Muro de solidaridad y denuncias:
Cárceles = Cementerios:
-Preso muerto en Meco tras haber estado dos días diciendo a los funcionarios que se encontraba muy mal.
Juan Antonio Aparicio Gómez, de 45 años, apareció muerto en la celda del módulo 12 de la prisión de Alcalá el 7 de enero tras decir desde dos días antes que se encontraba muy mal y le llevaran al hospital.
Fue inhumado el 10 de enero en el cementerio Jardín de Alcalá de Henares en medio de una fuerte indignación familiar por las circunstancias de su muerte.
Cuando supieron que había muerto en la celda («solo y enfermo, como si fuera un perro»), que su cadáver seguía dentro de la cárcel y que los directivos de esta habían hecho caso omiso a las peticiones del interno para ser llevado a un hospital, la ira se apoderó de algunos familiares, que llegaron a plantearse formar un convoy y entrar en el recinto por la fuerza para llevarse el cuerpo. Y, además, pedir in situ explicaciones al director, Pepe Comerón, por el inhumano trato que se le había dispensado.
Pesaba sobre Aparicio una pequeña pena de tres años de cárcel que prácticamente tenía saldada. Este año iba a quedar en libertad. No tenía ningún problema con los tóxicos y era muy querido entre sus compañeros por su sentido del humor y extroversión.
fuentesinformadas.com
Guerra sucia:
-‘Infiltrados’, un documental sobre el espionaje policial.
Con una hora de duración, el reportaje audiovisual da detalles del modus operandi y los patrones comunes de los policías, a la vez que abre el debate sobre los límites de este tipo de operaciones.
Además, por primera vez, se dan a conocer algunos de los errores que los policías infiltrados cometieron y que fueron claves para descubrirlos.
*Cuatro topos en los movimientos sociales
El reportaje explica cómo, a principios de 2020, apenas después de las movilizaciones del otoño de 2019 contra la sentencia del proceso, al menos cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía se infiltran a los movimientos sociales de Catalunya y el País Valencià. Bajo identidades falsas, Maria Perelló aterriza en Girona; Ramon Martínez, en València, y Daniel Hernàndez i Marc Hernàndez, en Barcelona.
Los cuatro forman parte de la 33.ª promoción de la Escuela de Policía de Àvila y actúan bajo las órdenes de la Comisaría General de Información, el servicio de inteligencia del Cuerpo Nacional de Policía. Sus funciones son “la captación, la recepción y el tratamiento de información para la orden y la seguridad pública”. Las instalaciones se encuentran en un gran complejo policial en el barrio madrileño de Canillas. Todas las actuaciones están bajo la mordaza de la Ley de secretos oficiales.
En el marco de las operaciones, los infiltrados se matriculan en la universidad y ocupan plazas públicas, lideran acciones de sabotaje, asisten a una reunión con abogados para definir la estrategia de defensa de un activista y mantienen relaciones sexoafectivas.
El reportaje es el resultado final de años de investigaciones periodísticas. De hecho, la Directa descubrió los cuatro casos gracias al trabajo de un equipo de investigación formado por Gemma Garcia Fàbrega, Jesús Rodríguez Sellés, Ester Fayos, Irene Molina, David Bou i Marc Iglesias Colomer. Es el trabajo persistente, minucioso y a largo plazo de este equipo el que ha hecho posible el film.
Además, la investigación, conocida con el nombre de “Espionaje de Estado”, ganó el 9.º premio de periodismo de investigación Ramon Barnils en noviembre de 2023. El jurado valoró especialmente el rigor, las técnicas de investigación y el impacto social de las informaciones, además del impacto político y social de la investigación.
59 minutos:
–https://www.3cat.cat/3cat/infiltrats/video/6319194/
-Presentan una querella por tortura contra un policía infiltrado en València.
La demanda interpuesta por dos víctimas del espionaje que mantuvieron relaciones afectivas con el infiltrado, apunta también a los superiores jerárquicos del funcionario.
