Muro de denuncias:
Libro sobre el Opus Dei.
-Con la Obra hemos topado
La institución que lleva por nombre Opus Dei, fundada por Escrivá de Balaguer hace casi una centena de años ha dado mucho que hablar y escribir: ahí están las pioneras obras de Jesús Ynfante y las que siguieron tanto por investigadores como por ex-miembros de la organización que se empeñaron en desvelar el funcionamiento de dicha organización supuestamente religiosa, cuyas características le hacen asemejarse al de una secta, de santa mafia habló Ynfante, la entrada en ella no tiene mayores dificultades – a no ser el elitista criterio selectivo- pero el salir es casi imposible y quien ose hacerlo verá caer sobre él y sus seres cercanos todo tipo de maledicencias, zancadillas, etc., Al nombre mentado pueden añadirse los de Alberto Moncada, Michael Walsh, José Ramón Martínez, entre los que controlo.
Si el otro, Jesús, decía según Mateo que había que dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, en el caso de la Obra confluyen en ella lo que corresponde a ambos y también a Mammón, dios de la abundancia, del dinero…Si en las obras de los nombrados se daba cuenta de estos aspectos bien terrenales, ahora aparece una obra de un periodista financiero británico, Gareth Gore (Wigan, Inglaterra, 1989): «Opus», editada por Crítica, en la que ya desde la misma portada se muestra por dónde van a ir los dardos: ingeniería financiera, manipulación de las personas, y el auge de la extrema derecha en el seno de la Iglesia católica. No cabe duda de que la carga es potente y de profundidad lo que hace que ya desde su misma publicación hayan salido voces que claman lo que ellos consideran un engaño y una impostura asquerosa (pueden verse algunas páginas del ABC, por ejemplo, del pasado octubre -el día 5, a doble página- en la que se prestaba la voz a un caballero que salía en defensa del pío instituto y del alma mater del desaparecido Banco Popular, Valls-Taberner.
La obra es el producto de cinco años de investigaciones que llevaron al autor a cambiar, sobre la marcha, el carácter de su obra: así lo que iba a ser una biografía de Valls-Taberner y su labor al frente del Banco Popular como uno de los más rentables del mundo, y su estrepitosa caída de la noche a la mañana, hurgando acerca del tema, vio que había gato encerrado en muchos asuntos oscuros relacionados con el banco y su comportamiento nada celestial, y se vio obligado a contar lo que fue viendo en diferentes archivos (de Solares y Pamplona, en especial) y en diversas entrevistas. Ante las acusaciones recibidas por parte de miembros de la Obra, Gore se cura en salud al señalar que el Opus Dei vio una copia del libro antes de ser publicado y ninguna falsedad fue hallada por los abogados de dicha institución.
La Obra fundada en 1928 es presentada en su historia hasta la actualidad, y a lo largo de las páginas no faltan historias que dejan ver algunos aspectos nada respetables, como la ambición, la codicia, la manipulación, y la misoginia, por unos dirigentes más preocupados por acceder a centros de poder y riqueza, absolutamente alejados del mensaje evangélico. De modo similar a aquello que se dice que dijese Teresa de Ávila, dicha de Jesús, a una monja que se ocupaba de la cocina del convento para consolarle de su agobio:también entre los pucheros está Dios, los émulos de Escrivá de Balaguer son de la opinión que también, o tal vez de manera especial, Dios se halla en los medios de la alta finanza y en las alturas del poder.
