La transición sangrienta en 9 capítulos
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-1976
*24 de febrero: Teófilo del Valle Pérez, de 20 años, trabajaba como oficinista en el sector del calzado de Elda (Alicante). Fue asesinado por la Policía Nacional en el trascurso de la represión de las huelgas de este sector. Se le considera el primera asesinado de la transición.
*3 DE MARZO. VITORIA
5 trabajadores resultaron muertos por disparos de la Policía Armada, a la puerta de la iglesia de San Francisco, en Zaramaga, donde se celebraba una asamblea pacífica de más de 4.000 trabajadores, que fue disuelta de forma violenta por la policía. Huelga general contra del decreto de topes salariales y en defensa de mejores condiciones de trabajo. Rodolfo Martín Villa era ministro de Relaciones Sindicales. Fraga era ministro de Gobernación (Interior).
Las grabaciones de las conversaciones policiales forman parte de la historia de la vergûenza de la Transición:
«Charlie a J-1. Al parecer en la iglesia de San Francisco es donde más gente hay. ¿Qué hacemos? Si hay gente ¡a por ellos! ¡Vamos a por ellos!»
«Intento comunicar, pero nadie contesta. Deben estar en la iglesia peleándose como leones. ¡J-3 para J-1! ¡J-3 para J-1! Manden fuerza para aquí. Ya hemos disparado más de dos mil tiros. ¿Cómo está por ahí el asunto? Te puedes figurar, después de tirar más de mil tiros y romper la iglesia de San Francisco. Te puedes imaginar cómo está la calle y cómo está todo. ¡Muchas gracias, eh! ¡Buen servicio! Dile a Salinas, que hemos contribuido a la paliza más grande de la historia. Aquí ha habido una masacre. Cambio. De acuerdo, de acuerdo. Pero de verdad una masacre».
Romualdo Barroso Chaparro. 20 años. Estudiante de maestría industrial. Disparo en la cabeza por la espalda.
Francisco Aznar Clemente. 17 años. Panadero. Disparo en la cabeza.
Pedro María Martínez Ocio. 27 años. Trabajador en Forjas Alavesas. Disparo en la espalda.
José Castillo García. 32 años. Trabajador de la empresa Basa-Arregui. Balazo en hígado.
Bienvenido Pereda Moral. 32 años. Trabajador de la empresa Grupos Diferenciales. Balazos en pecho, médula y piernas.
*6 DE MARZO. TARRAGONA
Se celebra una manifestación, en el marco de las protestas realizadas por todo el estado contra la matanza de Vitoria. La policía la disuelve con cargas violentas.
Juan Gabriel Rodrígo Knafo. 19 años. Trabajador de una refinería. Se refugia en el portal nº 7 de la calle Unió, perseguido por 2 policías, y sale muerto. Se prohibe el acceso a los informes médicos que determinan la causa de la muerte.
*8 DE MARZO. BASAURI
El 8 de marzo de 1976 tiene lugar en Bizkaia una huelga en protesta por la masacre del 3 de marzo, en la que paran 150.000 trabajadores. Unas 8.000 personas tratan de hacer una asamblea en Basauri y la Guardia Civil los dispersa utilizando armas de fuego.
Vicente Antón Ferrero. 18 años. Trabajador. Disparo en la cabeza.
*6 DE ABRIL. BURGUETE (NAVARRA)
Oriol Solé Sugranyes. 28 años. Al día siguiente de participar en la fuga de la cárcel de Segovia, resultó muerto por un disparo de la Guardia Civil, cuando trataba de alcanzar la frontera francesa.
*12 DE ABRIL. ZARAUZ (GIPUZKOA)
Felipe Suárez Delgado. 28 años. Telegrafista. Muerto a tiros por la Guardia Civil en un control de carreteras.
“UN MUERTO AL PASARSE UN CONTROL
Por otra parte, una persona resultó muerta y otra herida a consecuencia de los disparos efectuados por los miembros de la Guardia Civil, al no detenerse el vehículo en que viajaban ante uno de los controles de vigilancia, establecidos cerca de la localidad guipuzcoana de Zarauz.
El incidente tuvo lugar poco después de las diez de la noche de ayer, domingo, cuando el coche «Seat 124», con matricula de San Sebastián, que iba conducido por el joven de veintiocho años, don Felipe Suárez Delgado, natural de León y vecino de Gijón, no se detuvo a las indicaciones de los miembros de la Guardia Civil del citado control.
