Denuncia obrera:
Emigrantes temporeros de la fruta hacinados en almacenes abandonados en Murcia
La recolección de frutas en la Vega Alta trae a centenares de temporeros que se hacinan en los extrarradios de la ciudad de Cieza (Murcia) malviviendo en viejas casas o almacenes abandonados. Y lo peor es que la mayoría de estos inmuebles se encuentran en un estado calamitoso, algunos de ellos hasta sin techumbre, lo que ha obligado a la Policía Local de Cieza a distribuir carteles escritos en árabe en las entradas de estos viejos habitáculos advirtiendo del estado en el que se encuentran.
Las condiciones de vida son pésimas. En una gran nave situada en la salida Cieza Norte, frente al concesionario Renault y en la que antiguamente había tiendas y bares, duermen, se asean y hasta cocinan casi una cincuentena de inmigrantes. No hay camas, sólo varios colchones y colchas tiradas en el suelo, así como utensilios de cocina oxidados. Ahí pasan la noche para poder afrontar una nueva e intensa jornada de trabajo al día siguiente.
Para asearse, algunos bajan al río, que se encuentra a unos 500 metros, y otros lo hacen en una fuente de agua que hay a la entrada de la ermita del Santo Cristo del Consuelo. De ese mismo manantial cogen agua en garrafas de plástico y se la llevan hasta su vetusta morada. Pero no es este el único lugar donde existen asentamientos de magrebíes, puesto que en otra nave que hay enfrente también hay hacinados otra cincuentena.