Todo empieza, como queda dicho, con la caída repentina del Banco Popular el 7 de junio de 2017, saltando a la palestra el desastre que eso supuso para quienes tenían sus dineros en tal entidad. Éste había quedado secuestrado por un grupo de hombres de misa diaria y cilicio que usaban del dinero allá depositado para otros fines que supuestamente eran los de la evangelización de todo dios, labor que el Opus Dei decía perseguir. El dinero sufragaba y creaba fundaciones, escuelas con la que adoctrinar a los posibles neófitos. El derrumbe supuso cantidad de demandas judiciales, de sus trescientos mil accionistas, a la que añadir las interpuestas por los acreedores del dichoso banco. De las conversaciones que Gore mantuvo con cantidad de los afectados, quienes por cierto tenían unas ganas locas de largar, recabó honda información; curiosamente quienes no hablaron y parecían haberse esfumado eran los pertenecientes a la misteriosa Sindicatura, el mayor accionista que respondía a un pacto establecido de caballeros de los años cuarenta, que estaba en posesión del 10% del haber bancario, con lo que manipulaban la gestión del banco; la tal Sindicatura es la que anunció a las autoridades su disolución. Los hermanos Valls-Taberner jugaban un papel clave, Javier y Luis, y con el primero de ellos tuvo largas conversaciones, según cuenta, Gore.
Lo que en apariencia, a lo largo del ancho mundo, no era más que un grupo de devotos católicos, gente normal con hijos, entregados a vivir la vida como todo quisque, imagen que se consolidó y fue ampliada por el apoyo de Juan Pablo II, que elevó el rango del Opus y canonizó a Josemaría Escrivá. Tal prestigio le supuso, a partir de los ochenta, un establecimiento de estrechos lazos con los sectores más retrógrados de la Iglesia, en especial en el país de las barras y estrellas. Parece, no obstante, que el nuevo papa, Francisco, puso unas exigencias a la organización que, en cierta medida, parecen suponer cierto freno a su carrera ascendente. En el libro, se ve la cara B, que al final debido a su importancia bien podría denominarse A, que es la que esconde sus métodos de reclutamiento, el maltrato psicológico a los que se somete a sus miembros, y el control que se ejerce sobre sus ellos y sus seres cercanos; sin obviar, claro está, el cúmulo de chanchullos y tejemanejes nada religiosos.
Hurgando en la composición de la enigmática Sindicatura, salta a la vista que son miembros de la elite del Opus, a la que pertenecían los hermanos nombrados; realizaban votos de pobreza, castidad y de obediencia, constatándose que en la residencia en la que vivían se daba una estricta separación de sexos; la imposición de ciertas normas, como el uso diario durante dos horas del cilicio, perseguían la sumisión del cuerpo en recuerdo de la pasión de Cristo, sacrificios completados con otras disposiciones como duchas frías, no añadir leche al café, dormir una vez a la semana en una tabla, disposición que en el caso de las mujeres era aplicada todos los días ya que ella eran más sensuales, lo que implicaba que debía mortificarse más.
En el origen de todo esto estuvo el sacerdote Escrivá de Balaguer, que perseguía crear una hermandad secular de hombres (de mujeres, ni en broma) al servicio de Dios y dar ejemplo de su fe: con el paso del tiempo fue el proselitismo el afán que acabó primando sobre las demás cuestiones, llegándose a crear un dossier centrado en el modo de hacer proselitismo. En este orden de cosas, al ver que en los medios universitarios no era fácil captar nuevos adeptos, crearon una academia, laica, alejada del ambientes de los campus en la que se practicase la fe con comodidad. Los fondos no llegaban para llevar adelante la marcha de la academia lo que supuso algunas variaciones sobre el aislamiento de los numerarios o la vuelta con sus familias; sea como sea, el padre fundador vio el potencial que supondría, de cara al futuro de su organización y del país todo, la captación de funcionarios y empresarios…ya en 1957, el caudillo incluyó en su gobierno a varios ministros opusdeístas y en sus posteriores gobiernos, tradición que también siguieron Aznar y Rajoy.