Los guardias civiles dispararon contra el vehículo, y produjeron la muerte al conductor, mientras que su acompañante, don Federico Sileros Ocaña, de cuarenta y cinco años y natural de Ciudad Real, aunque con residencia en Cestona, solamente fue herido de carácter leve”.
*18 de abril, la Guardia Civil mata en Bera (Navarra) a Manuel María Garmendia Zubiarrain “Korta”, de 31 años de edad y militante de ETA.
*24 de abril, la Guardia Civil mata en Etxalar a Joxe Bernardo Bidaola Atxega “Txirrita”, de 23 años, militante de ETA.
*9 DE MAYO. MONTEJURRA (NAVARRA)
Manuel Fraga Iribarne era ministro de Gobernación (actual Interior). Sus servicios secretos –la cloaca del estado que nunca ha dejado de actuar– organizaron la Operación Reconquista utilizando a grupos de ultraderecha. Su objetivo era dar un golpe a la reunión anual de los carlistas que, en el decurso de los años, había adquirido un marcado carácter antifranquista. Estaban también invitadas a ella una veintena de organizaciones de izquierda. El escenario de tal reunión fue Montejurra. Hubo dos muertos y varios heridos por bala, La versión oficial habló de un “enfrentamiento entre grupos carlistas rivales”. La realidad es que el crimen fue ejecutado por pistoleros españoles y extranjeros integrados en la Triple A, Batallón Vasco Español, Guerrilleros de Cristo Rey, etc. como Jean Pierre Cherid, posteriormente miembro de los GAL.
Aniano Jiménez Santos (45 años) y Ricardo García Pellejero (20 años). José Luis Marín García-Verde, el Hombre de la Gabardina, disparó a bocajarro a Aniano Jiménez Santos. José Lázaro Ibáñez, testigo presencial de los hechos, señala: “los ultraderechistas vinieron en marcha militar y al llegar a Irache, en la zona de la bodega, empezaron a insultar, a pegar porrazos y a tirar piedras. Aniano, que estaba a metro y medio de mí, se adelantó y se enfrentó. Aquel canalla le disparó a quemarropa. La Guardia Civil estaba custodiándolos descaradamente. Les exigíamos que interviniesen y nos dijeron textualmente que tenían órdenes de no hacerlo. Y nos metieron el fusil en el estómago, a nosotros.”
Los responsables de las muertes fueron identificados, pero gracias a la Ley de Amnistía de 1977, quedaron en libertad ese mismo año…
*12 DE JUNIO. ÉIBAR (GUIPÚZCOA)
Alberto Soliño Mazas. 33 años. Músico. Al finalizar el III Certamen de la Canción Vasca de la localidad, se disponía a volver a casa. En el aparcamiento, los coches estaban colapsados. Alberto trataba de meter los instrumentos musicales en el coche, pero otro que estaba aparcado a su lado se lo impedía. Era propiedad de Luis Carpintero Taravilla, guardia civil de paisano que pensaba que cuando las palabras no dan la razón, no hay nada mejor que una buena pistola. De un culatazo destrozó el cráneo de Alberto, y, a continuación, le dio un tiro de gracia.
El estado obligó a poner en su esquela “muerto en accidente”.
*18 de junio, una bomba de 20 kilos abandonada por los militares españoles de maniobras en la Sierra de Urbasa, fue recogida por un vecino como chatarra y explotó en Etxarri-Aranatz (Navarra). Perdieron la vida 5 personas: el niño José Luis Luis, de 6 años, el niño Jesús Miguel Zeberio, de 11, el padre del primero, Saturnino Luis, de 43 años, Segundo Maiza de 71 años y abuelo de Jesús Miguel Zeberio, y María Gloria Pejenaute, una vecina de 58 años.
*9 DE JULIO. SANTURCE (VIZCAYA)
Norma Menchaca Gonzalo. 44 años. Celebraba en la calle con sus vecinos el Día de la sardina. En las cercanías se desarrollaba una manifestación a favor de la libertad de los presos políticos. Un grupo de guerrilleros de Cristo Rey, infiltrados entre los manifestantes y vestidos con la camisa de pescador y pañuelo al cuello, abrió fuego. Begoña recibe un tiro en la cabeza y muere. Otros dos vecinos, Sebastián Peña y José Unamuno, son heridos de gravedad.