El movimiento popular y colectivos del tejido asociativo de Benimaclet como Entre Barris, Cuidem Benimaclet, l’Assemblea Feminista de València o el CSO L’Horta han respaldado la presentación pública de una querella por tortura y por atentar contra la integridad moral y la intimidad de dos de las personas afectadas por el espionaje policial realizado por un funcionario del estado que pasó varios años infiltrado en diferentes colectivos del barrio.
Las dos querellantes denuncian que han sufrido lesiones psicológicas causadas por el impacto de descubrir que quiénes ellas consideraban un compañero de militancias, era en realidad un funcionario al servicio del Estado.
La querella incide en que el espionaje de este infiltrado entrañaría un acceso indebido a datos de carácter personal y político, tanto de las propias querellantes como de los colectivos y asambleas en los que participan.
Ramón, identidad tras la que se esconde el agente de policía R. M. F., llegó a València poco antes de la pandemia. A principios de aquel marzo de 2020, empezó a participar en Cuidem Benimaclet, una asamblea vecinal abierta que aglutina a familias, personas mayores y jóvenes y que como principal lucha en aquel momento, plantaba cara a la ejecución de un proyecto de desarrollo urbanístico en este barrio de València.
Poco después, se integra en el activismo del Centro Social Okupado Anarquista (CSOA) l’Horta, mediante su entrada en el grupo que practica el deporte de combate muay thai, y en Grama, la red de reparto de alimentos de Benimaclet.
Paralelamente, utiliza como carta de presentación una supuesta actividad política en la Izquierda del Eixample de Barcelona durante el proceso independentista, así como la predisposición a “ocupar la primera línea de lucha”. Varios testigos explicaron en su día para la Directa que Ramón Martínez fue uno de los impulsores del grupo de vecinas que algunas noches salían a tumbar las vallas que había colocado la promotora Metrovacesa en el perímetro de los terrenos del PAI y que él mismo echó abajo algunas.
La querella apunta a la cadena de mando
Entre las diligencias, además de solicitar la declaración del querellado, se pide conocer la cadena de mando de R. M. F., ya que “los mandos superiores que dieron las órdenes o aceptaron los hechos son los responsables de la operación y un indicio de que estaba amparado por sus superiores es que se le había dotado de una identidad falsa”. explica Martínez. De hecho, Ramon llegó a estar matriculado en la Universitat de València, en el grado de Trabajo Social, bajo esta identidad falsa, con documentación duplicada que sólo puede expedir el propio Ministerio del Interior.
Precisamente contra este ministerio se dirige también la querella, en calidad de responsable subsidiario tanto por los daños morales como por las indemnizaciones que correspondan a las lesiones psíquicas, en este caso sufridas por las querellantes.
Hasta ahora ya son tres las querellas interpuestas a raíz de las infiltraciones policiales —por los casos de Dani, Maria y Ramon— y una demanda contenciosa administrativa por el primer episodio de infiltración policial descubierto, el de Marc Hernàndez Pons, que está pendiente de resolución al Tribunal Constitucional. Además, también se ha presentado otra demanda por amenazas vertidas por Carlos P.M., infiltrado bajo la identidad falsa de Juancar…
–https://www.elsaltodiario.com/represion/presentan-querella-tortura-ramon-policia-infiltrado-valencia
Ayusadas:
-IDA en Tailandia
A ponerse un loro en la cabeza y a mentar la hoz y el martillo.
Isabel Díaz Ayuso estuvo de visita en un llamado santuario, donde la presidenta de la Comunidad de Madrid, entre otras cosas, puso su nombre a uno de los caminos del refugio que el youtuber tiene en Tailandia. En el video ideado por un tan tal Frank Cuesta se le escucha decir a Ayuso que «Ni hoz ni martillo; aquí, libertad».
Video en el minuto 2`30- Imperdible.
–https://www.youtube.com/watch?v=1Tul4JO0mv4
En Insurgente.