Capítulo aparte merecen las numerarias sirvientas, dedicadas al trabajo esclavo en beneficio de los varones que podían vivir como en un hotel de muchas estrellas (en el colmo del cinismo el fundador, confesaba que el hallazgo de estas mujeres, era un verdadero milagro). Indudablemente era una manera de ahorrar dinero, amén de que era una muestra de la consideración de las mujeres como seres inferiores. Esta política de ahorrar gastos y obtener ganancias se vio reforzada con la exigencia a los supernumerarios a entregar el diez por ciento de los ingresos a la Obra y para tener el dinero a buen recaudo se organizó un sistema para llevar el dinero más allá de las fronteras…viéndose, no obstante, que la megalomanía del fundador era un saco sin fondo, se vio que era necesario buscar un sistema de obtención de dinero al por mayor, y ahí fue el momento en que se dio el entrismo en el banco nombrado, que culminaba las iniciativas empresariales en revistas, periódicos, agencias de publicidad, distribución de películas o servicio de noticias. La infiltración del Banco Popular no gustó a la Falange, que inició una campaña para desvelar aquel sistema de financiación; Franco apostó por el Opus, dejando en la estacada a los falangistas. A mediados de los sesenta ya se habían creado 138 sociedades auxiliares para generar fondos con el fin de cubrir los grandiosos propósitos de Escrivá. Las cuentas bancarias de la organización a nombre de numerarios, crecían y las triquiñuelas para evitar el control de dichos capitales también, hasta que uno de los más destacados dirigentes del banco fue detenido en Madrid con una maleta llena de dinero. En esa misma década el movimiento se había extendido a 31 países, más allá de Europa y América, entre otros a Kenia, Nigeria, Japón, Filipinas y Australia. En Vaticano miraba con recelo la conducta del Opus…a la par que las redes de blanqueo de dinero eran organizadas con diferentes fundaciones tapadera.
El nuevo gobierno, encabezado por Felipe González a principios de los ochenta, inició tímidamente una campaña para acabar con la corrupción del franquismo, y ahí fue la caída de Ruiz-Mateos, que ya estaba siendo zancadilleado por el propio Opus /Banco Popular, tras haber sido apoyado inicialmente. En busca de nuevos miembros la Obra miró a la juventud y a las mujeres…aunque al poco surgieron denuncias acerca del funcionamiento de la Obra, como una secta, y sus métodos de presión, de fomentar culpabilidades y sembrar miedo…Catherine Tissier fue la primera en buscar justicia públicamente, al demandar al Opus por explotación…al mismo tiempo, y no sin serias controversias en el seno del Vaticano y nada digamos fuera de él, se inició el proceso de beatificación de Escrivá de Balaguer. El responsable fue Juan Pablo II quien, por su parte, había elegido a un notorio miembro del Opus como secretario de prensa y asesor personal. A principios de los noventa ya se habían colado en el seno de la jerarquía eclesiástica de EEUU. También se comprobó el valor del dinero, al obtener ventajas al untar a diferentes obispos para recibir su apoyo en sus respectivas diócesis.
Nunca le gustaron, ni le gustan, las críticas al Opus, y en ese orden de cosas, no les plugo ni un pelo el tratamiento recibido en la novela de Brown, El código Da Vinci, que supuso la señal de salida para ex-miembros que denunciaron, al rebufo, las prácticas abusivas padecidas; obviamente el Opus condenó la descripción del novelista…Para alimentar las sospechas sobre sus prácticas, se produjeron denuncias de abusos sexuales del padre McCloskey, que era una de las figuras de la prelatura en los USA… a pesar de ello, al año siguiente, en 2003, el Opus había alcanzado puestos en las altas esferas del poder en por aquellos lares. Malos tiempos corrieron en el estado español al darse varias denuncias de abusos sexuales que implicaba a notorios miembros de la Obra, en concreto a Manuel Cociña…tiempo después de haberse aireado al asuntos, el Opus reconoció públicamente los abusos. No acabaron las denuncias del mismo género, al saltar la liebre, en Bilbao, cuando unos padres acusaron a un numerario de haber acosado sexualmente a su hijo; el profesor fue trasladado en avión a Australia, en donde se dedicaría a enseñar lengua española a chicos de la misma edad. En 2010 la prelatura contaba con la friolera de veinticuatro obispos en todo el mundo: Ecuador, Argentina, Perú, Chile, Estados Unidos, Austria, Kenia, Colombia, España, Venezuela, Paraguay y Brasi, y con dos cardenales…
El apabullante libro da cuenta de infiltrados en las instituciones norteamericanas, bajo la tapadera del Instituto Whiterspoon, que decía apoyar el estudio del derecho constitucional y otras yerbas, pronto dejó ver su patita contra el aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo, y tratar de que la religión entrase a saco en la red educativa…con la finalidad de recristianizar el país, para lo que la inversión de millones de dólares se emplearon sin límite, dinero opaco por otra parte.