Los autores del atentado son vecinos del pueblo, conocidos militantes de Cristo Rey. El hijo de la víctima acude al gobernador civil a denunciarles y, según declaró, es casi detenido él mismo. El juzgado de instrucción de Bilbao abre diligencias pero, apenas cinco meses después, las archiva “al no aparecer elementos suficientes para acusar a determinada persona como autor, cómplice o encubridor del delito perseguido”.
*23 de julio, Eduardo Moreno Bergaretxe “Pertur”, de 26 años de edad, dirigente de ETA, desaparece en Behobia. Fascistas italianos junto con cuerpos policiales saben su último paradero.
*14 DE AGOSTO. ALMERÍA
Francisco Javier Verdejo Lucas. 19 años. Estudiante, militante de la Joven Guardia Roja. Junto a otros tres compañeros pintaba en una pared una consigna del momento: “Pan, trabajo y libertad”. Sólo pudo escribir “Pan, T”. Mientras lo hacía, una pareja de la Guardia Civil les sorprende. Tratan de huir. Un disparo de subfusil mata en el acto a Francisco Javier.
La versión oficial dice “»sobre las 24 horas del día 13, cuando una pareja de la Guardia Civil de vigilancia del puesto del Zapillo estaba de servicio, sorprendió a cuatro individuos que, al observar su presencia, salieron corriendo. Ante esta actitud sospechosa, la pareja les persiguió y dio repetidas veces la voz de ‘alto a la Guardia Civil’. Durante la persecución, uno de los guardias tropezó y el arma, un Z-62, se le disparó causando la muerte de uno de los que huían que resultó ser el joven de 19 años Francisco Javier Verdejo Lucas, soltero, estudiante. Posteriormente se comprobó la existencia de unas pintadas en el punto en que se inició la huida, y en poder del fallecido spray de idénticas características de los letreros».
Uno de los acompañantes de Javier señaló que “el alto no se dio más que una vez y no se oyó más que un disparo”. El informe forense puso de manifiesto que el disparo había entrado por la garganta y había salido por la región occipital lo que evidenciaba que había sido realizado de frente, a una distancia de unos 7 metros. Quedaba desmentida así la versión oficial del “tropezón” sostenida por el Gobierno Civil de Almería, dirigido en ese momento por Roberto García Calvo, quien posteriormente fue elegido diputado por Alianza Popular y, más adelante, nombrado nada menos que magistrado del Tribunal Constitucional, cargo que ostentó hasta su muerte en 2008.
El padre de Francisco Javier había sido alcalde franquista de Almería y la familia no interpuso ninguna denuncia. Se abrió una investigación militar pero no compareció nadie.
El poeta granadino Juan de Loxa escribió: Pan y Trabajo, siempre se escapa el tiro pa los de abajo, que mala pata no les saliera el tiro por la culata.
*8 DE SEPTIEMBRE. HONDARRIBIA (GUIPÚZCOA)
Josu Zabala Erasun. 24 años. La entonces alcaldesa Mercedes Iridoi recuerda: «En aquella época en todas las fiestas pasaba algo, y le pedí al gobernador que no viniera, y que tampoco mandara a la Guardia Civil, a nadie. Me prometió que así sería”, pero no cumplió su palabra. El 8 de septiembre es el Día Grande de las fiestas del pueblo, en el que se celebra el Alarde. Tras él, aquel año se inició una manifestación en la Marina para denunciar la desaparición del miembro de ETA Eduardo Moreno «Pertur”. La Guardia Civil la disolvió con pelotas de goma y balas, hiriendo con arma de fuego a varias personas. Dos tiros a bocajarro atravesaron a Josu en la calle San Pedro. El guardia civil que lo mató fue sentenciado y amnistiado en el 77. Jamás pisó la cárcel.
El día siguiente a su muerte, Hondarribia salió a la calle. La presencia policial fue enorme, incluso volvieron a cargar con pelotas de goma, causando más heridos.
Hubo huelgas, protestas y los comercios y bares también cerraron. Tras enterrarlo, la tumba estuvo custodiada de noche por cuatro guardias civiles. Y pese a la vigilancia, a la mañana siguiente una enorme ikurriña “que no se sabe quién la colocó, apareció entre las flores” custodiando el panteón.
El cuerpo de Josu fue trasladado a Donostia. A los médicos se les impidió realizar la autopsia. La hicieron los militares, que señalaron como causas de la muerte “una fractura de la columna vertebral” y un “gran hemiperitoneo”, sin mencionar siquiera las balas que le atravesaron el pecho.
*13 de septiembre, en Barcelona, es muerto a tiros por un guarda jurado el militante de los GRAPO José Vicente Artigues Fornés, de 25 años de edad.
