la opción de hacer sus necesidades en ningún sitio, se las hacen encima”.
La cárceles están llenas de muchísimos presos con delitos más leves o mucho más legítimos que todas estas atrocidades que se imponen y permiten desde el poder. Aún adquiere mayor gravedad que se haga en nombre de la izquierda con partidos que se llenan la bocaza de derechos, libertades y respeto a la dignidad humana.
Pablo.
Esto es una vergüenza, los verdaderos criminales viviendo vidas de lujo mientras el pueblo es condenado a estos infiernos por luchar o por haber cometido ciertos actos producto de esta sociedad enferma gobernada por los peores psicópatas. Libertad Pablo Hasél y todas las presas por luchar!