Si antes ha quedado indicado el servicio de las mujeres, en tiempo de la Junta Miltar argentina, ésta regaló un inmueble de primera categoría en 1972 en pleno Buenos Aires, allá se montó una residencia que albergaba cantidad de numerarios y estudiantes, instalación que contaba con un túnel por el que accedían sesenta mujeres que vivían su vocación de numerarias auxiliares (algunas de ellas reclutadas a los doce años en comunidades pobres del norte del país y de países vecinos como Bolivia o Paraguay…prometiéndoseles una vida mejor)…que al final vivían en un auténtico régimen de esclavitud: eran despertadas bien temprano y debían levantarse y arrodilladas besar el suelo mientras pronunciaban: Servium…se narran las infames condiciones en que vivían, sometidas, humilladas, sacrificadas al Altísimo.
El ensayo exhaustivo continua con el tiempo de la crisis financiera…y el Banco Popular se fue al guano; no favoreció mucho a la Obra el ascenso del papa Francisco, quien al principio parecía tener buenas relaciones con la Obra hasta que precisamente en su país se dio el caso de una mujer que tras abandonar la Obra pidió que le devolvieran parte de lo entregado (además de grandes cantidades de dinero, entregó tres apartamentos), al negarse la Obra, el asunto llegó a oídos del papa argentino quien exigió que se indemnizase a la mujer…estos comportamientos que también se daban en otras organizaciones a otros movimientos parece que escamaron a Francisco…Sigue la historia con las estrechas amistades con Donald Trump, que abría las puertas de la Casa Blanca a hombres estrechamente aliados con el Opus, en especial en las judicaturas, en un ambiente de conservadurismo católico y copado el Tribunal Supremo se ampliaron las miras a otros sectores como el educativo, el de los medios de comunicación, sin obviar Wall Street y Silicon Valley.
En Argentina se dio una verdadera rebelión de las numerarias argentinas de las que anteriormente he dado cuenta… que llamaron a las cosas por su nombre: esclavitud… Una vez más, el papa Francisco dio a conocer nuevas exigencias a la Obra…
Dos cuestiones, o preocupaciones, deja claramente expuestas Garteh Gore: el peligro que el poder del Opus se mantenga o alcance cotas mayores de poder, a la mano de Trump por ejemplo, lo que haría que se consagrara el poder de la manipulación, del abuso, y las normas propias del medievo…La otra sería, la exigencia que plantea a los gobiernos, y en concreto, al hispano para que ponga freno a las actividades delictivas de la Obra de Dios…y su embestida contra las legislaciones vigentes en diferentes ámbitos como la enseñanza, la investigación científica, los matrimonios de personas del mismo sexo, y…mientras tanto el Senado del reino hispano abre sus puertas a la VI Cumbre Transatlántica contra al aborto, organizado por la Red Política por los Valores (Network for Values), con los sermones de lo más granado de la derecha mundial troglodita, con perdón para éstos, bajo la presidencia de honor del nunca bien ponderado, en su ranciez (de rancio), su Jaime Mayor Oreja y con un fuerte olor a revenido alcanfor …