*22 DE SEPTIEMBRE. SANTA CRUZ DE TENERIFE
Bartolomé García Lorenzo. 21 años, estudiante, militante del MPAIAC. “En la madrugada del 22 de septiembre de 1976, seis policías españoles acudieron a la vivienda de Antonia Lorenzo en el barrio de Somosierra, en Santa Cruz de Tenerife, donde se encontraba su primo, el joven independentista Bartolomé García Lorenzo.
La acción policial fue una operación conjunta de las brigadas Político-Social y de Investigación Criminal, así como de la Policía Armada. Los seis policías, de paisano, se apostaron, de dos en dos, en los rellanos de la escalera y en el de la puerta del piso. Bartolomé García Lorenzo abrió la puerta y, al ver a unos pistoleros empuñando metralletas, cerró la puerta. En ese momento los policías hicieron fuego.
Más de 30 impactos de bala recibió la puerta, de los que cuatro dieron de llenó en el cuerpo del compañero Bartolomé García. Dos días después, y pese a ser intervenido quirúrgicamente, falleció. El parte médico indicó que recibió cuatro impactos de bala: “una, en el brazo; otra, en la arteria humeral, y dos, en el vientre, que le afectaron al hipocondrio, con desgarro del lóbulo del hígado como ascendente y transverso, con estallidos múltiples en la región rectoperitoneal, así como en la región epigástrica superior izquierda, que determinaron su fallecimiento”.
Los seis agentes que ocasionaron la muerte del joven Bartolomé García fueron procesados el 16 de octubre y separados de sus funciones. Al existir entonces el precepto del fuero policial, en virtud del cual los agentes no cumplían la prisión preventiva en cárceles, sino en dependencias policiales, los cuatro policías del Cuerpo Superior quedaron internados en la comisaría de Santa Cruz de Tenerife, y los dos de la Policía Armada, en su cuartel.
Cuatro días más tarde, los agentes fueron trasladados a Madrid, y en el aeropuerto fueron recibidos por dos centenares de policías españoles que mostraron así su solidaridad con los procesados. En los días posteriores al homicidio se sucedieron importantes manifestaciones en Santa Cruz de Tenerife en repulsa por el asesinato del compañero Bartolomé García.
En febrero de 1982, la Audiencia de Tenerife condenó a los agentes y el Tribunal Supremo ratificó esa sentencia a finales de ese año. Pero el 28 de enero de 1986, la Audiencia de Tenerife, mediante un auto, declaró extinguidas las responsabilidades de los policías en el homicidio de Bartolomé García.
Los seis asesinos continúan en activo dentro de la policía española y han sido promocionados en distintas ocasiones.”
*27 DE SEPTIEMBRE. MADRID
Carlos González Martínez. 21 años, estudiante. Es el primer aniversario de los últimos fusilamientos del franquismo. Se convoca una manifestación en Madrid. Grupos de jóvenes se mueven por los alrededores de la calle Barquillo, organizan pequeños saltos y se dispersan escapando de la represión policial. Hay varias decenas de detenidos. Aparecen guerrilleros de Cristo Rey exhibiendo pistolas y disparando contra los manifestantes. Carlos recibe un tiro a bocajarro, de arriba abajo, en la zona lumbar. El riñón queda destrozado; pleura, pulmón e intestino grueso resultan afectados. Sufre una enorme hemorragia. Tras una intervención de urgencia, muere.
*10 de octubre en Burlada (Navarra), Francisco Javier Alonso, muerto por la actuación policial.
*28 DE NOVIEMBRE. SANTESTEBAN (NAVARRA)
Santiago Navas Aguirre (20 años) y José Javier Nuin Azcárate (19 años). En la sala de fiestas Bordatxo, de Santesteban, tiene lugar un altercado nocturno. Un guardia civil fuera de servicio y de paisano, José Roca Díaz, que acompaña al inductor de la riña, dispara sobre un grupo de 6 o 7 jóvenes. Santiago Navas recibe un balazo. José Javier Nuin, dos. Ambos mueren tras ser llevados al hospital provincial de Pamplona. También José Antonio Díaz Díaz, de 37 años, resulta herido de bala por el guardia civil.
*20 de diciembre, durante una manifestación el día 15 a favor de la abstención en el referéndum de la Ley para la Reforma Política, es apaleado en Madrid por la policía Ángel Almazán Luna. Muere 5 días más tarde a consecuencia de la brutal paliza.